Dice la Real Academia Española que la palabra renovar significa restablecer una cosa que se había interrumpido, sustituir una cosa vieja que ya ha servido por otra nueva de la misma clase o dar nueva energía a algo.
Exactamente todo esto es lo que necesitan los Jacksonville Jaguars. Aún quedan algunas semanas para que termine la temporada, además de los playoffs, pero como ya se viene diciendo desde hace mucho, los Jaguars son la mayor decepción de la NFL.
Estamos acostumbrados, sin duda, a temporadas decepcionantes de Jags pero esta se lleva la palma. No queremos entrar de nuevo ahí, la temporada se acabó semanas atrás para nosotros y ahora toca mirar hacia delante, como miran muchos otros equipos cada temporada en esta competición.
Así pues, necesitamos un gran plan de acción para la próxima primavera y verano.
Culpables
Creemos que lo primero que hay que hacer es buscar culpables. Sí, hay que mirar hacia delante. Pero para ello hay que quitarse la venda de los ojos. Hay que eliminar la mala hierba para tener un buen camino. Culpables en el roster, culpables en el staff técnico y culpables en la cúpula directiva.
Está claro que los principales culpables de lo vivido este año son estos 3 tipos: Dave Caldwell, Tom Coughlin y Doug Marrone.
Vamos por partes.
Un mal draft
El draft de 2018 no ha resultado todo lo satisfactorio que debe resultar un draft. Nuestro pick de primera ronda Taven Bryan ha pasado desapercibido durante todo el año, mostrando un nivel muy muy inferior al resto de la línea defensiva. Parecida situación tiene D. J. Chark que apenas ha dejado un par de destellos rápidos. Taner Lee fue un pick desperdiciado totalmente. Al menos nos conformamos con que Logan Cooke juega y con que Leon Jacobs ha mostrado fuerza cuando se le ha permitido. Y por supuesto con Ronnie Harrison, que ha desplazado totalmente a Barry Church de su puesto, tanto que hemos terminado por cortarle. Un sabor de boca agridulce para Jacksonville.
Doug Marrone y su gestión
El siguiente punto a tener en cuenta es la gestión que Marrone ha hecho del vestuario. El abusivo trash talk de Jalen Ramsey, la pelea a puñetazo limpio de Leonard Fournette contra los Bills, el caso Dante Fowler Jr. que acabó en los Rams o las fuertes discusiones que relata la prensa local tras acabar los partidos. Gota a gota el vaso se ha ido llenando. Parece que necesitamos un Bill Belichik que ponga firmes a estos jugadores, no solo con autoridad, si no en el plano psicológico. Ojo, esto sin comentar la fiestecita londinense…
Las decisiones puntuales que se han tomado tampoco parecen dejar en buen lugar a nuestro trío. A Bortles se le tuvo que sentar en medio de un partido a mitad de temporada. Buena noticia a priori. Pero luego se le vuelve a dar continuidad la semana siguiente.
Y no nos olvidemos que tenemos a Carlos Hyde en el roster, ¿lo sabíais? Dimos una 5ª ronda por él tras la lesión de Fournette. Algunos decían que era una ganga, otros que era pagar demasiado. Pero ese ya no es el caso, el caso es que no se le ha utilizado absolutamente. Hasta él se ha quejado a la prensa de las pocas carreras que le estaban dando.
Los jugadores, parte del problema
No podemos terminar de hablar de culpables sin nombrar a los jugadores.
El rendimiento ofensivo ha sido absolutamente nefasto. Tanto que ha llevado a la destitución del OC Nathaniel Hackett. La sensación en general es que este equipo está siendo incapaz de anotar más allá de alguna carrera de Fournette.
Pero claro, no olvidemos que nuestro QB es Blake Bortles. El año que se ha marcado es para olvidarlo totalmente. Claro, diréis vosotros, es Bortles, ¿qué esperabais? Pues esperábamos al menos que pudiese lanzar, qué remedio, desde los altos estamentos se confió en él un año más, pues nosotros como seguidores debíamos apoyarlo a muerte. A todos nos han engañado, tanto él, como quienes lo han mantenido ahí.
El rendimiento defensivo ha sufrido una merma demasiado importante. Sabíamos que mantener el nivel era muy complicado pero ese front seven, esa secundaria,…. Hay que pedirles más, mucho más.
Sabemos que no sirve de excusa, pero sí, vamos a culpar a las lesiones. Lo que nos ha pasado desde la preseason ha sido totalmente desproporcionado. Marqise Lee, Leonard Fournette, Cam Robinson, Andrew Norwell, Brandon Linder, Austin-Seferian Jenkins, o Josh Wells son solamente algunos de los lesionados este año, y todos ellos son número 1 en su puesto dentro de nuestro roster.
¿Hacia dónde vamos?
Lo segundo es discernir qué Jaguars queremos ser la próxima temporada, cómo queremos jugar y a qué queremos aspirar.
Podemos volver a ser los Sacksonville, o no. Dependerá mucho de los jugadores que tengamos la próxima temporada. En este pasado verano, además de los rookies, no tuvimos grandes movimientos en el vestuario, pero todo parece indicar que este año no va a ser igual.
Somos un equipo altamente influenciado en la defensa. Y eso está bien, hay que tener algún tipo de personalidad, y si nosotros nos centramos en la defensa, adelante con ello.
Las defensas ganan campeonatos.
Al principio de temporada le pedíamos a estos Jaguars que tuviesen personalidad, que se creyesen que lo del año pasado no fue un espejismo y que tenían la capacidad real de llegar a la Super Bowl. Pues ni empezar ganando a Giants y Patriots ha servido para que en la franquicia hubiese una fortaleza psicológica que llevase al equipo hacia delante. En algunos momentos hemos parecido un chiste, y eso es lo que no nos podemos permitir en 2019. Si no podemos llegar a la Super Bowl pues no se llega, pero lo de dar asco en el terreno de juego está muy visto.
Nombres propios de Jacksonville en 2019
Tercero y último será hablar de nombres específicos, los nombres de las personas que deben volver a poner a Jacksonville cuanto menos en la situación del 2017.
Si fuese por nosotros nos cargábamos al trío anteriormente mencionado desde ya.
Tom Coughlin es toda una institución en el football. Pero toda una franquicia no debe basarse ya en su pensamiento. Se le nota demasiado el desgaste, no olvidemos que el próximo verano cumplirá 73 años.
Dave Caldwell, nuestro GM, es el responsable directo de nuestro penoso año. Claro, muchos diréis que también fue el responsable directo del magnífico año pasado. Por supuesto, pero esto es así. Si funcionas correctamente sigues, si fracasas fuera.
Doug Marrone no nos parece para nada un mal entrenador, pero el vestuario y el juego del equipo se le han ido de las manos. Ha cumplido un ciclo y no se le ve con la chispa y la frescura que se pueden encontrar en otros HC.
En cuanto a jugadores hay varios aspectos claros.
El cortar a Barry Church o Niles Paul antes de acabar la temporada es una idea lógica. Acabar con Bortles es imperioso. Si no lo hacemos este verano es para que nos quiten la franquicia directamente. Renovar a jugadores clave es el próximo paso. Ramsey, Ngakoue o Jack son pilares en los que fundamentar nuestro juego y deben quedarse en Jacksonville mucho tiempo. Tenemos un equipo joven y ese es el primer paso para construir algo fuerte y duradero. La primera piedra está colocada, ahora hay que jugar a ser constructores.
Para terminar vamos a hablar del draft. Suponemos que vamos a tener un primer pick muy alto por lo que tenemos que luchar en primera ronda por el mejor QB de la nueva camada. Se habla de Justin Herbert, Dwayne Haskins o Drew Lock.
Además los otros picks bien deberían ser un OL, un TE, un WR, un S y algún DT o DE, pero esto es algo de lo que hablaremos en los próximos meses cuando se confirme nuestra posición y la totalidad de jugadores que se presentan en esta edición.
Sabemos que no vas a leer esto Shahid Khan, pero déjate de historias en Londres y de retorcer tu bigote, mejora a esta franquicia. No hace falta que aspiremos a Super Bowl cada año, pero lo de dar vergüenza tampoco.
Toca levantarse, toca resurgir, pensar que esto sólo ha sido un traspiés, un año malo, si no nos costará horrores volver a ser un equipo ilusionante y los rivales divisionales nos pintarán la cara cada año.
Duval Till We Die.
Myles Jack wasn’t down.
Edu Cabañero (@eduarhellin) y Loren Jaguars (@PepicoJags)
?????
Te lo dice un fan patriota