Nunca vislumbramos que la llegada de Pete Carroll a Las Vegas iba a traer tantas afecciones en el vestidor Raider. Praxis Praxis Praxis Praxis Praxis Praxis Praxis Praxis
La expectativa y energía que siempre transmite el ex-HC de Seattle se diluyó casi inmediatamente a su arribo, pues esa victoria estéril ante los Patriots comenzó a exhibir la problemática que tendrían que encarar.
Puestos desperdiciados
La designación del coordinador ofensivo también generó esperanza, ya que las piezas que se iban incorporando hacían pensar que ’Chip’ Kelly podría implantar de manera correcta el esquema spread que lo hizo famoso. Sin embargo, en su tercera oportunidad en la NFL vuelve a fracasar —al menos, eso parece hasta ahora—. En donde no ha fallado, es en imponer la cerrazón que lo distingue. A Ashton Jeanty no solo lo utiliza poco para ser un pick 6 global, sino que también le ha cambiado la postura.
Jackson Powers Johnson también es víctima del militarismo que los coaches provenientes del ámbito colegial suelan imponer en la liga profesional. El liniero, de personalidad irreverente, había ganado su lugar como centro mostrando actitud y seguridad, incluso encarando a Antonio Pierce en su momento para exigir la titularidad.
Esta clase de carácter no es del agrado de Kelly, quien ya tiene antecedentes: despidió a Michael Vick, Jeremy Maclin, LeSean McCoy y DeSean Jackson en Philadephia, y varios jugadores de su etapa con los 49ers lo tildaron de egocéntrico.
Se ha vociferado mucho sobre la necesidad de apuntar que JPJ necesita competencia para conservar su sitio, pero esa exigencia no es aplicada con los “muchachos de Pete”, lo cual está causando ámpula en el vestidor. Por su parte, Geno Smith atraviesa una de esas campañas inconsistentes a las que nos tenía acostumbrados: sus fortalezas no están siendo explotadas. El sistema de Kelly no se caracteriza por el pase profundo, y las formaciones shotgun y pistol que emplea se utilizan de forma tan desmedida que el ataque se ha vuelto predecible.
Negligencia franca
Una mente defensiva como Carroll llegó a complementar o quizá a imponerse sobre el ya longevo coordinador defensivo Patrick Graham, pues hemos visto decisiones que han generado tensión y confusión a raíz de la llegada del head coach. Maxx Crosby ha sido involucrado en labores de cobertura, cuando es un Pass rusher puro y de elite, desperdicias al de Michigan con esas imposiciones, más aún cuando el front seven no compensa su ausencia.
La defensa ha perdido el sello que había trabajado Graham, pues ese afán de complementarlo con la mentalidad del septuagenario genera confusión entre los jugadores. Reducir la complejidad táctica podría ser viable, ya que cada semana deben adaptarse no solo a los rivales, sino también a las ocurrencias de sus propios coaches
Manejo de vestuario nulo
El conflicto que generó Christian Wilkins parecía un hecho aislado, pero su salida no solo redujo la calidad del roster, sino que no resolvió los problemas internos.
Párrafos arriba comentamos como la nueva administración no valora demasiado a esos elementos que irradian personalidad, otro de los “indeseables” resultó ser Germaine Pratt, cuyo temperamento no es precisamente diplomático.
El ex-Bengali no titubea cuando desea mostrar su descontento como vemos en el video, esto provoco su salida temprana de los Raiders, pues a pesar de estar sano, Carroll decidió -y cito- “que era el momento de ir en otra dirección”
Conclusión
El establecer la dichosa “cultura ganadora” no sucede rápido, pero las resoluciones que se han estado tomando son muy cuestionables, aficionados de los Seahawks y ex-jugadores coinciden en que Carroll tiende a ser indulgente con sus consentidos, lo cual se está evidenciando mucho aquí. El barco está a la deriva aun y los jugadores lucen más como mártires que culpables, pues traer refuerzos o soluciones sin entender el esquema ni el problema real no solo es inútil, va a agravar la crisis.
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