¡No duden! Deben ir a los London Games de la NFL

¡NO DUDEN! DEBEN IR A LOS LONDON GAMES DE LA NFL

Un debut siempre es algo emocionante. Hay mil maneras de estrenarte. Puede ser como lo hacen los jugadores universitarios que dan el salto a la NFL. A ellos les selecciona una franquicia, la liga les elige el calendario y el entrenador decide que día pisarán por primera un terreno de juego. En cambio, debutar como aficionado es muy diferente. Tu eres el que eliges de la franquicia que vas a ser, seleccionas el partido que vas a ver y el escenario en el que quieres estrenarte. En mi caso, mi primer partido de la NFL ha sido en Londres, en el nuevo e imperial estadio del Tottenham y en un duelo entre los Chicago Bears y los Oakland Raiders. Un estreno formidable, porque tuvo de todo, desde el viernes que llegue a Londres hasta el domingo cuando salí del estadio. 


Nada más llegar al centro de la capital de Inglaterra se respira el ambiente de NFL. Merchandising de todas la franquicias que portaban muchísimos aficionados. Especialmente dos destacaban por encima del resto: la de Oakland Raiders y Chicago Bears. Es lógico, eran los dos equipos que abrirían los London Games 2019. Mientras paseaba por la ciudad londinense escuchabas todo tipo de comentarios: “Skol Bro”, “Fuck Patriots” o “Go Bears”, fueron algunos de los más repetidos. Era un ambiente americano en un escenario británico, algo verdaderamente increíble. 

 

Visita obligada: Los pubs oficiales de los equipos

El primer lugar donde decidí parar a tomar una cerveza fue The Admiralty, el pub que se encargó de recoger a los fans de Raiders. Allí, aficionados de todos los equipos. Primero dos suecos disfrazados de obreros y con las camisetas de los Dolphins. La protesta era clara: “cerrado por obras”.

Fuente: @Probowlers7

Otros de Redskins cantaban la famosa Redskins Fight Song, como si estuvieran en el Fedex Field. Mientras tanto, los aficionados de Raiders esperaban impacientes a que por Trafalgar Square apareciese una camiseta de Chicago para abuchearla. La cerveza barata, la verdad que estando en un bar que se comportaba como la casa de una franquicia me lo esperaba algo más caro, pero seis libras por una pinta no me pareció descabellado. 

Al día siguiente tocó ir al The Barrowboy, el bar que acogió a los fans de Chicago Bears. El ambiente era distinto, algo tendría que ver que fuese sábado. El pub inglés, que se encuentra en frente del London Bridge, estaba abarrotado. Lo más sorprendente fue ver camisetas de todos los equipos dentro del local. Sobre todo elásticas de rivales divisionales como Vikings o Packers, los cuales son rivales históricos. Cada 25 minutos todo el bar cantaba “Green Bay Sucks”, los aficionados de Packers se reían y las cervezas seguían siendo síntoma de celebración.

Entre pinta y pinta, los empleados del bar se dedicaron a repartir merchandising de los Bears. Camisetas, pósters, bufandas, llaveros… Todo eso so recuerdos que nos llevamos los aficionados a casa. Más tarde, en torno a las 23:30, me reuní con los compañeros de Spanish Bowl. Como los pubs cerraban sobre esa hora, fuimos al casino. Es una opción fantástica a la hora tomar algo y ver football universitario. 

Domingo, el gameday

Pero vamos con lo importante del fin de semana: el partido. Nada más llegar a lo que antiguamente se conocía como White Hart Line había un paseillo con carteles de la NFL hacia el nuevo estadio del Tottenham. Allí apenas puedes encontrar zonas de juegos organizadas por la NFL, pero tienes multitud de supermercados y pubs para hacer la previa que tanto gusta al público español. En los aledaños del estadio se encuentra la tienda oficial del Tottenham, pero en esta ocasión estaba ocupada por todo el merchandising de todas las franquicias de la NFL.

Si el próximo año tienes la posibilidad de ir, guarda media hora para visitar la tienda, porque entre tantos productos vas a enloquecer. Aunque veas que dentro de la tienda puede haber mucha gente y largas colas, no te alarmes. En cada pared, donde se encuentran un determinado número de productos, suele haber una caja rápida donde te cobran al momento. 

Finalizado el tour por los exteriores del estadio, es momento de entrar al mismo. Pasas dos arcos de seguridad: en el primero te leen la entrada; y en el segundo te cachean y te retiran todas las pertenencias con las que no puedes acceder al estadio. A mi me quitaron un paraguas que me había costado 15 euros en una tienda de souvenirs. Además, si quieres acceder al estadio con una mochila o un bolso, esta tiene que ser transparente, si no tienes, en la NFL Shop la puedes comprar por siete euros con el logo de la liga o de cualquier franquicia. 

Nada más entrar al nuevo estadio de Tottenham te encuentras un edificio moderno, inmenso, increíble y reconvertido a un campo de football. Si lo miras con detenimiento verás las cuatro pantallas enormes donde verás repeticiones de otros partidos o las jugadas más polémicas que se produzcan en el partido. Yo aún recuerdo el catch de Robinson, el challenge de Gruden y la celebración de la fanaticada de Bears al ver que era completo. 

Otra cosa de las que más impactan al entrar es el gallo de oro que preside el estadio en lo más alto del techo. Un gallo que lleva desde 1921 en el club londinense. Que no es uno cualquiera, sino uno de pelea. Una ave que da el nombre de Spurs al Tottenham, ya que hace alusión a los espolones que se le colocaban en las patas a los gallos de peleas. Historia que contó de forma más amplia Marcos Martín Reboredo aquí. Este ave representa la batalla y no hay mejor forma de custodiar lo que se vive en un campo de football. Una guerra entre dos franquicias, dos ciudades y miles de aficionados de todo el mundo. 

https://twitter.com/probowlers7/status/1180878598158405633?s=20

Ganaron los Raiders, como ya sabéis. La diferencia de ver fútbol americano en directo es la velocidad. El movimiento de las defensas, de los ataques, todo. Lo que más me sorprendió fue ver a Josh Jacobs en directo. Menudo animal, qué portento físico y qué pedazo de running back vamos a disfrutar los aficionados de la NFL durante los próximos años.

Por último, no todo es maravilloso. Hay cosas del evento que no me gustaron, realmente, una en concreto. Me compré una pinta en el estadio por seis libras, no fue caro, ya que fue la media que pagué en cualquier pub de Londres durante el fin de semana. Lo que no me gustó, se que me enrollo más que las persianas, fue la forma rara que tienen en el estadio de tirar la cerveza. A lo mejor ustedes ya lo han vivido, ponen el vaso y desde abajo se va llenando el recipiente. ¿Resultado? Colas interminables, toda la barra inundada de cerveza y una cerdada de servicio que a la cuarta ya se te había olvidado. El resto fue un fin de semana increíble.

 

EXTRA POINT

En esta parte voy a contar una pequeña anécdota que me sucedió y quiero compartir. Normalmente no me considero un tío con suerte, aunque mis amigos piensen lo contrario. En mitad del partido, una aficionada rubia, de metro setenta, de la cual me enamoré durante unos segundos hasta que me confesó estar cansada, me susurro al oído: “tu camiseta es la más bonita del estadio”. La camiseta era la de Adam Thielen de los Vikings.

Estuvimos hablando un rato. Me preguntó si había estado en el U.S. Bank. Yo la respondí sinceramente: que no tenía el placer, pero es uno de mis sueños. Aquí se alinearon todos los astros para lo que ocurrió a continuación. Ella me habló de su marido, el cual por las fotos que me enseñó, tenía un cargo importante en la franquicia de Minneapolis. Me dio su Instagram y me dijo que cuando fuese a Minnesota la escribiese y me daría entradas gratis para cualquier partido. No creo que sea un tipo con suerte, aunque todavía me arrepiento de no haber comprado un boleto de la lotería aquella noche. 

Hasta aquí mi `pequeño’ diario sobre mi fin de semana en los London Games, a todo el que pueda le recomiendo ir. No duden, si te gusta la NFL, o si te está empezando a enamorar, este evento te alucinará. 

@LuisBustos8