Geno Smith de 34 años años ha sido traspasado de los Seattle Seahawks a los Raiders a cambio de una tercera ronda del draft de dos mil veinticinco. Los Seahawks estaban en conversaciones con el quarterback para ampliar su contrato, cuando estas se enquistaron. El equipo de Las Vegas puso en marcha unas negociaciones que han acabado con el jugador en la plantilla de Pete Carroll.
Geno Smith es un Raider
No os voy a engañar, en un primer momento, la noticia del traspaso me pinchó el suflé de la gestión que estaban llevando a cabo desde Nevada. Geno es mayor, es irregular y asume demasiados riesgos ante la presión y los momentos decisivos de los partidos. Al pasar algunas horas, ver partidos y partidos del quarterback y analizar el porqué del traspaso, soy bastante menos pesimista con la situación.

¿Qué alternativas se barajaron?
Está claro que la primera opción que se barajó con seriedad fue la de Matthew Stafford cuando su equipo le dijo que sondeara el mercado. El propio Tom Brady se lo llevó a su rancho de Montana para intentar reclutarlo. Finalmente Stafford renovó con su actual franquicia. Las opciones en la agencia libre eran varias, sin duda la mas “pintona” era la de Sam Darnold, un jugador que había pasado por la liga sin pena ni gloria, pero que venía de tener un año con un rendimiento insospechado con los Minnesota Vikings.
El jugador de 27 años persigue el contrato de su vida, y muchos equipos se lo van a ofrecer. Esto genera dos peligros: el primero sería que puede que otro equipo tenga mejor capacidad de atracción y al pasar la agencia libre te quedes sin quarterback. El segundo, que vas a pagar unos cincuenta millones por año a un jugador que es una incógnita y genera muchas dudas de poder replicar lo que ha hecho este año.
¿Un veteranísimo o un rookie?
Otro nombre que empezaba a coger bastante fuerza era el de Aaron Rodgers. Mediático y legendario, el jugador de cuarenta y un años está muy lejos de ser lo que era. Rodgers aglutina dos características muy peligrosas: un ego del tamaño de un megalodón y un cuerpo de exjugador que no le permite tener un buen rendimiento. Viendo lo que pasó la temporada pasada en los Jets de Nueva York, la mejor de las opciones es estar alejado de una versión así del futuro Hall of Fame.
En este próximo draft tampoco habían muchas opciones de calidad. Es posible que puedan seleccionar en el número seis a Shedeur Sanders, de la universidad de Colorado. Pero en mi opinión sería un error mayúsculo y parece que para Brady y los suyos también. El equipo podrá cubrir otras posiciones y olvidarse de seleccionar un quarterback este año. Si fuera necesario, hacerlo en el siguiente, donde la calidad de estos se espera que sea muy superior.
¿Cómo valoro la llegada de Smith?
Todos estos motivos me hacen pensar que el traspaso por Geno a cambio de una tercera ronda es una buena opción. No se puede cuestionar que es un cañón andante. Por otro lado, sus problemas le han convertido en un jugador promedio y no una gran estrella de la liga. Ahora bien, el rendimiento del de Florida bajo las órdenes de Pete Carroll le hizo llegar a ser Pro Bowl en 2022.
En términos de contrato, aún no hay duración ni cifras oficiales. Todo apunta a que serán entre dos y tres años a razón de unos cuarenta millones por temporada. Asumible para un quarterback titular del que esperas rendimiento inmediato. Con este movimiento, los Raiders consiguen un jugador para dirigir su ataque, con la confianza ciega de su entrenador jefe y un periodo de adaptación muy corto que les permita ser competitivos desde el principio: la meta de la planificación para la siguiente temporada de la franquicia de Mark Davis. Geno Smith es un Raider. Bienvenido.
Un artículo escrito por Gonzalo Navarro González |@Gorleck8