Inauguramos sección de La Tienda Azul. Os vamos a dar detalles sobre lesiones y otros aspectos de salud de la mano de Tomás Villén. Hoy toca todo lo acontecido en 2023 con Damar Hamlin. Sobre pulgadas, milisegundos y mi “GCPOTYOAT”.
Pulgadas
Aficionarse al fútbol americano lleva tiempo. Demasiadas diferencias con los deportes que consideramos habituales en Europa hacen que este proceso pueda ser complicado, como la disparidad de físico entre los diferentes tipos de jugadores (aunque su capacidad atlética roza los límites de la naturaleza en todos ellos) y la abrumadora cantidad de tipos de jugadas y tácticas con su nomenclatura específica. Pero, además, tenemos que acostumbrarnos a un sistema de medida que nos es totalmente extraño y ajeno. GCPOTYOAT GCPOTYOAT GCPOTYOAT
Nos costó entender que a 25º nieva y que 70º no es calor, y tuvimos que acostumbrarnos a medir en yardas y que a veces las pulgadas, las malditas pulgadas, separan la victoria de la derrota, e incluso la gloria del fracaso. Y esto último nos encanta, nos apasiona, nos engancha… aunque a veces esa pulgada caiga en contra de nuestro equipo y nos prive de las mieles del éxito.
Milisegundos
Podemos decir que fue el 2 de enero de 2003, en pleno Monday Night Football, el día en que la NFL de forma extraoficial tuvo que basarse en nuestro querido Sistema Métrico Decimal en el césped del estadio de los Cincinnati Bengals para medir algo mucho más grande que la distancia entre el éxito y el fracaso, durante un lapso muchísimo más pequeño. Tras un placaje a Tee Higgings que podríamos considerar más que rutinario, y que en principio parecía que no había tenido consecuencias, Damar Hamlin caía inerte al emparrillado en situación de parada cardiorrespiratoria secundaria a lo que conocemos como conmoción cardíaca o su nombre en latín: commotio cordis.
Esta afección es una rareza, dado que únicamente se describen 20 casos al año, y depende de una mezcla de puntería, energía y tiempo. En primer lugar, precisa de un impacto de una energía suficiente, generalmente mayor a 20 julios, de ahí que esté descrito fundamentalmente en deportes donde se propulse un objeto (baseball, lacrosse o hockey) y no sea frecuente en otros deportes. Pero el football es diferente y puede generar energías mayores (¿recuerdan la condición atlética casi sobrenatural de los jugadores?).
Pero no es la energía lo que determina su aparición. Sino una ventana de tiempo en la que el corazón es especialmente susceptible a generar una arritmia fatal. Hablamos de escasos 40 milisegundos, durante el comienzo de la repolarización ventricular (que se corresponde con el inicio de la diástole del ventrículo). La fatídica alineación planetaria necesaria apareció desgraciadamente.

Para mí, el GCPOTYOAT
Fueron 19 minutos de angustia, con una extraordinaria actuación de los Servicios de Emergencias a pie de campo del UC Medical Center, tras los que Damar Hamlin salió del campo tras recibir el único tratamiento que podía devolverle la vida: la desfibrilación.
Tras el incidente, casi dos semanas de ingreso en dicho hospital certificaron que, efectivamente, todo había sido fruto de una catastrófica casualidad. Tras una serie de evaluaciones de todo tipo, fundamentalmente neurológicas para descartar secuelas y cardiológicas para descartar cualquier otra enfermedad predisponente, el cornerback de los Bills fue declarado apto para la vuelta a la práctica deportiva.
A mi juicio, el premio de Comeback Player of the Year debería reconocer no solo el rendimiento en el campo y que afecte a una figura altamente mediática, sino también la capacidad de inspirar y producir cambios en este deporte a todos los niveles, incluyendo el dispositivo médico de los partidos. Damar Hamlin personificó estos valores. Su viaje desde la muerte (literal) hasta su regreso es una narrativa que merece ser celebrada.
No hay recuperación de ligamento cruzado que pueda con esta historia por muy bien que se cuente. Al no otorgarle este título, la NFL perdió la oportunidad de honrar una de las historias más conmovedoras y significativas de su historia reciente. Pero para mí, que desgraciadamente he tenido muchos pacientes que no han conseguido superar esta situación de parada cardiorrespiratoria, merece con creces el título del Greatest Comeback Player Of The Year Of All Time.
Tomás Villén | @NFLTommy