Muchos seguidores de la NFL piensan que el tren de los Lions pasó y el anillo no llegó. Y esa sensación de derrotismo ha calado también incluso en algunos aficionados de los propios Lions. Y es que esta no es una sensación caprichosa porque, lo cierto es que las dos últimas eliminaciones del equipo han sido traumáticas. Sin embargo, nuestra opinión es muy diferente, porque, para nosotros, los Lions están muy vivos.
Los batacazos
En la temporada 2023 estaban jugando un partido imperial en San Francisco a las puertas de la tan soñada y deseada Super Bowl. Cuando ya la acariciaban, una surrealista jugada que debió acabar en intercepción rebotó en el casco de un jugador de la secundaria de los Lions (que no merece ni ser nombrado) y acabó en las manos de Brandon Aiyuk para dejar el touch down a un par de yardas. A partir de ese momento, todo fue mal y se perdió un partido que parecía ganado.
En la pasada temporada 2024 los Lions fueron el mejor equipo de la liga. Por sensaciones, por números y por victorias. Tenían un partido divisional en casa con unos Commanders peligrosos, pero objetivamente inferiores, y la volvieron a liar. Contra todo pronóstico y lógica, cayeron eliminados.
Las puñaladas
Esos dos batacazos en el campo han ido seguidos de tres puñaladas fuera del campo.
La primera, probablemente la más dolorosa, la marcha de Ben Johnson. El joven y creativo coordinador ofensivo aceptó finalmente una de las ofertas que venía recibiendo como Head Coach. Y de un rival divisional, para clavar la daga hasta el fondo.
Poco tiempo después Aaron Glenn, ese coordinador defensivo que mantuvo el nivel competitivo de su defensa a pesar de sufrir una auténtica plaga de lesiones, confirmaba que también abandonaba el barco. En su caso, al menos, a un equipo fuera de la división e incluso de la conferencia: los New York Jets.
Perder a tus dos coordinadores es muy duro, pero faltaba la última estocada. El magnífico center Frank Ragnow líder indiscutible de la fabulosa línea ofensiva de los Lions anunció, ya pasado el draft, que se retiraba.
En resumen, los Lions encaran la temporada 2025 sin su coordinador ofensivo, sin el coordinador defensivo y con dudas en la línea ofensiva que cimentaba su estelar juego de ataque.
¿Significa todo esto que los Lions ya no son uno de los máximos aspirantes al anillo?
Para nada, los Lions están muy vivos, a pesar de todo esto. Vamos por partes.
Los Lions están muy vivos: A rey muerto, rey puesto.
Sí, ya sé que Ben Johnson es un genio. Un unicornio. Pero otros equipos que perdieron a su coordinador super estrella siguieron siendo muy competitivos. Hay varios ejemplos, pero me referiré a dos de los más recientes. Kyle Shanahan abandona los Falcons después de aquella inolvidable Super Bowl de la remontada imposible. Fue un partido tan extraño que cuando lo vuelves a ver, ya sabiendo el resultado, piensas que en este nuevo visionado sí lo ganan los Falcons. ¿Qué le pasó a Atlanta tras su salida? ¿Se derrumbó? Muchos creen que sí, pero la memoria es engañosa. Al año siguiente de la Super Bowl Atlanta juega play off. Elimina a los Rams de un jovencísimo Sean McVay en primea ronda y juega un partido de infarto con los Eagles. Los Falcons tuvieron la última posesión para llevarse aquel partido y se quedaron literalmente a yardas de conseguirlo. Aquellos Eagles, fueron posteriormente los campeones.
Otro ejemplo. Y siguiendo con los Eagles. Hace dos años Nick Sirianni pierde a sus dos coordinadores. Nuevamente, tras derrota en la Super Bowl. Su coordinador ofensivo, Shane Steichen, se fue como head coach rumbo a los Colts y su coordinador defensivo, Jonathan Gannon, pasó a liderar a los Cardinals. Tras un extraño año que empezó muy bien y acabó muy mal, los Eagles ficharon dos nuevos coordinadores y salieron campeones.
Los coordinadores se van, pero otros llegarán
En el caso de los Lions, la faceta ofensiva se le ha concedido a John Morton. Debuta como coordinador ofensivo, pero tiene mucha experiencia en la liga. Lleva más de veinte años formando parte de la ofensiva de distintos equipos de la NFL con diferentes roles. Ha trabajado a las órdenes de Jim Harbaugh, Sean Payton, Todd Bowles o Jon Gruden, entre otros. Y ha formado parte del staff ofensivo en la participación de dos Super Bowls (Raiders temporada 2002 y 49ers temporada 2013). En su primera rueda de prensa se expresó con calma, seguridad y humildad. No tengo intención de cambiar mucho dijo, ¿por qué voy a hacerlo si ha funcionado?
Si a todo eso añadimos que ha sido el hombre elegido por Dan Campbell para coger el testigo de esta ofensiva apabullante, creo que hay motivos para la esperanza.
En el lado defensivo, el elegido ha sido un hombre de la casa: Kevin Sheppard. Lleva cuatro años en el staff defensivo de los Lions. Fundamentalmente, trabajando con los linebackers. Si vemos el jugador en el que se ha convertido Anzalone bajo la batuta de este entrenador también da cierta esperanza.
Y ha sido el elegido por Dan Campbell que ha demostrado un gran ojo para dar una oportunidad a coordinadores con los que colaboraba, eso hay que tenerlo siempre presente.
El tema de los coordinadores, detenidamente analizado, ya duele menos y cuesta menos ver que estos Lions están muy vivos todavía.
Vamos a hablar de los que deciden los partidos: los jugadores.
Los Lions están muy vivos: Los jugadores se quedan en Detroit
Excepción hecha del mencionado Ragnow, los Lions mantienen a todas y cada una de las estrellas que lideraron al mejor equipo de la NFL en la temporada regular.
A todas. Veamos.
Penny Sewell, sigue. Amon-Ra St. Brown, sigue. Jared Goff, sigue. El mencionado Anzalone, sigue. Jahnmyr Gibbs, sigue. Laporta, sigue. Y así podría continuar con varios otros nombres quizás menos conocidos, pero que fueron igualmente importantes en la gran campaña del año pasado.
Y ojo, no se vayan todavía que aún hay más. Los Lions no solo mantienen la columna vertebral del equipo, sino que suman un fichaje absolutamente colosal.
Los Lions están muy vivos: El fichajazo
Lleva tres temporadas en el equipo, pero hay que considerarlo refuerzo con respecto al años pasado porque se lesionó en la jornada número seis, y ya no pudo volver.
Obviamente, hablo del fabuloso Aidan Hutchinson. A veces se nos olvida que los Lions el año pasado consiguieron el seed 1 de la NFC ¡sin su mejor jugador! Porque para mí Hutchinson no es el mejor jugador de la defensa, es el mejor jugador de todo el equipo.
A todo esto, hay que sumar jugadores que han llegado nuevos en el draft como el refuerzo en la línea defensiva que supone Tyleik Williams elegido en primera ronda. Y no hay que quitarle ojo a TeSlaa. ¿Quién? Un desconocido wide receiver por el que Holmes ha apostado dos terceras rondas. Viendo los últimos aciertos del draft del Director General de los Lions no le pienso quitar el ojo a ese receptor con nombre de vehículo moderno.
Si en el cóctel incluimos que es poco probable, por no decir que casi imposible, que los Lions repitan la plaga de lesiones que sufrieron el año pasado, singularmente en el lado defensivo, creo que queda la sensación de que estos Lions están muy vivos…
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