La temporada 2025 será decisiva para los Chicago Bears, no solo por lo que ocurra en el campo, sino por lo que representa fuera de él. La franquicia ha decidido apostar fuerte por un núcleo que, guste más o menos, marcará el futuro inmediato: Caleb Williams como quarterback, Ben Johnson como head coach y Ryan Poles como general manager. Este último ha sido recientemente renovado hasta 2029, alineando su contrato con el de Johnson y dejando claro que los Bears quieren estabilidad en su nuevo proyecto. La pregunta es: ¿han acertado?
La Gran Apuesta de los Bears
Caleb Williams: talento, presión y necesidad de contexto
Poco hay que explicar sobre la expectativa que recae sobre Caleb Williams. Elegido con el pick 1 del Draft de 2024, fue presentado como el próximo gran quarterback generacional. Pero en su año rookie, los resultados fueron frustrantes: Chicago vivió una temporada caótica, Jayden Daniels brilló en Washington y la sensación general fue de oportunidad perdida.
Eso sí, los Bears han hecho los deberes esta offseason. La llegada de Ben Johnson, considerado uno de los mejores cerebros ofensivos de la NFL, supone un cambio de paradigma total respecto a Matt Eberflus. Su principal talón de aquiles, la línea ofensiva, fué renovada de inmediato en la agencia libre con veteranos contrastados como Joe Thuney, Drew Dalman y Jonah Jackson. Y el cuerpo de receptores se ha reforzado con jugadores como Colston Loveland y Luther Burden III que se suman a otros ya presentes como DJ Moore, Rome Odunze y, el Tigh End, Cole Kmet.
Por eso, muchos sostienen que este año no hay excusas para Caleb.

Pero conviene recordar algo: todo este entorno necesita tiempo. Tres titulares nuevos en la línea ofensiva. Receptores novatos. Sistema completamente nuevo. La adaptación no es inmediata, y aunque el talento esté ahí, exigir rendimiento de élite en septiembre puede ser más un deseo que una realidad. La NFL no da muchas oportunidades, cierto, pero también hay que evitar matar proyectos antes de que puedan consolidarse.
Ryan Poles: ¿renovación merecida o decisión precipitada?
La otra gran noticia ha sido la extensión de contrato de Ryan Poles. El General Manager, responsable de haber traspasado a Justin Fields y de apostar por Williams, ha sido renovado hasta 2029, coincidiendo con la duración del contrato de Ben Johnson. El mensaje es claro: los Bears quieren una estructura estable, un proyecto unido y un liderazgo común. De hecho, fue el propio Ben Johnson quien pidió esa alineación institucional, siguiendo el modelo que vivió en Detroit junto a Brad Holmes y Dan Campbell.

Ahora bien, hay que decirlo claramente: si uno repasa el historial de Poles, cuesta encontrar méritos como para firmarle cinco años más. En sus tres años como General Manager, ha acumulado un récord de 15-36 con cero apariciones en Playoffs. Es cierto que no es justo achacarle eso porque cuando llegó, la franquicia era un auténtico solar. Si bien ha tenido aciertos, su legado hasta ahora deja más sombras que luces.
Es entendible querer dar estabilidad al nuevo proyecto, pero eso no debería confundirse con premiar la mediocridad. Por eso, este puede ser punto crítico en esta gran apuesta de los Bears.
La Gran Apuesta de los Bears: Un núcleo sólido… al menos sobre el papel
La idea es buena: Quaterback, Head Coach y General Manager alineados, con contratos similares, visión compartida y objetivos a largo plazo. Eso en teoría es una ventaja competitiva. Pero en la NFL, la teoría dura lo que dura la primera racha de derrotas. Si Caleb Williams no responde, si Ben Johnson no logra instalar su sistema ofensivo o si las nuevas piezas no encajan, toda estagran apuesta de los Bears puede volverse contra ellos en cuestión de meses.
La temporada 2025 será la prueba de fuego. Por talento, Chicago tiene armas para competir. Ya lo demostró la temporada pasada. Pero este equipo no puede permitirse repetir los errores. Y si el plan falla, el argumento de la “estabilidad” no servirá para calmar a una afición que ya ha tenido demasiada paciencia.
Iván López | @ivanlpnfl