Este pasado sábado se jugaron en Badalona y Las Rozas, respectivamente, las semifinales de la LNFA que enfrentaban a Dracs contra Osos y Black Demons contra Reds. Doble enfrentamiento entre madrileños y catalanes que dejó una victoria para cada territorio y determinó los dos finalistas de la XXXI Spanish Bowl.
El primer partido camino a la XXXI Spanish Bowl
El partido en Badalona fue de los que hacen afición. El coach Calatayud tenía muy estudiado no solo a su rival sino a su propio equipo. Así, preparó un plan de juego óptimo, que maximizó las bondades de Badalona y minimizó sus carencias.

El match empezó con una jugada reversible, en su variante halfback option play. Pol Singleton recibió en escopeta, en lo que parecía una jugada clásica de run pass options. Singleton le dio la pelota al RB Keshawn Williams y la defensa de Osos se preparó para parar la carrera. Sin embargo, Keshawn levantó la cabeza y combinó con David Martínez, que transitaba solo por detrás de la defensa, y corrió para TD. No fue un gran pase ni una recepción muy ortodoxa, pero Badalona se ponía por delante.
Volvamos al plan de juego.
Una de las cosas que Badalona tuvo clara, desde el comienzo, era el peligro de Andy Vera en los retornos. De hecho, el primer kickoff de Dracs fue retornado de forma magistral por el cornerback de Osos. Solo un placaje, in extremis, del kicker local evitó un retorno para touchdown. Lección aprendida, a partir de ahí, Badalona no volvió a patear ningún balón retornable.
A los mandos de la ofensiva, Osos tenía al QB import Bryce Macina, que llevaba ya dos partidos sustituyendo a Norman Douglas. Esto era toda una incertidumbre en el ataque rifeño, pero , créanme, no estuvo nada mal. De hecho, fue capaz de combinar con su compatriota ‘Ricki’ Jones, rolar y hasta sumar yardas con sus piernas cuando la ocasión lo necesitaba.

Sin embargo, la defensiva de Dracs estuvo realmente precisa en su secundaria y muy disruptiva en el front seven. El partido de Álex Cerezo, Tom Gabarró y Érik Figueroa fue excepcional. No obstante, a pesar de destacar el papel de estos jugadores, fue una actuación muy coral de toda la defensiva. Los DB de Dracs cerraron todos los espacios y el pass rush badalonense superó la línea de Osos en diversas ocasiones y le puso muy difícil las cosas a los madrileños.
Volvamos al partido.
La ausencia de Middleton por lesión dejaba un enorme agujero en la línea ofensiva de Dracs, que ya arrastraba problemas esta temporada. Por ello, los de Badalona optaron por una ofensiva ágil y dinámica, tipo west coast, que sacara el balón rápido y moviera cadenas. Singleton recibía en escopeta y rolaba a derecha o izquierda buscando a David Martínez, Iu Alsina o Eloi Soler o dejando el ovoide a Keshawn para que éste sacara unas yardas. Así, Dracs se plantó en la redzone y anotó por segunda vez, 14-0, aún en el primer cuarto.
A partir de ahí, el partido se estabilizó. Empezó la guerra de trincheras, las penalizaciones y las correosas defensivas se atragantaron a las ofensivas y, salvo algún destello de los skill players, el partido se dirigía al descanso con mucha lucha y poco football hasta que Tann Davies lo cambió todo.
Dracs tenía posesión en 4&1 en su yarda 40 y solo quedaban dos minutos en el reloj. Aún así, Calatayud decidió jugársela. Ese fue, a la postre, el drive del partido. Dracs salvó el cuarto down con una carrera de Keshawn. Luego, consiguió seguir moviendo cadenas con una carrera en la que Tann Davies logró sumar yardas con literalmente cuatro jugadores de Osos abrazándolo y luchando por derribarlo.
Entonces volvió a aparecer el playbook de ‘Calata’.
4&3, dos receptores a la derecha y motion de Iu Alsina para situar tres receptores de ese lado y activar la trampa. La defensa de Osos se concentra en esa zona, pero Singleton pasa el ovoide a Ramir Tann Davies, completamente solo, en el lado contrario que entra al trote en la endzone. Touchdown para Dracs. 20-0. Descanso.
En la segunda parte vimos el partido que quizás todos esperábamos. Las defensivas apretando a los quarterbacks, cerrando espacios, peleando cada yarda y placando con contundencia. Mientras que, en el ataque, los jugones, buscan gaps y rutas menos vigiladas para mover las cadenas.
En Osos, la gran novedad fue la aparición, por fin, de Edu Pérez. Osos empezó a correr y la amenaza del juego de carrera dio más opciones a Bryce Macina para encontrar nuevos socios, entre ellos, Javier Ramos y Daniel Salazar. De esta manera, en su segundo drive, llegó el TD de Iordanov y Osos volvió al partido. Al mismo tiempo, la DL madrileña, con ‘Chiapas’ a la cabeza, empezó a poner en problemas a Pol Singleton.
Dracs sufría.
No obstante, al filo del último cuarto, una jugada de carambola en un balón que Daniel Salazar no logró atajar, acabó con el ovoide en las manos de Tom Gabarró. La interceptación local rompió el buen momento visitante y cerró las puertas de la remontada.
De hecho, con Osos jugando a la desesperada, el partido se rompió por completo y Dracs logró golpear dos veces más. La primera con un pase a cámara lenta de Pol Singleton a David Martínez. La segunda con una carrera de Keshawn Williams que decidió ser el protagonista de estos minutos finales. 33 a 7, todo decidido y Osos jugando solo por el orgullo, lo cual les honra.
Así se llegó al último drive, con Adrián Meléndez a los mandos de la ofensiva rifeña y Osos avanzando yardas por inercia y por penalizaciones. De esta manera, en la última jugada, con apenas cinco segundos, llegó el TD final de ‘Ricki’ Jones y el final del partido: 33-13, resultado que confirmó a los Dracs como finalista en la XXXI Spanish Bowl.

El segundo partido camino a la XXXI Spanish Bowl
En la otra semifinal, Black Demons no dio opción a Terrassa Reds. Con todo y antes de nada, hay que destacar la meritoria temporada de los egarenses que, el año pasado militaban en segunda división, y este año, no solo han conseguido mantener la categoría, sino llegar a los playoffs.
El partido comenzó muy plácido para Black Demons. En su primera posesión consiguió sumar su primera anotación con una carrera exterior de Gonzalo Haro tras un drive bien dirigido por Theo Landers.

Sin duda, Reds echó en falta a Pacheco al frente del equipo y tuvo que improvisar alternando a Rubén Beltrán y a Alpha Jalloh como mariscales de campo. El plan de juego de Reds pasaba, fundamentalmente, por alternar carreras de Take y Alpha y percutir y percutir. Sin embargo, los roceños no se dejaron sorprender a pesar del impulso de los runningbacks reds.
La defensiva egarense mantuvo el tipo y estuvo a la altura.
Con una línea de tres jugadores, Reds consiguió mantener a toda la OL local y buscar el blitz cuando la ocasión era propicia. Aun así, y aunque Theo Landers se comió algún sack y hasta un fumble, casi siempre el QB local sacó petróleo de las jugadas rotas y sumó muchas yardas de carrera.
El problema le vino a Reds en, precisamente, uno de sus puntos fuertes: equipos especiales. En un punt mal protegido, desde campo propio, Pablo de Diego consigue boquear la patada que finalmente será pelota recuperada por Black Demons. La ocasión la aprovecharon los roceños para anotar el 14-0 con una anotación en carrera de Dominic Coffman, al estilo bola de demolición.
La mala suerte se cebó con Reds al filo del descanso. Tras un fumble recuperado gracias al excepcional trabajo de la línea defensiva, por fin, Reds se encontraba en disposición de mover el electrónico. Terrassa en zona roja pero un pase de Rubén Beltrán es bateado por la defensa de roceña y recuperado por Sebas Bowen. Reds acababa de perder una oportunidad de oro para volver al partido.
Comienza la segunda parte
En el primer drive de la segunda mitad, Terrassa volvió a “llamar a la puerta” de Black Demons pero, finalmente, tuvieron que conformarse con un field goal que se ejecutó mal para desesperación de los egarenses. Por el contrario, en su siguiente posesión, Black Demons, en solo dos snaps, un pase a Jesús Pérez y una carrera de Theo Landers, se plantó en la zona roja y, nuevamente, el RB Domic Coffman, con paciencia, buscó, encontró el gap y anotó. 21-0.

Corría el reloj y el match entraba en el último cuarto lo que llevó a Reds, a la desesperada, a jugarse cuartos downs sin ningún éxito. Sin duda, no era el día de los egarenses. Black Demons se limitó a aprovechar las facilidades y jugar con inteligencia. Bien liderados por Theo Landers anotaron aún dos veces más en jugadas de carrera del quarterback local para dar la puntilla. 35-0 en El Cantizal y nueva final para los Black Demons que jugaran la XXXI Spanish Bowl.
Dracs y Black Demons jugarán la XXXI Spanish Bowl
La Spanish Bowl está prevista para el 3 de mayo y será la reedición de la final del año 2021 en la que Dracs se impuso a Black Demons. Aquel partido fue la última victoria de Badalona, que lleva tres años sin jugar la final. Por su parte, Las Rozas jugará su sexta final consecutiva e intentará renovar el título de liga por tercera vez consecutiva. Será entre los dos equipos que han dominado la LNFA,
Billie Donarly | @donarly74