Lo que parecía ser un secreto a voces se confirmó la noche del martes, cuando distintos voceros de la liga comenzaron a hacerse eco de la contratación de Josh McDaniels como coordinador ofensivo de los New England Patriots.
Josh McDaniels regresa a la que fue su casa durante la mayor parte de dos décadas y donde fue campeón de la Super Bowl un total de seis veces ocupando diversos puestos en la estructura de la franquicia. En el caso de los tres últimos ya lo haría como coordinador ofensivo y entrenador de quarterbacks.
El regreso de McDaniels aporta estabilidad y experiencia al cuerpo técnico ofensivo de New England, cuya prioridad sigue siendo el desarrollo del talento de Drake Maye. En ese sentido, podemos aprovechar este rincón para echar un ojo a las tendencias ofensivas de Josh McDaniels, su trayectoria desde que Tom Brady dejase el equipo y su capacidad para adaptarse a jugadores de perfiles muy distintos tanto en New England como en Las Vegas.
El sistema siempre al servicio del personal
Cam Newton fue el elegido para suceder a Tom Brady como quarterback de los New England Patriots. Esto no solo ponía un nivel de presión muy elevado en el jugador, sino que obligaba a Josh McDaniels a diseñar un sistema ofensivo alrededor de un quarterback más móvil y poderoso en lugar de uno más preciso y cerebral.
No es ningún secreto que en los ataques de Josh McDaniels es muy frecuente el uso de la Power Run, la presencia de un fullback y la sensación general de juego duro y machacón moviéndose principalmente entre los tackles. Totalmente correcto. Sin embargo, eso no significa que esos conceptos no se puedan adaptar a la plantilla.
En el caso de la temporada 2020 y Cam Newton, ya en el primer encuentro de la temporada ante los Miami Dolphins pudimos ver un repertorio de jugadas que aplicaban el concepto Power (pull del OG del backside) a las carreras del quarterback. La segunda jugada de Newton en New England ya fue una combinación de este concepto junto a una read option. El concepto Power al servicio del personal que lo ejecuta.
Añade una arruguita muy interesante integrando el esquema Power en las QB reads. En el mismo partido, Newton ejecuta una Gap Read en Power y aprovecha el carril generado por el puller. pic.twitter.com/y5EgrNh57a
— AM. (@alvaromorcuq) January 16, 2025
RPOs, Play Action y pockets móviles
Las tendencias actuales en la NFL con estilos ofensivos más dinámicos y modernos parecen alejarse de esta concepción más clásica de lo que es la ofensiva de Josh McDaniels. Sin embargo, durante el último lustro hemos visto tanto a los New England Patriots como a Las Vegas Raiders implementar estos elementos que derivan del juego de carrera y que son capaces de generar y aprovechar espacios en la defensa para simplificar las lecturas del quarterback y maximizar la ganancia de yardas.
Josh McDaniels ya ha coqueteado con el hecho de incorporar las run-pass-options a su juego ofensivo, habiéndolas trabajado con relativa frecuencia durante su estancia como head coach en Las Vegas.
Josh McDaniels and the 2023 Raiders got Davante Adams lots of free yards on under-center RPOs, tagging slants and smoke routes with both outside zone and duo from heavy looks
Whoever is drawing up/calling plays for the #Patriots next season, I’d love to see these incorporated pic.twitter.com/mJfEgwcmG2
— Taylor Kyles (@tkyles39) January 13, 2025
El hecho de que Josh McDaniels se apoye principalmente en conceptos como la Power Run para su juego de carrera no implica que esto no pueda utilizarse como arma a partir de la cual construir un plan de juego variado que pueda confundir a la defensa y generar espacios que poder atacar. La credibilidad del juego de carrera interior como amenaza en el juego de McDaniels abre la puerta al ataque a utilizar el play action como herramienta para castigar a linebackers excesivamente agresivos. Tanto en 2020 como en 2021, sus últimas temporadas en New England, el ataque se mantuvo en la parte alta de la liga en porcentaje de play action – cuarto en 2020 con 31.7% y décimo segundo en 2021 con 25.9%.
A lo largo de 2024, con Alex Van Pelt al mando, hemos visto a Drake Maye familiarizándose con conceptos más cercanos a la west coast offense, con mucho uso de wide zones y pockets móviles a partir de los cuales se pueden derivar múltiples opciones ofensivas. Kyle Shanahan o Sean McVay son dos claros ejemplos de lo que este sistema puede ofrecer. Sin embargo, que Josh McDaniels no sea miembro de la escuela de la west coast no elimina estas posibilidades.
El primero de los aspectos a comentar en este sentido es que el hecho de contar con un quarterback más familiarizado con el sistema de Shanahan como era Jimmy Garoppolo en 2023 llevó a McDaniels a acercarse a esas wide zones y a integrarlas en el plan ofensivo. El segundo de estos puntos es que, como con todo, McDaniels también tiene sus herramientas para conseguir desplazarse en horizontal. A lo largo de estos años le hemos visto integrar el pin and pull con diferentes paquetes de personal y con diferentes propósitos en mente.
Josh McDaniels moviendo el pocket en horizontal mediante pin & pull:
– Personal 11 para QB run
– Personal 22 para RB toss
– Personal 11 para trick play a partir de RB toss (fallido) pic.twitter.com/kXe84UIkMQ— AM. (@alvaromorcuq) January 22, 2025
El desarrollo de Drake Maye, clave primaria
Josh McDaniels tendrá la tarea de desarrollar un sistema ofensivo en el que Drake Maye pueda florecer y que pueda maximizar sus talentos a la vez que esconda aspectos algo más negativos. A su vez, el posible rol de quarterback coach que podría desarrollar McDaniels –que ya lo hizo tanto con Tom Brady como con Mac Jones– le permitirá trabajar con el joven Maye en el pulido de estos defectos que pudieran perjudicarle en el campo.
McDaniels ya se pronunció al respecto de Drake Maye y del desarrollo de los jóvenes quarterbacks en el podcast “Games With Names” de Julian Edelman, en el que hablaba de la importancia de secuenciar el proceso de aprendizaje asegurándose de ir dándoles información que puedan procesar para posteriormente ir añadiendo capas adicionales. Maye tendrá que partir de cero a la hora de familiarizarse con los conceptos ofensivos y el esquema de Josh McDaniels, pero con la potencial ventaja de que la pareja formada por Drake y Josh podría permanecer junta a largo plazo. Esto sería increíblemente beneficioso para los New England Patriots.
Versatilidad, experiencia y estabilidad
El currículum de Josh McDaniels habla por sí solo. Al margen de los anillos que adornan su palmarés, cuenta con tres lustros de experiencia en el puesto de coordinador ofensivo y ha sido capaz de tener éxito con diferentes personales y distintos quarterbacks.
Las estadísticas fuera de contexto pueden tener más o menos valor, pero es innegable que la última vez que los New England Patriots se metieron entre los diez ataques más anotadores de la liga lo hicieron con Josh McDaniels como coordinador ofensivo y el rookie Mac Jones operando como quarterback.
Lo que Josh McDaniels incluya en su libro de jugadas para la temporada 2025 será una incógnita total hasta que veamos a los New England Patriots en el césped, pero con lo comentado previamente podemos hacernos una idea de algunos conceptos y tendencias que podremos identificar y a partir de los cuales Drake Maye tendrá que construir un ataque que aspire a devolver a los New England Patriots a la parte alta de los rankings ofensivos en la NFL.
Si de algo podemos estar seguros es de que Josh McDaniels será capaz de coger estos conceptos y adaptarlos al personal que la franquicia le pueda proporcionar, a las tendencias más favorables de Drake Maye y a las situaciones que los partidos le exijan. Los New England Patriots apuestan por la experiencia en el puesto y se acogen a su permanencia a largo plazo como prueba de estabilidad en la faceta ofensiva, una preocupación que parecía crecer tras el fichaje de un head coach de corte defensivo como es Mike Vrabel.
Si os apetece, podemos comentar más acerca del fichaje de Josh McDaniels, sus tendencias ofensivas o cualquier aspecto relacionado con los New England Patriots a través de X en la cuenta @alvaromorcuq.