Hace muchos años se acuño la frase «Same old Jets» cada vez que en la franquicia se cometían graves errores, bien en el campo o en los despachos. Y esta vez parece ser uno de los gordos, ya que dos semanas después del draft, los Jets han despedido a su GM desde hace 4 temporadas, Mike Maccagnan (MacGañán para los amigos).
El origen del problema: la estructura organizativa.
Desde hace bastante tiempo, los Jets tienen una estructura organizada de un modo peculiar, y se basa en que el head coach y el general manager reportan al mismo nivel al dueño. En un equipo «normal», el GM está por encima del entrenador, pero en los Jets no, por lo que se generan varios problemas:
- El GM no participa en la elección del entrenador, por lo que no es alguien de su confianza, ya que la elección es del dueño.
- No existe buena comunicación entre el entrenador y el GM, lo cual afecta a todas las renovaciones e incorporaciones de jugadores, ya sean via draft o agencia libre, como en el fichaje de Bell en esta offseason
- Se genera una «lucha de poder» para tener razón de cara al dueño y esto provoca que se tomen decisiones más orientadas a consolidar su poder, que a mejorar al equipo. Un ejemplo claro de esto es el trade de Darron Lee a los Chiefs por una sexta ronda de 2020.
- El dueño no sabe mantener un statu quo correcto para que el equipo marche, y tiende a inclinar la balanza hacia uno de los dos lados. El ejemplo palmario es despedir a Maccagnan a instancias de Gase.
La decisión no es errónea, el timing es horroroso.
En anteriores entradas hemos comentado -sobre todo en las referentes al despido de Bowles – que el culpable de la situación del equipo no era el entrenador, sino Maccagnan con sus malas agencias libres y sus flojos drafts, y que no era una buena decisión dejarle el mando cuando había tanto espacio salarial libre. Pero una vez que conserva el puesto en Enero, no se le puede despedir en Mayo con la agencia libre casi terminada y el draft recién finalizado, ya que provoca que el entrenador se tenga que comer una plantilla con unos perfiles de jugadores que no quiere.
Los causantes del problema: Adam Gase y Chris Johnson.
Cuando un entrenador sale de manera conflictiva de su anterior equipo, como ha sido el caso de Gase en los Miami Dolphins hay que tener mucho cuidado a la hora de contratarlo, ya que se pueden reproducir los mismos problemas. Se decía que en los Dolphins era un tipo autoritario y que los jugadores estaban muy quemados con él. Es posible que estos rumores no sean ciertos y que el vestuario en Miami no fuera bueno, pero cuando existen este tipo de señales, el responsable del fichaje, en este caso el duelo, tiene que poner especial atención.
De alguna manera, Gase se ha hecho con la confianza de Chris Johnson en tan solo dos meses, ya que en la semana de draft surgieron rumores acerca de la posible destitución de Maccagnan, que casi todos nos tomamos a guasa. Y solo dos semanas después, Johnson ha apretado el gatillo y lo ha despedido, dando excusas baratas, como que el momento no era en Enero y que ha necesitado investigar un poco más para tomar la decisión. Como gestione así sus negocios lo lleva claro.
El futuro a corto plazo : ¿Quién será el próximo GM?
Ahora mismo, la gerencia de los Jets está vacante, siendo Gase el GM interino. Queda bastante claro que el nuevo GM va a ser un pelele de Gase, como ya ha comentado Chris Johnson confirmando la implicación de Adam Gase en el proceso de contratación. Se ha especulado con varios nombres como el del analista de NFL Network Daniel Jeremiah, el ejecutivo de los Eagles Joe Douglas o el mismísimo Peyton Manning.
Mientras tanto, Gase lleva los pantalones (como se observa en la foto de portada), y los Jets, que parecían un equipo serio, vuelven a ser un vodevil. Estos días se especula con un posible trade de Le’veon Bell, al que se acaba de fichar por bastante dinero, debido a que Gase no estaba a favor de firmarle un contrato tan amplio.
En esta franquicia, las malas dinámicas son muy difíciles de revertir, y si se asoma la cabeza, ya se encargan ellos solos de hundirla otra vez. Same old Jets.