¿Qué podemos esperar del año tres de la dupla DeMeco Ryans y CJ Stroud?

Tras dos temporadas bajo la dupla DeMeco Ryans y CJ Stroud, los Houston Texans han cambiado radicalmente su panorama: pasaron de ser un conjunto que lucía perdido y sin rumbo fijo a ser un equipo que viene saliendo de dos títulos divisionales y que aspira a dar el siguiente paso en la postemporada. Eso sí, dar ese paso podría ser mucho más complicado que lo que hicieron hace dos años, cuando pasaron de ser el peor conjunto de la NFL a ganar su división y alcanzar la postemporada.


El difícil paso a la elite

¿Por qué es tan complicado que los Texans den ese siguiente paso? No es fácil dar una respuesta concreta, pero trataremos de ser lo más precisos posible. Esta franquicia se encuentra en un punto donde pulir el roster es mucho más delicado que construir sobre las ruinas del pasado.

Veamos esto así: hace dos años este equipo entraba al Draft con necesidades en todos los departamentos, así que en teoría cualquier adición era bienvenida. Así llegaron C.J. Stroud y Will Anderson Jr. en la primera ronda del Draft, y ambos demostraron ser piezas útiles para lograr cambiar la cara de las dos unidades principales del equipo.

Stroud de hecho, fue una pieza tan importante que el equipo pasó de ser un conjunto en reconstrucción a uno que tenía que pensar qué hacer para arropar a su joven pasador con el talento necesario para mantenerse en la parte alta de la AFC South. Igualmente, el pensar en pelear con los pesos pesados de la Conferencia, como los Chiefs, Bills y Ravens.

Esto, como pudimos ver el año pasado, no fue tan sencillo. Cierto, CJ Stroud presentó una pequeña regresión, pero no fue nada demasiado grave. El problema es que el roster que tenían empezaba a dejar en claro dónde estaban los problemas más notorios, y esos huecos fueron explotados por sus rivales.

CJ Stroud entra a su tercer año con los Texans (foto: getty Images)

CJ Stroud

Así llegamos al offseason actual, y la misión de los Texans era simple. Aunque también podría decirse que compleja: había que encontrar las piezas necesarias para redondear un roster que se vuelva competitivo y que tenga el suficiente peso para pelear por algo más que una aparición en la postemporada.

La misión más importante era terminar de construir la ofensiva, sobre todo para tratar de recuperar el paso que perdió C.J. Stroud en 2024. Eso no fue tan sencillo, porque el equipo no cuenta con mucho espacio en su tope salarial. Por ello, tuvieron que deshacerse del tackle izquierdo Laremy Tunsil, que fue enviado a los Commanders. Del lado de las adiciones llegó Christian Kirk en un cambio con los Jaguars, y aunque no es una mala adición, está lejos de ser el golpe en la mesa que los aficionados esperaban.

Ayuda para el chico de Inland Empire

En el Draft la gerencia se encargó de añadir talento joven y con mucho potencial. Así llegaron los receptores Jayden Higgins y Jaylin Noel, además del corredor Woody Marks. Los tres son interrogantes en este momento, y no es posible saber si podrán tener roles importantes en la ofensiva, así que por ahora debemos dejarlos con una designación de “por determinarse”.

Ahora, haber perdido a Tunsil hace pensar que la línea ofensiva será otra duda para la siguiente temporada, y eso es todo lo contrario a lo que se esperaba. Idealmente el equipo tenía que haber añadido más piezas, no haber dejado ir a la mejor de todas.

Aún quedan semanas antes del training camp y ciertamente los Texans podrían orquestar un cambio llamativo que trajera algo de certeza, pero se ve poco probable porque no ha sido su estilo. Este equipo ha preferido construir con las piezas que van llegando y no andar buscando grandes nombres en el mercado.

¿extrañarán los Texans y CJ Stroud a Laremy Tunsil? (Foto: AP Photo/David J. Phillip, File)

CJ Stroud

Eso podría traer otra temporada de expectativas moderadas. Esto, no es lo que los fans de esta organización quieren para el año tres de CJ Stroud. Dentro de muy poco tendrán que llegar las negociaciones de una extensión de contrato para el quarterback titular. Siempre será preferible saber qué se puede hacer con él y un roster bien construido que seguir pasando años de resultados que van de lo regular a lo bueno sin llegar a más.

Porque cuando llegue la hora de negociar a CJ Stroud el dinero faltará y entonces el roster sufrirá. Si en estos momentos el roster ya presenta señales de sufrimiento, la perspectiva de la negociación con CJ Stroud no ayuda en nada a pensar que el futuro será brillante. Ahora, como este mismo equipo lo ha demostrado, las cosas pueden cambiar rápidamente, y podríamos ver un salto cuántico otra vez en la ciudad espacial. Eso sí, hay que tener expectativas conservadoras de que se logrará dar ese salto a la estratósfera.

 

Miguel Ángel Esses

Formación Escopeta