Corría la primavera del año 2014. Era aquella época en la que todas las ceremonias del draft de la NFL se celebraban en New York, en el Radio City Music Hall, y había un nombre que flotaba en el ambiente: Johnny Manziel. El QB titular de Texas A&M y jugador élite del College Football.
A pesar de su enorme tirón mediático, la mayoría de las franquicias de la NFL habían hecho los deberes y conocían sus controvertidas y poco profesionales conductas vitales por lo que se sucedían las elecciones y Manziel no salía. Por ello, cuando llegó el momento de la elección de
Cowboys, todo el mundo suponía que Jerry Jones no iba a dejar pasar a un QB texano con tanto talento. Pero… los Dallas Cowboys eligieron en el pick 16 al liniero de Notre Dame Zack Martin.
Del rechazo inicial
El propio Zack Martin recordaba así la historia: “¡No sé si los hinchas lo vieron de esa manera, en la noche del draft! Jajaja. Recuerdo algunos abucheos cuando anunciaron mi nombre, no voy a mentir. Vi un par de caras de asombro entre la multitud. (…) Y lo entiendo, hombre. Un guardia no es precisamente la elección más sexy en la primera ronda”.
Martin jugó sus años de college en Notre Dame. Zack llegó a los fighting irish en 2009 y tras un año de red shirt se convirtió en el tackle titular durante cuatro años. Zack Martin llegó a la universidad después de destacar como atleta en la secundaria. A parte de ser un gran tackle ofensivo y defensivo, el joven Zack también destacaba como baloncestista y lanzador de peso y disco. Lo que significó que diversas universidades, entre ellas, Indiana, Kentucky y Michigan le ofrecieran una beca completa. Pero Zachary Edward Martin se decidió por Notre Dame por diversos motivos, a parte de los deportivos. En primer lugar, nació y se crió en Indianápolis y, por otra parte, siempre estudió en centros escolares católicos. Obviamente, Notre Dame cumplía con todas esas condiciones, estaba cerca de casa, era una universidad de confesión católica y tenía un gran equipo de football.
En aquellos años universitarios, Zack Martin ayudó a Notre Dame a convertirse en una de las mejores universidades del momento, llegando incluso en 2013 a la final del BCS National Championship, el título de la NCAA en aquellos años, contra Alabama. A pesar de que los fighting irish llegaron a la final con mejor ranking, las apuestas señalaban a Alabama como ganadora, como finalmente resultó.
Cambiando el rumbo
Tal y como hemos mencionado, Zack Martin jugó cuatro años como titular de la línea ofensiva de los irish y con 52 titularidades batió el récord universitario de partidos titulares como liniero ofensivo. Además, la línea de los irish solo permitió 8 capturas al quarterback en su último año y, dos años antes, habían batido el récord de yardas por acarreo gracias a la ayuda de la línea. Todo ello, en parte, por el concurso de Zack Martin.
A su llegada al campamento de verano de los Cowboys, Martin fue nombrado guard titular y su temporada rookie en Dallas fue espectacular. Elegido en el mejor equipo de novatos y seleccionado Pro Bowl, posteriormente, la asociación de la prensa lo eligió para el equipo All-Pro, siendo el único rookie escogido aquel año y el primer liniero ofensivo novato nombrado All-Pro desde 1947.
Aquel año 2014 había un novato llamado Odell Beckham Jr. en los Giants, supongo que les suena ese nombre, ¿no? Pues ese año el wide receiver rookie de los Giants fue una auténtica locura de jugador, atrapó 95 pases para sumar 1,305 yardas y 12 anotaciones, a pesar de perderse cuatro partidos. Lideró la NFL en promedio de yardas por juego con 108.8 y estuvo en el top 10 en todas las categorías de pase. Aun así, el novato ofensivo del año fue Martin.
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La llegada de Zack a los Cowboys, según el mismo ha reconocido, le produjo vértigo, pero al mismo tiempo, fue una llegada natural y muy positiva. “Desde el día en que llegué allí, mi temporada de novato fue honestamente la más divertida que he tenido jugando al fútbol. Tal vez fue porque era joven y tonto, pero no podría haberlo pasado mejor. (…) Era como una repetición de la universidad. Había muchos jugadores jóvenes y sin hijos todavía, así que todos los lunes, después de la sesión de cine, salíamos en grupo a un bar para tomar algunas cervezas y comer algo. La NFL es estresante, pero también es la única profesión en el mundo en la que te pagan millones de dólares para ir a trabajar en pantalones de chándal y una sudadera con capucha y pasar el rato con tus amigos, así que no importa cuán golpeado estés, nunca puedes quejarte”.
Aun así, lo que más valora Zack de aquellos tiempos fue la acogida de sus compañeros, lo mucho que aprendió de su experiencia y la gran temporada que tuvieron los boys aquel año. Con un récord de 12-4 y una ofensiva dominante solo ese triste final contra Green Bay arruinó la fiesta.
El carácter y el honor
La carrera de Zachary Edward Martin en la NFL es espectacular, con un único lunar: no haber ganado nunca el anillo. Aun así, Martin siempre ha sido un hombre de club y ha antepuesto el bien de la franquicia a sus ambiciones personales, incluso este último año. Con 34 años, aunque la pasada temporada tuvo que pasar por quirófano y perderse siete partidos, Zack es todavía un jugador relativamente joven que apenas se ha estado lesionado en once años de competición. Por ello, hubiera sido más que lógico que el guard de los Cowboys hubiera optado por jugar un año más en alguna franquicia contender, tipo Kansas City, pero Martin ha preferido retirarse sin vestir más camiseta que la de la estrella. Algo tan romántico como poco común en estos tiempos.
Una vez sí que el grandullón de Indiana se enfrentó a los Jones, fue hace dos campañas y se declaró en rebeldía hasta que la franquicia le garantizó 36 millones de dólares que cobraría a lo largo de sus últimas dos temporadas. No obstante, Martin restructuró su contrato la temporada pasada para darle algo de alivio a la maltrecha economía texana en el futuro.
Una carrera digna de Canton
¿Qué hace a Zack Martin tan especial? Sin duda, hemos destacado muchas cosas sobre su personalidad, su gran amor por los Cowboys y su llegada a la NFL pero el éxito de Martin está en su inusual y espectacular constancia. En sus primeros cuatro años en la liga, Zack no se perdió ni un solo partido, pero, además, en sus once años como profesional solo tuvo dos temporadas con diez partidos, la 2020 y la 2024. En total, Zack ha jugado 162 partidos en 11 temporadas, 10.562 snaps, para ser exactos.
Constancia en el emparrillado y persistencia en el éxito. Zack ha tenido reconocimiento All-Pro nueve ocasiones, es decir, en todas las temporadas en las que no ha tenido lesiones. En concreto, 7 All-Pro de primer equipo y 2 All-Pro de segundo equipo. Para que se hagan ustedes una idea de lo salvaje de esta estadística: No existe ningún guardia tan condecorado en la historia de la NFL, y eso nos plantea un futuro en el que este muchachote de Indiana estará en el hall of fame de la NFL.
Sigamos con datos curiosos y espectaculares. En esas once temporadas, en esos 162 partidos, Zack Martin solo ha tenido ¡7 holdings y 8 false start! Y desde 2016 solo 3 y 4 respectivamente. ¿Por qué? El propio Zack Martin cuenta que, en una fiesta, con motivo de la Pro Bowl de 2015 en Hawái, Jon Gruden le recriminó: -«¿Sabes cuál es tu problema, Martín? ¡Agarras demasiado, chico! Corta tus penalizaciones y tal vez puedas ser alguien en esta liga». Así que podemos afirmar que Zack Martin ha jugado más pro-bowls (9) que holdings (7) ha cometido. Casi nada.
Nos quitamos el sombrero
En su carta de despedida, Zachary Edward Martin también quiso tener palabras de agradecimiento para sus compañeros y entrenadores: “Lo bonito de las trincheras es que nunca lo haces solo. No habría sido nada sin los chicos que estaban a mi lado y todos los entrenadores de línea ofensiva”. Y, obviamente, para la ciudad de Dallas y los hinchas de los Cowboys: “Hubo muchas personas que me permitieron crecer y prosperar en Dallas, pero nada tiene sentido sin nuestros hinchas. He tenido la bendición no solo de jugar aquí, sino de vivir la mayor parte de mi vida adulta aquí. (…) Todos ustedes me permitieron ser parte de sus vidas durante más de una década, y lo aprecio mucho.”
En un tono emocionado, Zack también hizo referencia al nacimiento de su tercer hijo: Hudson Gage Martin. Su vida estuvo en peligro nada más nacer y tras tres días en un coma inducido y diez días aterradores en la UCI salió adelante.
En su conferencia de prensa, Martin afirmó que “fue un privilegio absoluto salir del túnel de vestuarios todos los domingos y darle a esta ciudad todo lo que tenía«. Sin embargo, no es Zack Martin quien está en deuda con Dallas o con los Cowboys sino que somos todos los vaqueros los que siempre estaremos en deuda contigo. Tu nombre debe estar, desde ya, en el ring of honor del AT&T Stadium y nuestra vida y nuestra pasión, sin ti en el campo, no volverá a ser la misma. Hace poco más de un mes que anunciaste tu retirada, pero, sin ti, hace mucho más frío. Gracias por todo Zack, estarás para siempre en nuestra memoria y en la estrella tatuada de nuestro corazón.
Billie Donarly | @donarly74