Enciendan las alarmas en la Ciudad del Acero

Es el sentimiento que despertó en muchos al finalizar el encuentro del pasado domingo por la noche, donde los Steelers perdieron ante los Green Bay Packers por marcador de 35-25.

Más allá de que por segunda semana consecutiva se pierde la oportunidad de marcar una distancia considerable contra el resto de la división —en especial con los Baltimore Ravens—, lo preocupante es la manera en que se está desarrollando la situación. Lo que hace un par de semanas era un escenario ideal, con los Ravens en récord de 1-5, ahora se ha reducido a solo dos juegos de diferencia, con ambos duelos divisionales aún pendientes, y un calendario que, en su caso, es de los más sencillos de la NFL para lo que resta de la campaña.

Una defensa irreconocible

La mayor preocupación pasa por lo que ha mostrado la defensa, la cual pintaba para ser la unidad más importante del equipo, más aún considerando que es la más cara de la NFL y las incorporaciones que tuvo.

 

Frustración en el rostro de Cam Heyward / Peter Diana-Pittsburgh Post-Gazette

 

En las últimas dos jornadas han permitido 68 puntos y 924 yardas, además de que la última vez que consiguieron un intercambio de balón fue contra los Browns. Ya suman 12 cuartos sin generar ese “splash” que tanto los caracterizaba.

Por momentos, el staff defensivo de los Steelers parece rebasado. En años anteriores, varios jugadores veteranos —entre ellos Julian Edelman, Joe Flacco y, la semana pasada, Ja’Marr Chase— han señalado que esta defensa es muy predecible, pues los rivales ya saben exactamente cómo reaccionará.

Esa previsibilidad ha sido costosa, especialmente ante equipos de calidad, como se ha visto en postemporada: durante esta racha sin triunfos, en todos esos juegos han permitido más de 30 puntos.

Hay que reconocer que el cuerpo técnico ha intentado ajustar, enviando más blitzes y buscando disfrazar sus esquemas defensivos. Sin embargo, aunque en algunos momentos ha funcionado, en otros ha resultado contraproducente. Las diferentes formaciones han provocado falta de comunicación y desconexión, aspectos que las ofensivas rivales han aprovechado al máximo.

 

 

Edad, lesiones y falta de profundidad

La defensa ya no es joven. Muchos de los jugadores clave están en la parte final de sus carreras, por tanto la capacidad físico-atlética ya no es la de antes, que compensaba las deficiencias ya no es suficiente. El margen de error se ha reducido notablemente.

A esto se suma la lesión de Deshon Elliott, quien salió del último partido con una hiperextensión de rodilla. Se espera que entre a la reserva de lesionados, lo que representa un golpe duro, ya que había sido uno de los pilares de la unidad. Tras su salida ante Green Bay, el promedio de yardas permitidas por jugada aumentó cinco yardas.

Para cubrir su ausencia, el equipo concretó un intercambio con los New England Patriots por el safety Kyle Dugger, movimiento que busca darle estabilidad a la secundaria.

 

 

¿Cambio en el staff?

Es evidente que algo debe cambiar. Esta semana se confirmó que quien realiza los llamados defensivos es Teryl Austin, contrario a la creencia popular de que lo hacía Mike Tomlin.

En conferencia de prensa, Tomlin fue cuestionado sobre posibles cambios en el staff dadas las circunstancias, y su respuesta fue negativa, lo cual no sorprende. En la historia reciente, la única ocasión en que el equipo se separó de un coordinador a media temporada fue con Matt Canada, y aquello se dio en un contexto insostenible.

 

Mike Tomlin / AP
Mike Tomlin / AP

 

Aun así, Tomlin reconoció no estar conforme con los resultados, aunque expresó confianza en el trabajo de Austin, dejando claro que deben hacer ajustes urgentes.

 

 

El lado positivo: Rodgers y la ofensiva

Si hay algo positivo que destacar, es que el experimento llamado Aaron Rodgers ha funcionado bastante bien. La línea ofensiva muestra semana a semana una mayor cohesión, y el ataque terrestre luce cada vez más sólido, incluso en la primera mitad del duelo ante los Packers, una de las mejores defensas de la liga, se vieron señales alentadoras, por cómo les pudieron correr el ovoide.

Paradójicamente, si alguien hubiera dicho antes de la temporada que para la semana 9 habría una crisis, la mayoría habría pensado en la ofensiva, no en la defensa.

 

Ofensiva de Steelers vs Packers / Michael Longo / For USA Today Network-PA
Ofensiva de Steelers vs Packers / Michael Longo For USA Today Network-PA

 

Aun así, hay espacio para mejoras. Es evidente que, si el equipo logra incorporar ese receptor número dos del que tanto se ha hablado desde la temporada pasada, la ofensiva de Arthur Smith podría alcanzar su mejor versión.

Habrá que estar atentos: el 4 de noviembre es la fecha límite de intercambios.

 

 

El purgatorio de la NFL

Rodgers ha demostrado que su brazo todavía puede emocionar a los aficionados de los Steelers, pero al mismo tiempo el equipo parece vivir la misma historia de los últimos siete años: una temporada en el purgatorio de la NFL.Y ante los Colts buscan precisamente romper con parte de esa tendencia, ya que en las últimas siete temporadas siempre ha existido una racha de tres derrotas consecutivas; actualmente suman dos, y este domingo recibirán la visita del número uno de la Conferencia Americana.

Pero el problema es más profundo ya que no son lo suficientemente malos para acceder a selecciones altas del draft que cambien el rumbo de la franquicia, pero tampoco lo bastante consistentes para competir seriamente en postemporada, donde el equipo ha llegado por años, pero sin hacer mayor ruido.

Así, el equipo continúa acumulando la ya famosa marca de Mike Tomlin: temporadas sin récord perdedor, pero también sin trascendencia real.

 

Oscar Gonzalo García