Hace mucho que la credibilidad que le doy a PFF es igual a 0. Aunque sea uno de los muchachos de mi equipo el que es catapultado a la cima de una de sus estadísticas, que sucede muchas veces, al igual que con el resto de equipos, no le hago el más mínimo caso e ignoro la noticia y no la comparto. Y es que lo que hace PFF es surrealismo de alto copete, con el único propósito de vender, y muy caras, sus estadísticas, pues es puro negocio.
Entre sus trillones de estadísticas, algunas de un absurdismo excelso, hay para todos, hasta el punto de que parece increíble cómo equipos nefastos, con apenas victorias, y que sin embargo tienen a muchos jugadores liderando muchas de ellas, no son serios aspirantes al campeonato. Tener a todos contentos y tener a los fans de las treinta y dos franquicias pagando su cuota es su único objetivo.
Le han dado una vuelta de más a la rosca de las estadísticas avanzadas, y cuando se le da una vuelta de más a una rosca ya sabemos todos lo que pasa. Es un total sin sentido que hace mucho daño a este gran deporte que es el football, hasta el punto de que me atrevo a decir que si no existiera PFF, Tyrod Taylor, QB de los Buffalo Bills, ya no estaría en la liga.
Lo de Taylor es el caso más flagrante y sangrante de lo que son realmente las estadísticas de PFF. Según ellos, Taylor es el mejor QB de la liga tras Aaron Rodgers. Obviamente ahí algo falla.
Constantemente sale liderando sus estadísticas y venden una imagen totalmente surrealista de lo que es el jugador, la cual muchos fans y “superanalistas especializados” se creen. Y no sólo ellos, sino también muchos técnicos, pues de lo contrario Taylor no estaría ya en la liga. Aunque en realidad es una espiral provocada por PFF. Primero hubo alguien que lo puso a jugar sin la necesidad de creerse ninguna mentira, un incompetente como los hay, y muchos, en la liga, pese a su suprema profesionalización, pues incompetentes los hay en todas partes y en las mejores familias. Ese incompetente se llama Rex Ryan, y ya no está en la liga y jamás lo volverá a estar como HC; ahora es comentarista y peleador de bar (no olviden su último episodio en el contexto de la Final de la Copa Stanley, en Nashville) .
Luego, ya sí, PFF encumbra a Taylor con sus estadísticas, consecuentemente lo hacen también muchos “superanalistas especializados”, que la NFL da para alimentar muchas bocas y no todas ellas van a ser de sibaritas. Acto seguido los fans se vuelven locos con el gran QB, a continuación aparece un contrato, y la falta de talento en la posición y el «más vale malo conocido…» hacen el resto.
Pero no hace falta ser un genio del football y ni ver una sola estadística para darse cuenta de que Tyrod Taylor es un auténtico petardo. Tan sólo hace falta verle jugar un rato, ahí inmerso en una indecisión total constante, y totalmente incapaz de ver a los receptores totalmente desmarcados pese a tener todo el tiempo del mundo gracias a una muy buena línea, para darse cuenta de que no es ni siquiera un QB, sino un RB jugando de QB en una jugada de engaño constante.
Afortunadamente no durará mucho más en la liga, no le doy ni seis partidos más como titular, pero ya ha durado demasiado, y quien sí va a seguir ahí vendiendo mentiras es PFF.
Por @Soy_Sejiro
Edición @chonet
Colaborador de @buffalobillsCL