El incomprensible Draft de los Dallas Cowboys

Los drafts de la NFL siempre me han recordado a las noches electorales, al menos, aquí en España. Todo el mundo está contento. Los partidos políticos que han ganado votos por razones obvias y los que los han perdido porque, en el fondo, han parado la caída ¿qué más da? La cuestión es que la opinión pública reciba un mensaje positivo y optimista. Algo análogo pasa con el draft. Los aficionados siempre están contentos porque cada pick es una cara nueva, una ilusión, y un potencial upgrade. Las franquicias están contentas porque, como tenían perfectamente peinado el mercado, han elegido los jugadores que querían en cada posición y siempre habrá algún argumento metafísico que justifique cada elección y la valore como un acierto.

 

No obstante, los analistas políticos, más fríos y objetivos, harán sus propias valoraciones. En este caso mucho más descarnadas como también pasará con el draft. En el fondo, todo son discursos de cara a la galería: el deporte es deporte y su éxito está precisamente en todo lo que no se puede controlar y prever y no deja de sorprender al espectador. Seamos sinceros, los análisis de los drafts solo tendrían sentido si se hicieran dos años después de la elección.

 

 

El incomprensible Draft de los Dallas Cowboys

Quizás por todo lo dicho, quizás por mi naturaleza desconfiada y mi talante pesimista, me cuesta ver las cosas como las perciben los directivos, aficionados o insiders al uso. Por lo tanto, si lo que usted espera leer son las bondades del draft de los Cowboys quizás debería volver a sus webs habituales porque la síntesis de mi discurso es esta:

 

Dallas ha hecho un draft lleno de elecciones incomprensibles, renunciando a todos los skill players disponibles y sin resolver las carencias más significativas de su roster.

 

Fuente: Aaron M Sprecher

 

Sé lo que está pensando. El draft de 2025 de los Cowboys deberíamos analizarlo en la primavera del 2027. El futuro de estos jugadores no está escrito y todo está por pasar, por lo que una, a priori, mala elección puede desembocar en todo un éxito y viceversa. Aún así, intentaré justificar mis palabras anteriores.

Las elecciones de los Cowboys.

Sin entrar en un análisis de las facultades, capacidades y potencialidades de cada jugador seleccionado, simplemente vamos a analizar la situación de Cowboys en cada posición y de qué manera estas elecciones solucionan o no, a corto plazo, las insuficiencias de la plantilla.

Aquí están las nueve selecciones, de las diez que tenían, que hicieron finalmente los Cowboys:

  • Round 1 • Pick 12 • G Tyler Booker • Alabama
  • Round 2 • Pick 44 • EDGE Donovan Ezeiruaku • Boston College
  • Round 3 • Pick 76 • CB Shavon Revel Jr. • East Carolina
  • Round 5 • Pick 149 • RB Jaydon Blue • Texas
  • Round 5 • Pick 152 • LB Shemar James • Florida
  • Round 6 • Pick 204 • OT Ajani Cornelius • Oregon
  • Round 7 • Pick 217 • DT Jay Toia • UCLA
  • Round 7 • Pick 239 • RB Phil Mafah • Clemson
  • Round 7 • Pick 247 • DT Tommy Akingbesote • Maryland

Sin duda, en un draft en el que tienes tres elecciones entre las ochenta primeras pero en el que no volverás a escoger hasta la 149 debes tener, al menos, un plan que te permita afrontar tus necesidades de la mejor manera posible.

En este sentido, parece evidente que Dallas tenía y aún tiene problemas innegables en el tackle defensivo y en la secundaria, en concreto no hay apenas cornerbacks. El otro grave problema del roster estaba en el backfield ya que no había ningún running back de garantías y aunque Dallas sí que tiene muchos receptores tampoco ninguno con el nivel adecuado para acompañar a Ceedee Lamb. Por ello, solucionar con esos tres picks tres de los agujeros era la opción más eficaz.

Sin embargo, en esos picks Dallas eligió un guard y un edge de perfil pass rusher más que de ala defensivo. Y en su tercer pick un cornerback lesionado que puede perderse el training camp.

 

Fuente: dallascowboys.com

Un guard en primera ronda.

En el pick 12, momento de la elección de Dallas, solo habían salido un receptor, un corredor, un liniero defensivo, un esquinero y un ala cerrada. Los Cowboys tenían a su disposición al ¡segundo mejor jugador del draft! en esos puestos. Dallas había tenido semanas para simular y prever todo lo que podía suceder antes de esta elección… pero Dallas optó por un guardia, seguramente el mejor de la clase, pero un simple guardia que nunca ha hecho de tackle o de center, que no destacó en las pruebas físicas y todo ello en uno de los drafts con peores linieros ofensivos de los últimos años.

No estoy desconsiderando a Tyler Booker como jugador, lo que estoy criticando es la gestión de Will McClay, de Brian Schottenheimer y de Jerry Jones.

Dallas Cowboys contrató en la agencia libre a Robert Jones, Saahdiq Charles, Hakeem Adeniji para suplir a Zack Martin y renovó a Dakoda Shepley. Además de contar en su roster con muchos más guards. Si Dallas entendía como una prioridad esta temporada la línea ofensiva ¿por qué no contrató algún jugador élite en la agencia libre? Si Dallas considera que una buena línea ofensiva será crucial esta temporada, debería haber puesto sus ojos en sus tackles ¿de qué te servirán un centro y dos guardias élites si van acompañados de un irregular tackle derecho y un coladero en el tackle izquierdo? Supongo que pensando en eso eligieron a Ajani Cornelius en la sexta ronda, un guard que empezó jugando en el tackle y puede situarse en ambas posiciones. Aun así, la contratación de ese segundo liniero ofensivo, con tantos jugadores en el roster de ese perfil es absolutamente inexplicable.

 

Ningún skill player en las primeras rondas.

Una de las posiciones en la que Dallas decidió echar el resto en esta agencia libre fue la de Defensive End. Dante Fowler y Payton Turner, más la renovación de Tyrus Wheat, para suplir a DeMarcus Lawrence. A esos nombres habría que añadir los de Micah Parsons, Marshawn Kneeland y Sam Williams. Seis DE que ahora serán siete con la llegada de Donovan Ezeiruaku. Puedo entender este pick, al menos en parte, por la calidad del jugador, pero siempre que en la primera ronda Dallas hubiera hecho los deberes y hubiera cubierto una necesidad imperiosa.

Llegó la tercera ronda y Dallas seleccionó a Shavon Revel Jr. Sin duda alguna uno de los esquineros con más potencial del draft, pero potencia no es actualidad. El jugador de Carolina lleva parado toda la temporada por una rotura del ligamento cruzado y su presencia en el inicio del training camp es bastante dudosa. Al mismo tiempo, Shavon Rebel solo ha tenido una temporada completa en la NCAA y, seguramente, está muy verde aunque sea muy bueno. Una apuesta arriesgada en un equipo que necesitaba certezas en esa posición.

Dallas trae un jugador lesionado a una línea en la que su principal valor, Trevon Diggs, también está lesionado y en la que solo hay un seguro titular disponible: DaRon Bland. La idea de que Revel Jr. esté para jugar en un puesto clave en la jornada 1, rookie, sin pretemporada y apenas unos días para integrarse en una franquicia NFL no es una buena idea.

 

Reforzando el backfield sin una apuesta contundente.

La cuarta ronda pasó y los mejores corredores y tackles defensivos fueron saliendo mientras Dallas esperaba y esperaba sin «tradear» con capital del año que viene para intentar arañar otro buen pick. De hecho, el único trade de los Cowboys consistió en gastar una sexta ronda en un linebacker para equipos especiales…

Dallas, por fin, decidió buscar un corredor y decidió no elegir a uno sino a dos. Jaydon Blue en la quinta ronda y Phil Mafah en la séptima. Los más optimistas quieren ver en ellos una pareja capaz de comandar el juego de carrera de los Cowboys ya que, además, pueden ser complementarios.

Sinceramente, el Phil Mafah de antes de su lesión quizás me habría ilusionado, pero tras su lesión de hombro, el running back de Clemson no ha vuelto a ser el que era y, de hecho, tenía muchas posibilidades de haber sido un jugador undrafted aunque algunos aficionados quieren ver su elección como un éxito.

Respecto a Jaydon Blue creo que es un perfecto complemento a un RB1. Dallas no necesita un complemento sino, precisamente eso, un running back titular y poderoso. Un RB que permita afrontar con garantías carreras de poder en terceros downs cortos o en las inmediaciones de la end zone. Algo que, desde los buenos tiempos de Zeke Elliot, hace años, Dallas no tiene.

Dallas Cowboys ha decidido solucionar sus problemas en el backfield por saturación. Seis corredores tienen los boys en plantilla esta temporada, dos traídos en la agencia libre (Sanders y Javontae Williams), los dos drafteados ya mencionados y Deuce Vaughn y Hunter Luepke. Mientras consideran estos nombres piensen ahora en todos esos RB poderosos y cualificados que han sido «drafteados» este 2025. Ninguno por los Cowboys.

 

Dos linieros defensivos con nada que aportar.

Esperó también Dallas, ¿por qué no? a la última ronda para solucionar el problema del tackle defensivo. Aquí, la plantilla texana está en cuadro. Tres tackles contaba Dallas en su equipo, el flamante renovado Osa Odighizuwa, el eterno aspirante a la élite Mazi Smith y el recién llegado Solomon Thomas. Ninguno de ellos, propiamente, un nose tackle y ninguno de ellos, capaz de detener el juego terrestre rival. A ellos habrá que sumar los recién llegados, el enorme pero poco preparado Jay Toia y el desconocido Tommy Akingbesote.

Obviamente, las carencias del equipo todavía pueden suplirse mediante los jugadores aún disponibles en la agencia libre y/o los trades que Cowboys podría hacer con otras franquicias. Sin embargo, Dallas tiene más de ¡noventa! jugadores en plantilla. Por lo que sería del todo absurdo seguir sumando jugadores.

 

Así las cosas, Dallas ha perdido una buena oportunidad para dar un salto de calidad y planificar un roster equilibrado, funcional y sin carencias.

De todas formas, no se preocupe porque esto es como la política. Los gurús de la franquicia de la estrella solitaria han empezado a usar nuevos mantras como ya lo hicieron la pasada agencia libre para justificar decisiones poco comprensibles.

 

Valorando el Draft | DallasNews.com

 

Los mantras del draft son que Dallas ha buscado jugadores con carácter. Muchos de ellos capitanes en su universidad. Dicen que Dallas ha apostado por su línea ofensiva porque tendrá que enfrentarse a defensivas muy poderosas en su división y defienden que con una buena línea cualquiera puede correr. Por otra parte, también comentan que si no hemos traído a ningún receptor es porque, a partir de la segunda ronda, ya no había nada que mejorase lo que ya teníamos.

¿De verdad se cree alguna de estas consignas? No tenga duda, recuerde la noche electoral: estamos ante el mejor draft posible. Para un servidor seguirá siendo el incomprensible Draft de los Dallas Cowboys.

Si quieres saber más el draft de los Cowboys puedes escucharlo aquí.

 

Billie Donarly | @Donarly74