Muchos son los adjetivos oídos por los aficionados de Buffalo Bills -durante buena parte de la etapa del ex-coordinador ofensivo Brian Daboll- para intentar justificar algunas derrotas. También, para intentar excusar al equipo en ciertos fases de la temporada regular y, posteriormente, durante los playoffs, fases todas en las que el juego brillaba por su ausencia. Algunas de las frases que más se oía entre la Bills Mafia aducían a la falta de equilibrio entre el juego de carrera y pase, equipo poco balanceado, falta de armonía en la ofensiva…
Lo primero que quiero explicar es que los datos que voy a ir dando, a continuación, los he ido sacando de las diferentes páginas de futbol americano y he intentado ser lo mas riguroso posible, puesto que entre estas mismas paginas hay datos que difieren unas de otras.
Lo segundo que quiero manifestar es que, para contabilizar los diferentes datos de las 32 franquicias e intentar evaluar el equilibrio entre el juego de pase y de carrera, he contabilizado todos los acarreos de todos los jugadores del equipo, independientemente del número de yardas -aunque haya acarreos con pérdida de yardas- y tampoco teniendo en cuenta la posición del jugador en el equipo (ya sea QB, RB, FB…). Además tengo en cuenta el número de intentos de pase de todos los quarterbacks del equipo, obviando las jugadas de pase que no resultaron efectivas, ya fuera por drops o malos lanzamientos del QB. Es decir, no tengo en cuenta todos los intentos de pase.
Por último, voy a hablar directamente de la diferencia entre acarreos e intentos de pase con un numero. En los casos en los que haya más acarreos que pases, pondré el signo negativo.
Una vez analizados los datos de las 32 franquicias, la diferencia entre los intentos de pase y los acarreos durante la fase regular de Buffalo Bills serían de 194 pases más que acarreos. Por consiguiente, ocuparíamos el puesto número 25 en equilibrio juego de pase/carrera, solo superados por Jacksonville Jaguars, con 212; Las Vegas Raiders, 214; New York Jets, 223; Kansas City Chiefs, 244; Los Angeles Chargers, 251; Pittsburgh Steelers, 253, y Tampa Bay Buccaneers, con 346.
Solo ha habido 3 equipos de las 32 franquicias en las que el número de acarreos ha sido superior al número de intentos de pase: Philadelphia Eagles y New Orleans Saints, con -6, y Tennessee Titans, con -16.
Los Buffalo Bills ocupan, con 655, el quinto lugar en intentos de pase, solo superados por Steelers (664), Chiefs (675), Chargers (674), Tampa (731), y el decimotercero en número de acarreos.
Expuestos estos últimos datos, uno pensaría cómo es posible o qué falla para que el sexto equipo en intentos de pase y el decimotercero en intentos de acarreo acabe siendo el número 25 en equilibrio juego/pase de la liga. Bueno, la explicación a esto es realmente sencilla. Se da, básicamente, por dos circunstancias. La primera, depende directamente del tipo de QB que tengas, es decir, si nos fijamos en los seis primeros equipos en intención de pase, veremos cómo, prácticamente, son los mejores quarterbacks de la liga. Estaríamos hablando de Patrick Mahomes, Justin Herbert, Tom Brady, Josh Allen y Ben Roethlisberger (este ultimo no por su cualidad para pasar, más bien por un playbook hecho a su medida debido a su falta de movilidad). Entonces, al tener estos QBs, lógicamente, se va a pasar más. Más teniendo en cuenta que se va hacia una liga donde premia el pase y desde donde los cebras -y en sí la NFL- está facilitando, cada año, por las nuevas reglas, el juego de pase y dificultando, cada vez más, el juego por parte de la defensiva.
La segunda explicación es que, en el grueso de los equipos de la NFL, no hay tantas variaciones en equilibrio, pero, al subir en uno de estos datos -ya sea la intención de juego o el acarreo- el desequilibrio se acentúa. Para que nos hagamos una idea, un desequilibrio mayor a 190 está representado por 8 equipos, incluidos los Buffalo Bills, de 115 a 190; 11 equipos, de de 115 a 50; 6 equipos de 50 a 0; y solo 7 equipos, con más acarreos que intentos de pase.
Volviendo al inicio del artículo. ¿Por qué los aficionados de Buffalo Bills teníamos esa sensación de aún más desequilibrio? Ya hemos comentado que éramos los vigésimo quintos en armonía juego/pase. En el caso de Buffalo Bills, los datos de los acarreos respecto a otras franquicias están -por decirlos de alguna manera- sobredimensionados.
A continuación, intentare explicarlo. Las 3 franquicias con más acarreos la temporada pasada fueron: Titans (551), Eagles (550) y Ravens (517). Es decir, equipos predominantemente corredores y en los que sí se ha establecido un juego de carrera real y efectivo. Pues aquí esta el kit de la cuestión, precisamente, solo hay dos QBs que han tenido más acarreos que Josh Allen (122 acarreos). Uno es Jalen Hurts (139 acarreos) y el otro es Lamar Jackson (133 acarreos). Cierto es que tanto uno, por lesión, como Hurts, en el que su equipo fue conforme pasó la temporada estableciendo el juego de carrera, deberían haber tenido aún más acarreos. Sorprende que Josh Allen esté dentro de ese podio de QBs, teniendo en cuenta que Buffalo Bills no ha llegado a establecer, durante la época de Brian Daboll, un juego de carrera efectivo.
Por todo esto y habiendo visto y analizado los partidos del pasado ejercicio, se puede decir que ha habido muchas situaciones -dentro de esos 122 acarreos-, en los que el plan no era correr, sino más bien ha sido una solución del propio Josh Allen ante situaciones en las que los wide receiver estaban bien marcados y no le quedaba otra que correr antes de que el pocket colapsara. De ahí que a más de un aficionado a los Bills se nos saliera el corazón cada vez que se le veía correr por su vida.
Con esto no quiero decir que todos los acarreos de Josh Allen no fueran predeterminados. Lógicamente, es un QB fuerte, rápido y eso hay que aprovecharlo, pero sí creo -tal y como he explicado anteriormente- que, debido a esa falta de armonía juego/pase, las defensas sabían qué es lo que tenían que hacer contra Buffalo Bills. De ahí que en esas situaciones en las que Allen no encontraba pase, tenía que correr sí o sí, sin estar preestablecida la carrera en esos snaps.
Esta circunstancia podría explicar el hecho de por qué el año pasado hubo partidos, en regular season, que se perdieran sin que nadie se lo explicara (derrota contra Jaguars). Si analizamos los datos de ese día, estos respaldan mi teoría. En esa infausta jornada, hubo una diferencia de pases/acarreos la segunda mayor de la temporada con 33 (solo superada el día que jugamos contra Tampa). Hay que recordar que, en ese partido ante los Buccaneers, después de una primera parte nefasta, Allen se puso en modo “Diosh Allen”. Máxima diferencia en el marcador, malos índices de pase de Allen, solo 14 acarreos. Si la defensa sabe que no vas a correr… Pero es que, además de esos 14 acarreos, 5 de ellos fueron de Allen, lo que explicaría todo lo anteriormente dicho.
Si estableciéramos una media de los acarreos de los 29 QBs, exceptuando a Lamar Jackson, Jalen Hurts y al propio Allen, el número de acarreos por media saldría de 47’20 acarreos por QB, en una temporada. Teniendo en cuenta que esta media no puede ser del todo justa por los diferentes esquemas y tipos de QBs que hay en cada uno de los equipos, hagamos otra media con, por ejemplo, los 5 equipos que habíamos dicho que estaban por delante de los Bills en intención de pase. En este caso, la media aun saldría mas baja; 44’20 acarreos por partido.
Hagamos un ejercicio de realidad virtual en el que no utilicemos ninguna de las dos medias anteriores, puesto que, por ejemplo, en el caso de Brady, solo tiene 28 acarreos. Supongamos que de los 122 acarreos, digamos que 32 son jugadas rotas, en las que no estaba programado correr. En esta hipótesis, el resultado sería 92 de acarreos. Con estos datos en los que estamos quitando 32 acarreos para dárselos a los pases, estaríamos hablando que Buffalo Bills sería, junto a Tampa Bay Buccaneers, el equipo con mayor desequilibrio entre el juego de pase y de carrera. Alguien podrá pensar que 32 acarreos son muchos. Para que nos hagamos una idea de los acarreos de otros QBs móviles son de 66 de Patrick Mahomes, 62 de Justin Herbert, Trevor Lawrence (73), Justin Fields (72), Trey Lance y Jimmy Garoppolo (76, entre los dos), o Kyler Murray (88). Por tanto, no parecería un disparate si dejásemos a Allen con 92 acarreos, eso sí, lejos de los acarreos de Jalen Hurts y Lamar Jackson.
Todo lo anteriormente escrito explica esa sensación de falta de ideas, de poca reacción que tenía el equipo bajo las riendas de Brian Daboll y esa sensación de los aficionados de los Buffalo Bills de que el equipo no corría: Allen corría por el equipo.
Además, por dar otro dato interesante, los dos partidos con mayor índice de éxito en el pase de Allen fueron precisamente dos partidos con más acarreos que pases y, consecuentemente, con más armonía en el juego pase/carrera. Esos partidos fueron el día de Wild Card contra Patriots, en el que hubo una diferencia de -2 y en el que Allen consiguió un 84% de efectividad en el pase, así como el encuentro de regular season contra Saints, en el que Allen fue responsable de un 82’14% de efectividad y solo una diferencia de -4 entre pase/carrera.
Por ultimo, quiero explicar que no soy un detractor, ni mucho menos, de Brian Daboll y su etapa en los Buffalo Bills. Deseo dejar constancia que su figura, junto con las de otros como Ken Dorsey y el entrenador de mariscales Jordan Palmer, ha sido determinante para el desarrollo de Allen. No obstante, sí creo rotundamente que la pasada temporada marcó un punto de inflexión, en el que, tanto por el playbook de Daboll como por la falta de ideas, que su presencia en el puesto de coordinador ofensivo no le hacia ningún bien al ataque de Bills.
Se ha ascendido a Ken Dorsey al puesto de coordinador ofensivo (ya consiguió que Cam Newton fuera MVP), y firmado a Joe Brady, como entrenador de mariscales, y a Aaron Kromer, como entrenador de línea ofensiva (con el que ya conseguimos ser el equipo que más yardas terrestres obtuvo durante la temporada 2015/2016). Con estas contrataciones, espero y deseo que, por fin, logremos ser uno de los equipos con mayor equilibrio y, de esta manera, el juego de Allen brille aún más y, además, se le ponga menos en riesgo.
Vistos los partidos de pretemporada y analizadas nuestras selecciones de Draft, saco la conclusión de que este balance y equilibrio se halla más cerca. Deduzco esto por las formaciones más pesadas con doble TE, que hemos visto durante los campos de entrenamiento y preseason, junto a esquemas con dos RBs -olvidados por Daboll- y, además, porque se ha buscado un RB (James Cook), con muy buenas manos, con el que se puede hacer pases pantalla, en momentos en los que los wide receivers estén bien marcados.
Todo ello hace pensar que Brandon Beane, nuestro general manager, se dio cuenta del problema que había y ha hecho todo lo posible para solucionarlo.
@EstampidaBills ?? @BillsMafiaSpain ❤️??