Pasado ya el mes de competición en la NFL, la semana cinco comienza a colocar a cada equipo en su lugar. Las sobrerreacciones van mermando mientras que las certezas sobre la situación de cada franquicia van aumentando. Desde Spanish Bowl, como todos los lunes, os traemos lo mejor y lo peor de la jornada dominical con héroes y villanos.
Los héroes de la semana
Buccaneers vs Seahawks, no solo el mejor partido de la semana, si no de todo el año
El enfrentamiento entre las dos mejores equipaciones de la liga trasladó esa calidad directamente al campo. El partido entre los Tampa Bay Buccaneers y los Seattle Seahawks fue un regalo para los aficionados, una oda al fútbol americano. El partido tuvo de todo y fue igualadísimos hasta el último segundo, en el que los Buccaneers consiguieron llevarse la victoria de Seattle por 38-35.
La primera parte fue más dura para los ataques, las defensas dominaron y pudimos ver un partido muy físico por parte de ambos equipos. Sin embargo, en la segunda mitad, quizás debido al cansancio desarrollado por las defensas en la primera parte, el encuentro enloqueció. Comenzamos a ver jugadas explosivas en ambos lados, completando terceros downs larguísimos. Por el lado de Tampa, Baker Mayfield no tenía que complicarse la vida, tan solo debía lanzar el balón allá donde estuviera su receptor rookie, Emeka Egbuka. Y vaya si les funcionó. El rookie, ya estrella, completó un partido para 163 yardas y un touchdown.
Mientras que Seattle siguió una estrategia similar. Sam Darnold conectó constantemente con Jaxon Smith-Njigba. El receptor terminó con 132 yardas de recepción y un touchdown. Pero además, los Seahawks también dañaron a sus rivales mediante el juego de carrera, con un Kenneth Walker III muy efectivo que terminó con 8,6 yardas por acarreo.
Finalmente, Tampa logró empatar a solo un minuto del final. Por lo que Seattle tenía la oportunidad de, en apenas un minuto, llegar a zona de field goal range para poder chutar una patada y hacerse con el partido. Sin embargo, nada más comenzar este drive decisivo, Sam Darnold lanzó una intercepción que otorgó a Tampa una posición de campo privilegiada. Tras esto, los Bucs solo que tuvieron que correr un par de veces para gastar el reloj y anotar el field goal definitivo que les dio la victoria.

La línea ofensiva de los Colts asfalta el camino para su equipo
Los Indianapolis Colts arrasaron por completo a unos inoperantes Las Vegas Raiders, llevándose la victoria más abultada de la jornada (40-6). Los Colts ya han demostrado ser un equipo muy serio, su única derrota esta temporada llegó la pasada semana frente a los Rams, uno de los mejores equipos de la NFC. Por lo que esta jornada, frente a un rival muy inferior como Las Vegas, no quisieron dejar ninguna duda. El equipo estuvo excelso a ambos lados del balón. Pero se debe resaltar la importancia de tener una línea ofensiva tan dominante como la de estos Colts. Y por ello destacamos a esa unidad, dentro de todo el equipo, en los héroes de la semana.
Y es que el trabajo tan eficaz de la línea ofensiva de Indianápolis se ve directamente reflejada en las estadísticas del resto del equipo. Daniel Jones volvió a sentirse tremendamente cómodo en el pocket, con todo el tiempo del mundo para encontrar a sus receptores. De hecho, no condedieron ni un solo sack en todo el partido a una defensa en la que juega Maxx Crosby. Pero es que también dominaron al front seven rival en el juego de carrera. Jonathan Taylor anotó tres touchdowns y, sin quitarle mérito al corredor, en cada jugada parecía que tenía una autopista por delante con los tremendos huecos que abrió su línea ofensiva.

Drake Maye y Stefon Diggs convierten a los Patriots en un equipo muy competitivo
La mayor sorpresa de la jornada llegó en el Sunday Night Football. En un partido muy competido, los New England Patriots se llevaron la victoria por 23-20 frente a sus rivales divisionales, los Buffalo Bills, dando un golpe sobre la mesa en esa AFC Sur. La defensa de los Patriots supo controlar todo lo posible al ataque excelso de los Bills. Sin ser un mal partido de Josh Allen, los de New England lograron limitar sus virtudes, llegando a interceptarle y provocarlo un fumble en una de sus carreras. Pero sobre todo eso último, Josh Allen no estuvo tan cómodo como está habituado a salir del pocket y ganar yardas con sus piernas.
Mientras que la defensa de Patriots aguantó todo lo posible, el ataque aprovechó esa oportunidad para poder llevarse el partido. Los entrenadores de New England tenían claro que el punto más débil de los Bills es su secundaria, por lo que su plan de partido se basó en atacar esa flaqueza. Drake Maye cosechó un partido de quarterback de mucho nivel, haciendo que su equipo avanzara downs de manera constante y fluida. Pero lo más destacado fue la conexión que tuvo con Stefon Diggs. El receptor atrapó el balón en 10 ocasiones para 146 yardas y fue la pieza fundamental para que el ataque de los Patriots pusiera puntos en el marcador frente a uno de los rivales más duros de toda la NFL.
Los villanos de la semana
Unos Baltimore Ravens indefensos
Antes de comenzar la tempoarada, nadie se hubiera ni tan siquiera atrevido a pensar que, tras cinco semanas, los Baltimore Ravens son uno de los peores equipos de la NFL. Pero la realidad es esa. Esta jornada fueron vapuleados (44-10), por unos Houston Texans que tampoco llegaban como uno de los equipos tops de la liga.
De hecho los Texans venían demostrando tener un pésimo juego de ataque, nulo por el aire. La línea ofensiva colapsaba y Stroud debía huir del pocket constantemente, sin tener receptores abiertos a los que lanzar. Pues frente a este ataque, la defensa de los Ravens solo pudo sucumbir y recibir 44 puntos. C.J. Stroud recibió cero presión, pero es que la secundaria de Baltimore fue un auténtico coladero. Aparecían receptores abiertos de los tejanos en todas las partes del campo.
Es cierto que los Ravens cuentan con muchas bajas, como la de Madubuike en la línea defensiva y, sobre todo, la de su quarterback estrella, Lamar Jackson. Pero con un récord de 1-4 y sin Lamar tampoco en la próxima semana, quizás es hora de replantearse en Baltimore, no solo a donde van esta temporada, que ya pinta mal, si no a dónde va este proyecto. Una situación difícil en la que los Ravens no se han visto en los últimos 20 años.

Arizona tirando partidos a la basura
La imperiosa habilidad de los Arizona Cardinals para tirar por la borda partidos que tienen ganados, debía de formar parte de los villanos de la semana. Ya les pasó hace un par de semanas frente a los Panthers y en esta, le regalaron su primera victoria de la temporada a los Tennessee Titans.
Para entender la magnitud de la atrocidad cometida por los Cardinals hay que saber el contexto. En el último cuarto, ganando por 21-6, el corredor de Arizona, Emari Demercado, iba llegando a la zona de anotación completamente solo. Pero justo antes de entrar, cometió el mismo error fatal que Adonai Mitchell la semana pasada con los Colts, y soltó el balón. Este entró suelto a la endzone, por lo que no fue un touchdown, fue un touchback y los Titans recuperaron la posesión. En el siguiente drive, Tennessee anotó un touchdown pero aún así falló el punto extra, por lo que seguían nueve puntos por detrás. Es decir, a dos posesiones.
En el próximo drive de los Titans, Cam Ward lanzó una intercepción en la redzone (últimas 20 yardas), pero el mismo jugador de Arizona que lo había interceptado perdió el balón de las manos, lo que supuso un fumble. El balón, suelto, fue recuperado en la zona de anotación por un jugador de los Titans, por lo que marcaron otro touchdown. En el siguiente drive, los Titans volvieron a detener a un ataque de Arizona completamente extinto. A continuación se acercaron a field goal range, en la última jugada del partido anotaron la patada y se llevaron su primera victoria del año. Una auténtica calamidad la actuación desempeñada por los Cardinals en el último cuarto.

El exceso de confianza de los Philadelphia Eagles
Los Philadelphia Eagles volvieron a cometer el mismo error que les llevamos viendo durante toda la temporada. Pero en esta ocasión, por primera vez, sí les costó la victoria. Los Denver Broncos remontaron a los vigentes campeones de la NFL y se hicieron con la victoria final por 21-17 frente a los Eagles. Philadelphia dominó los tres primeros cuartos, pero en el último, puede que debido a un exceso de confianza, desaparecieron del partido y se dejaron remontar.
Los Eagles comenzó el partido tan dominante como siempre. De hecho, ante una de las mejores defensas de la liga, decidieron atacarles con el juego aéreo que tanto se les critica. Jalen Hurts conectó con varios bombazos con Devonta Smith y Saquon Barkley. Mientras que la defensa hacía de las suyas y no dejaba ni respirar a Bo Nix. Con esto, los Eagles llegaron al último cuarto con una ventaja de 17-3.
Sin embargo, en el cuarto decisivo, en el último, todo cambió. El front seven de Philly dejó de presionar a Bo Nix y, principalmente, se vio dominada por la línea ofensiva de Denver en el juego de carrera. En cuanto al ataque, también desapareció. Ni Saquon Barkley, ni Jalen Hurts, ni los receptores, ni la línea pudieron hacer de repente que esa ofensiva avanzase. Con todo este combo, los Broncos lograron anotar 18 puntos en el último cuarto y dejar a cero a sus rivales. por lo que se llevaron, además de la victoria, el hasta ahora invicto de los Eagles con ellos.