El domingo fui con los críos a un estupendo espectáculo de Magia. Cuando entramos, Houston Roughnecks iba ganando 25-6 a Birmingham Stallions. Ya hablamos durante la semana, en el podcast de Los Indies de la UFL, que Houston había mejorado, que a pesar del pelele de su entrenador CJ Johnson habían encontrado una dinámica ganadora y que McClendon, su nuevo Quarterback , les daba un toque de estabilidad y una fina capa de brillo dorado que era lo único que le faltaba a su estupenda defensa para prevalecer. Durante casi dos cuartos se cumplió a rajatabla nuestro análisis. Defensa, defensa, defensa, oportunismo ofensivo, ignoro a mi coach, defensa, defensa.
Luego empezó el show mentalista de Alejandro Revuelta. El fantástico mago laredano es un portento sobre el escenario. Las tablas le adoran. Si actúa cerca de vuestra localidad, no os lo perdáis. Te envuelve, te engatusa, te sorprende y te hace reír. Mientras los números iban y los trucos volaban, algo sucedió en el Protective Stadium que va más allá de lo que podemos concebir.
Empezó Cookus casi con el gong del descanso.
Le siguió Harrison Mevis demostrando que es uno de los mejores kickers de la liga. Y cuando, por enésima vez esta temporada, el Quarterback de Stallions tuvo que salir del campo lesionado, tomó las riendas J`mar Smith para finiquitar el tema. Eran sus primeros snaps desde 2023. Recién desembarcado en la que fue su casa (allí ganó un título), dejando atrás un calvario de problemas físicos, colocándose el sombrero de copa y los guantes blancos manejó los últimos minutos del partido a su antojo. Enseñaba la carrera por un lado y sacaba un pase por el otro como un vulgar fullero en una mesa improvisada en el paseo marítimo de Atlantic City.
En el camino nos dejó un rosario de perlas, o de conejos, o de naipes doblados. Esos 19 puntos de desventaja supone la mayor remontada de la historia de la liga. Es la quinta victoria consecutiva de Stallions sobre Roughnecks en lo que parece un claro caso de paternidad demostrada. Las 6 posesiones consecutivas en las que anotaron los locales no son un récord, pero casi. Como tampoco lo son, pero podrían, las 33 míseras yardas de ataque total que ofreció Houston en la segunda mitad. Mevis estuvo impecable y avanzó hasta el 15 de 16 en la temporada, solo superado por Rodrigo Blankenship con su 16 de 16.
Oiréis hablar de ellos más según se acerque septiembre. Es una promesa y una apuesta. La otra nota negativa: los espectadores. Apenas 4.744. Un equipo campeón se merece más, mucho más.
A la salida, mientras los críos se hacían fotos con Revuelta y el aire amenazaba lluvia, vi mi rostro reflejado en una cristalera. Parecía un payaso de vodevil. Con los ojos hundidos, la sonrisa pintada y debajo una profunda mueca de tristeza y espanto. La sensación era conocida. Parecía un domingo cualquiera viendo a Carolina Panthers con mi hijo. La felicidad de compartir ese rato con el peque y el espanto por todo lo demás, desde el juego hasta el marcador.
¿Me habré hecho fan de Houston Roughnecks? Yo es que soy carne de cañón, es ver un equipo a la deriva y mal gestionado y me hago, hombre que si me hago. Iba rumiando esta y otras necedades mientras parábamos a comer una hamburguesa. Al llegar a casa busqué un resumen amplio del partido. No quería hacerme ilusiones pero una parte de mí contaba con haberlo soñado todo. ¿Y si Alejandro Revuelta me había hipnotizado? Quizá me hizo ver lo que no había.
Pero no. En algún momento entre el segundo cuarto y la segunda mitad, los jugadores de Houston empezaron a escuchar a su entrenador y el equipo se vino abajo como un castillo de cartas marcadas.
En el resto de la jornada (y por no salir de la Magia) Bryce el Escapista Perkini hizo una de las suyas a la falta de seis segundos y Michigan Panthers demostró que, hoy por hoy, es el máximo favorito para el título. St Louis ganó a Memphis sin fuegos de artificio y Brahmas hizo de Brahmas justo al final para perder un partido ante Defenders que bien pudo y mereció haber ganado.
Pablo López | @jucort365
Puedes ver la visión de Pablo de la jornada 6 de la UFL aquí.