Una hora con ‘Calata’. Entrevista con Óscar Calatayud

Óscar Calatayud es uno de los entrenadores más populares, carismáticos y prestigiosos del fútbol americano nacional que esta temporada ha regresado a Badalona para ser de nuevo el Head Coach de Dracs, el equipo donde empezó su etapa como entrenador y en el que militó como jugador desde 1991. Billie Donarly ha tenido una entrevista con Óscar Calatayud.

Recordando sus primeros años en el fútbol americano.

Billie: Muy buenas,… La primera pregunta es sencilla ¿Cómo empezaste a jugar fútbol americano en un país donde el tackle es un deporte tan minoritario? ¿Cómo te llegó la afición del fútbol americano?

Calatayud: Bueno, supongo que, como todos los chavales, empiezas a hacer otros reportes y de casualidad te encuentras con que existe el fútbol americano en España, en Cataluña, y vas a ver un partido de Liga Nacional y cuando puedes buscas información y preguntando te metes en un equipo y empiezas a practicarlo y, al final, pues te enganchas.

Billie: ¿Y qué recuerdos tienes de cuándo empezaste? Me imagino que tendrías 15  o 16 años, eras un adolescente. ¿Qué anhelos tenías? ¿Quiero decir, qué te planteabas cuando empezaste a jugar? ¿Soñabas con conseguir alguna cosa?

Calatayud: No, no, no… era algo que te gustaba, que te atraía. Yo hacía deporte, hacía mucho deporte, hacía basket, también algo de fútbol, pero no tenía la habilidad para estar en ningún equipo fuera del banquillo. Bueno, pues el football te da la oportunidad de, como no había mucha competencia, jugar, y te vas sintiendo dentro del grupo y te vas sintiendo mejor que, al final, es lo que buscas cuando haces deporte. Y, poco a poco, vas sintiendo que eres bueno, que en esa época de adolescencia es importante ¿no? Y al final, te sientes bien. Juegas bien, juegas mejor que la mayoría y vas escogiendo un poquito el hilo.

Me inicié en Boxers pero no tenían equipo junior y a mí me caía un poquito lejos. Busqué un equipo más cercano y me acerqué a Badalona, que tampoco es que me iba muy bien, eh, pero bueno. Entré que ya tenía 16 y aunque no tenían equipo junior podía entrar en el senior y, bueno, te vas enganchando, en esa época yo era un poquito más cavernícola, más rudo… Pero bueno, al final te vas enganchando al deporte y sales del barrio porque el barrio donde yo vivía era un poquito conflictivo y prefieres el deporte a otras cosas.

Billie: Debías ser bueno porque eres de los que se fue a jugar football a México, en Aztecas y en Austria, en Tirol Riders. Cuéntanos, un poco cómo fueron estas aventuras con 25 y 27 años, es decir, ya no eras un chaval.

Calatayud: Mis padres siempre han sido trabajadores. Yo acabé de estudiar y comencé a trabajar y yo tenía un oficio, lo suficiente para poder permitírmelo y, además, sin cargas familiares. Me decidí ir a México, que ya quería haberlo hecho el año antes, pero una lesión en la final me lo impidió y al año siguiente pude ir. Es una aventura, una de esas cosas que o haces a cierta edad o no las podrás hacer.

Y la de Austria fue poco después de regresar de México, se presentó la posibilidad de irme con un entrenador que tuve en Dracs dos años antes, me lo comentó y allí me fui. A ver, son cuatro o cinco meses los que estuve en los dos sitios. Tampoco es que sea un parón de un año y al final es vivir la experiencia, no buscaba nada extraordinario.

Una carrera de éxito.

Billie: Y en Badalona, como como jugador, tuviste una carrera de éxito, ganaste cuatro ligas, si he hecho bien los deberes, la del 98, la del 99, la del 2001y la del 2003, y dos copas de España, la del 99 y la del 2003. ¿Qué recuerdos tienes de aquellos años victoriosos?

Calatayud: Bueno, aquello fue a raíz de que viniera un entrador mexicano en el 98, Carlos Barosio, conseguimos hacer un grupo de jugadores que nos lo tomábamos muy en serio, nos disciplinó mucho, nos dio otro punto de vista de lo que era el de fútbol americano al que no estábamos acostumbrados. Éramos un equipo que venía de perder casi todo.

Era época de Panteras, de Boxers, de Vilafranca Eagles… me dejo alguno… Nosotros éramos un equipo de replegados y chavales jóvenes que querían jugar y este entrenador nos dio alas a nivel táctico. Trabajamos mucho y, sin tener grandes jugadores, conseguimos nuestra primera final en el 98 y a partir de ahí, el siguiente año, aún seguíamos en la cresta de la ola porque seguíamos con el mismo entrenador. Le dieron más armas, vinieron algunos jugadores de otros equipos y ese año aún fue mejor. Conseguimos ganar todos los partidos y llegamos a la final y la ganamos bien. A partir de ahí, no es que tuviéramos el mejor equipo a nivel físico, pero sí en cuanto a disciplina, trabajo y nivel táctico. En eso, éramos superiores a los demás.

También hay que hay que comentar que en esa época. Panteras, creo que se disolvió. Los equipos bajaron un poquito de nivel físico y nosotros subimos un poquito el nivel.  En el 2000 perdimos en la final, ya no estaba ese entrenador, ese año yo me fui, y en el 2001se vuelve a ganar… 

Y fue ahí cuando dimos un poquito de bajón, porque muchos de nosotros ya teníamos una edad, y muchos tiros pegados y empezamos a flojear y ahí es cuando vino la sequía y cuando yo empecé de entrenador.

Aquellos años 90.

Billie: Y tú qué puedes comparar. Tú que jugaste a finales de los 90 y que entrenas ahora y llevas años y años entrenando ¿Qué diferencia hay entre el fútbol americano y los jugadores de futbol americano de finales de los 90 y los de ahora? ¿Ha cambiado mucho?

Calatayud: Bueno, ha cambiado la sociedad. Y eso siempre trae cambios. Ahora cambia todo y todo cambia mucho más rápido.

En aquella época los jugadores que jugaban lo hacían fundamentalmente por el contacto físico. Cualquier jugador que jugaba en esa época no jugaba tanto por el hecho del fútbol americano y lo estratégico sino más bien por el contacto físico, la agresividad.

Hoy día se juega mucho más a Flag, se ha ido evolucionando a un deporte menos físico y más técnico. Y eso es lo único, la gran diferencia. Entonces, yo recuerdo, había jugadores físicamente bastante grandes y de gimnasio, bien trabajados, pero técnicamente limitados. Y cuando se salía a Europa se notaba, no era por el nivel físico sino por ese nivel técnico que ahora sí tenemos.

Tampoco teníamos el acceso a la información que hay hoy, donde cualquiera tiene información sobre cualquier posición, sobre playbooks, conceptos…

En mis inicios de entrenador teníamos un grupo de entrenadores nacionales para acceder a los partidos de la NCAA. No sé cómo, no me lo preguntes, pero se compraban videos de los partidos y una persona se encargaba de grabarlos y repartirlos.  

Es cierto que había libros en inglés, pero los tenías que pedir para que te los enviaran… la información era muy, muy, muy escasa. Ahora tienes acceso a cualquier cosa, tienes vídeos explicativos, tienes mítines de entrenadores… Y estamos hablando de los dos mil y algo… ya ni te hablo de los 90, que no sabíamos ni los equipos que había en NCAA.

Calatayud, entrenador.

Oscar Calatayud en la side line

Billie: Y en 2005 te quitas la coraza y te sientas en el banquillo. ¿Fue una transición natural? ¿Era algo que tenías claro en tu última temporada, sabías que ibas a ir al banquillo?

Calatayud: No te sé decir, sí que había entrenado en las categorías inferiores y ese año fue el hundimiento económico del club por una mala gestión. Había una deuda bastante bestia y había que ayudar un poquito a José Luis y, los que nos quedamos, hicimos todo lo posible para mantener el equipo y poco a poco ir solventando esa deuda. Nos costó diez años.

En 2010, 2011, empezamos a contratar a más jugadores, ya teníamos un poquito más de oxígeno económico, pero estuvimos compitiendo siempre. El primer año sí que fue bastante difícil, pero en el segundo, con una nueva generación, nos metimos en la final. Y ahí siempre estuvimos compitiendo. Aunque no ganaras: competías. Intentábamos siempre estar ahí y eso fue creando una cultura de competitividad y de ganas de conseguirlo. Y fue en el 2014 cuando ganamos la liga.

Billie: Tu empezaste en el fútbol americano en el 1991, estamos en 2025, han pasado 34 años y Calata no ha dejado el fútbol americano. ¿A qué has tenido que renunciar por el fútbol americano y qué te ha dado?

Calatayud: Renunciar tampoco he renunciado a mucho, cuando te gusta algo no renuncias, simplemente, dejas de hacer otras cosas. Supongo que no he pasado tanto tiempo con mis amistades, pero bueno, también tengo una familia. Si me hubiera dedicado más a mi trabajo habría tenido más dinero, es posible, pero no me quejo. Y lo que me ha dado el fútbol americano es la disciplina, no tener vicios, capacidad de trabajo y de amor al deporte, intentar educar a otros… y para educar tienes que dar ejemplo.

Billie: Estás en el banquillo del 2005 al 2021, son 128 victorias, 41 derrotas, un empate y, aun así, para ganar el primer título pasa casi una década. Ya me has respondido un poco antes, pero… ¿cómo es ganar después de tanto esfuerzo?

Calatayud: La verdad es que nosotros, desde el 98, siempre nos hemos sentido ganadores. Sí que es cierto que cuando no ganas, teniendo esa actitud de ganador, es duro, pero, al final, sabes que ganar es culminar un proceso y el proceso puede tardar un día o puede tardar diez años. Pero, en todo ese proceso, en esos diez años tuvimos seis finales. Sí que jode, sí que es molesto, sí que es duro… pero fueron temporadas positivas. De hecho, en temporada regular quedábamos primeros o segundos.

Entiendes que el trabajo está ahí y solo tienes que dar ese último paso, culminar ese último momento, ese partido de play off que se te atraganta.

Además, los demás también hacen bien su trabajo. Valencia Firebats tenía bastante dinero, buena organización y rosters con muchos y buenos extranjeros. Contrataban muy bien y además tenían un grupo de chavales bastante bueno.

Entonces, la clave era seguir y esforzarte, esa era la disciplina que nos enseñaron y eso es lo que inculcábamos: esforzarte y competir.

Billie: Eso sí, una vez has encontrado la manera de ganar, consigues 6 títulos de Liga, cuatro consecutivos y 5 de Copa. ¿A ganar se aprende?

Calatayud: Se aprende a competir. Ganar es un resultado. Éramos un equipo competitivo, forjado a base de haberlo pasado mal y éramos un grupo de personas que querían competir, en cualquier momento y en cualquier circunstancia. Competíamos en los entrenamientos, competimos en los partidos,… Te conviertes, un poquito, en un poco psicópata de la competición. Incluso, llegó un momento en que nosotros jugábamos en Europa para poder perder, para poder mejorar, ¿no?, buscas competir y competir es jugar con otra gente que sea mejor que tú.

Al final, había temporadas en liga en las que un equipo que te plantaba cara, pero eran uno o dos e íbamos a Europa sabiendo que íbamos a perder, y muchas veces ganábamos, ¡eh!, pero íbamos con ganas de mejorar y para mejorar necesitas enfrentarte a equipos con jugadores mejores que tú.

Los años de Calatayud fuera de Dracs.

Billie: Y en 2021 sales de Badalona y te vas a a Mariners y luego a Grizzlies Catalans, a Perpiñán. ¿Por qué estás experiencias?

Calatayud: Bueno, después de 17 años y de una mala situación interna yo estaba muy cansado, Chus también estaba muy cansado. Los dos estábamos agotados y, bueno…, fue una situación complicada y se juntaron muchos factores que me llevaron a decidir dejar el equipo.

Piensas que, a lo mejor, tu camino está por otro lado y quizás también sea necesario abrir la puerta y que entre aire y venga alguien nuevo con otra manera de hacer las cosas. También por responsabilidad hacia el equipo (Dracs).

En principio, mi intención era hacer un parón, pero después de hablar un día con Daca, pues buscamos la manera de colaborar con Mariners y estuve ayudándoles porque yo solo iba a los partidos y no podía hacer el día a día. Quisimos probar esa fórmula y no sé si fue bueno o malo en algunas cosas. No fue una mala experiencia, pero no creo que fuera productiva, ni para ellos ni para mí.

Y de ahí, pues nada, decidí tomarme un parón. Mis hijos ya empezaban a jugar y yo ayudaba a organizar los equipillos en Dracs, yo siempre seguí en Dracs, aun estando en Mariners, siempre estaba ayudando en el flag o ayudando en el Cadete.

Y, en eso, me vino la oferta de Grizzlies. Sí, la verdad es que me apetecía un poco salir de nuestras fronteras y estar en otra liga distinta a la española.

Me lo ofrecieron y me cuadró en ese momento, aunque sabía que había una importante dificultad logística. Mi mujer lo vio bien, lo pude coordinar a nivel familiar y entrenar el cadete aquí y entrenar allá, pero fue duro.

Preparar entrenamientos, preparar la temporada, preparar los viajes, prepararlo todo,… se hizo bastante duro. Eran los siete días de la semana y los viajes eran 24 horas fuera de casa e incluso los partidos de casa a mí me suponían un viaje, ida y vuelta, de dos horas por trayecto.

Aun así, fue una buena experiencia, tuve unos chavales que eran una delicia y los jugadores eran muy buenos y con la organización, a nivel general, no me puedo quejar. Lo que pasa es que tengo el carácter que tengo y una manera de hacer las cosas y, como pasó en Gijón, son equipos que están mucho más aislados, tienen una cantidad de jugadores muy limitada y marcar cierto nivel de exigencia lo que conlleva es que en el corto plazo vas perdiendo efectivos. Los que se quedan están agradecidos porque ven que su esfuerzo se está premiando y están mejorando, pero el número de jugadores va menguando.

En Grizzlies me ofrecieron volver, pero yo les dije que no les interesaba que volviera porque necesitaban una vuelta de tuerca para aumentar el nivel y esa vuelta de tuerca podía poner en peligro la estabilidad del club.  

El verano de Dragons

Fuente: Facebook Barcelona Dragons

Billie: Y lo más acojonante, permíteme, Barcelona Dragons. Con lo que tú habías piado de ELF, ¿cómo acabas en Barcelona Dragons?

Calatayud: Bueno, yo no sé por qué la gente tiene esa impresión sobre eso…

Billie: Sí, yo lo digo por el tópico porque yo no te lo he oído nunca directamente, pero siempre se ha comentado.

Calatayud: Sí, lo que pasa que en este deporte hay mucha gente que habla mucho, es un círculo muy pequeño y hay mucha gente a la que le gusta amplificar un poquito en beneficio propio según qué cosas.

Yo no recuerdo haber dicho nada públicamente sobre la ELF. Yo únicamente he sido crítico, no con la ELF sino con ciertas organizaciones o personas que organizaban ciertos equipos de la ELF y fui crítico por las maneras, pero es que ya había sido crítico con esas personas antes de que estuvieran ELF.

Incluso yo recuerdo haber tenido conversaciones con jugadores que me preguntaron y les dije: – Mirad, mientras que no tengáis que poner dinero, es una experiencia de verano, al final estamos aquí para jugar al fútbol.

Billie: Pero… olvidemos el tópico y hablemos directamente de tu paso por Barcelona Dragons.

Calatayud: Sí, sí, sí,… pero yo te explico esto para que veas que se generó una bola y la bola se hizo gigante. A veces, echando mierda hacia mi persona, y perdí muchas amistades,… y esto generó que todo mundo dijera que yo era anti Dragons y yo no era anti Dragons, yo era anti las personas que estaban en Dragons. De ahí viene un poquito todo.

Al final, todos tenemos una responsabilidad, mayor o menor, en las situaciones en las que estamos metidos y yo tenía una responsabilidad con esos jugadores, aunque ya no fueran mis jugadores porque los conocía desde que eran críos, los he tenido en mi equipo. Y ves cómo están las cosas y aunque no eres el responsable, sí sientes que puedes echar una mano e intenté echar una mano, así llegué a Dragons

Billie: Ahora voy a ser yo el polémico. ¿Cómo viviste lo que desde fuera parecía un despropósito? Me refiero al día que Jason reúne a la plantilla y dice que no se va a cobrar, y se va el coach y desaparece la mitad de la plantilla y solo se queda la gente con la ilusión de tirar el equipo adelante pero más que nada por romanticismo, sin la posibilidad de competir.

Calatayud: Yo no sé lo que pasó antes y no quiero hablar porque no quiero hablar de oídas, nunca. Los entrenadores se fueron, sus motivos tendrían y los jugadores que se fueron, igual.

Yo no sé si has visto las entrevistas, pero el primer engaño es decir a la gente que son profesionales. Y claro, la opinión pública lo tomó como si yo estuviera recriminando a los chavales que se habían creído lo de ser profesionales y la gente sacó conclusiones, cuando yo no digo que sea malo no ser profesional. No es malo ser amateur.

Al final todo es perspectiva, los jugadores que se quedaron sabían que no iban a cobrar y venían felices a jugar. Los chavales que vinieron de Francia, venían con una sonrisa de oreja a oreja porque se les da la oportunidad de jugar a un nivel superior, y vinieron con ilusión y se lo pasaron teta la mayoría de los partidos porque ellos querían competir a ese nivel, y ahora discutiremos lo de competir que me has comentado antes.  

En la temporada de Terrassa hubo tres partidos ganados, tú me corregirás… En la última temporada de Dragons, con todo lo que hubo, hubo dos partidos ganados. Y en el último contra Milán se pudo ganar.

Después del partido contra Madrid, ¡con un solo entrenamiento! perdimos de cincuenta y vino el entrenador de Madrid Bravos a elogiarme y a decirme: -Oye, no sé cómo lo has hecho porque con un solo entrenamiento no ha estado tan mal, habéis competido, habéis movido las cadenas y habéis hecho esto y habéis hecho lo otro. La mitad del equipo, el día del partido, no sabía ni qué número ponerse y competimos.  

Y lo que hice es formar jugadores y muchas otras cosas más para que Dragons tuviera la oportunidad de poder continuar. Algo que no se ha dado. Le hicimos, la gente que se vinculó ese final de temporada y yo, el regalo más preciado, más que dinero, más que cualquier otra cosa: tiempo.

Le dimos tiempo a Robinson para que pudiera solucionar los errores anteriores, pero bueno,…  yo no sabía cómo hacerle entender a este hombre que le estábamos regalando un tiempo que valía oro.

Billie: A ver, yo, en síntesis, te aseguro que como aficionado lo que sentí es que con Calata volvió la dignidad a ese equipo porque ese equipo estaba a punto de perder la dignidad. Los que íbamos allí ya sabíamos a lo que íbamos y solo que el equipo saliera al campo para nosotros era toda una victoria.

Lo triste ha sido que lo que se hizo a final de temporada no haya valido para que este año la franquicia pudiera seguir, pero no hay ningún reproche.

Calatayud: Yo, al final, tampoco lo hice por Dragons, sinceridad me sobra, lo hice por lo hice por las personas que se habían vinculado antes y que habían perdido dinero, los jugadores que querían seguir y acabar la temporada y por los jugadores que en el futuro quisieran jugar y tener la oportunidad.

No ha sido así, no ha funcionado, pero si no lo intentas,… si lo hubiéramos dejado correr seguro que después del partido de Munich en casa, se había reventado la franquicia.

Lo que pasa es que la paciencia de la dirección de ELF pues tiene un límite y la verdad es que por lo que me comentaron, desde septiembre, desapareció esta persona. No le cogía el teléfono a nadie. Él se cogió sus vacaciones y se fue y cuando regresó le dijeron: -Oye, se acabó. Le dimos tiempo y él decidió gastarlo en sus vacaciones.

Volvamos al presente.

Billie: Y me quedan dos preguntas, pero llevamos casi una hora y me sabe mal. Ahora voy con la actualidad y también hablo con franqueza. Después de la final de Copa contra Black Demons, no sé a ti, pero a mí me da la impresión de que de que los roceños hoy por hoy son inalcanzables. ¿Está Dracs en disposición pelear por esta Liga?

Calatayud: Pues si no lo juego no lo sabré. Al final es lo mismo que ya te he comentado. El objetivo no es ganar, es competir. Y tienes razón, no competimos en la Copa. Por los motivos A, B o C no competimos. Pedimos sí, pero si no lo intento, si no lucho, … no voy a ganar.

Aprenderemos a luchar, es una nueva generación de chavales y la mitad del equipo tienen 20, 21 años. Necesitan mucho trabajo, necesitan mucha educación deportiva y muchas veces la educación deportiva viene con palos. Somos de un carácter difícil porque para estar en esto hay que tener mucho carácter y las personas con mucho carácter suelen aprender a base de palos o de errores, que es lo mismo.

Necesitamos trabajo, necesitamos un proceso, algo de suerte y tiempo. Lo bueno es que tienen los chavales es que, al ser jóvenes, aprenden un poquito más rápido y, a lo mejor, se reduce ese tiempo. La verdad es que tenemos un grupo con mucho talento, he quitado algunas personas que les estaba costando entrar en ritmo, entrar en disciplina de equipo y ahora, poco a poco seguiremos haciendo un trabajo educativo, que es un trabajo lento, arduo, duro. Al final hay que picar piedra para conseguir algo de oro.

No voy a meterle más presión a los chavales de la que ya les meto. O sea que, si competimos y vamos mejorando pues, a lo mejor, en uno o dos años tenemos un equipo competitivo porque la verdad es que tienen mucho talento.

Billie: Pues voy a cerrar con otro tópico, de buen rollo. Esa fama tuya de serio, de tosco, de cabreo fácil, de mucha bronca ¿Es una pose, lo exige el guion o es todo natural?

Calatayud: Es todo, todo lo que has dicho está todo ahí, es multi factorial. Al final tus experiencias te hacen y te forjan el carácter, para bien y para mal. Como ya te he dicho, he aprendido a palos y cuando aprendes a palos eres de “palo fácil”.

Siempre lo he resumido en el factor tiempo, para mí lo más importante en la vida es el tiempo y es lo único que pierdes y no vas a recuperar. Entonces entro en un en un pensamiento muy simple: No perder tiempo, y me voy a los extremos porque con las buenas palabras pierdes tiempo. Esto es lo que hay, así es cómo funcionamos y si te va bien… y si no pues te vas. Le das una, le das dos y a la tercera lo echas.

La gente, lo que ve es la seriedad llevada a un extremo y sé que a mucha gente no le gusta. Hay mucha gente que no piensa como yo y que piensa que a veces me paso y con toda la razón del mundo. A veces me vengo arriba y entro en el exceso y tienen razón. Pero volvemos, yo no soy un profesional y, a veces, se me juzga como si lo fuera.

A veces se espera de mi que sea la quinta esencia y sigo siendo una persona normal que tiene su trabajo y va a entrenar a un grupo de chavales para conseguir lo máximo con ellos. Y sé que podría hacer las cosas mejor, sí. Y lo intento, ¿eh? Intento mejorar siempre, pero bueno, sí, soy tosco y sí forma parte del plan y sí, es todo eso que me has preguntado. A todo te digo que sí, el porcentaje es ya más discutible.

Billie: Óscar, muchísimas gracias por tu tiempo y toda la suerte del mundo.

Quiero dar las gracias a Christian Llitjós que fue quien me ayudó a conseguir esta entrevista y a Óscar Calatayud que, en todo momento, me atendió con diligencia, con afecto y profesionalidad. Respondió todas mis preguntas por impertinente que fueran y me enseñó muchísimas cosas. Sin duda, muchas gracias, fue un lujo poder compartir ese largo rato con él y, es todo un lujo, tener personas así en nuestro tackle.

Billie Donarly | @donarly74