Colorado State Rams, una temporada decepcionante.

Los Rams de Colorado State terminaron una decepcionante temporada 2019 con el récord de 4-8, lo que les puso como quinto clasificado de su conferencia (tuvo el mismo récord que Fresno State y Nevada Las Vegas pero les ganó a ambos en su partido).

El juego mostrado por los Rams no fue tan malo como el récord (y los abultados marcadores) reflejaron, sobre todo teniendo en cuenta que jugaron hasta 3 QB distintos.

 

El principio del fin: enésima rotura del ligamento de la rodilla de Collin Hill

Por tercera vez en cuatro años la rodilla izquierda de Collin Hill dijo basta. En 2016, 2018 y 2019 el QB de Moore, una ciudad de South Carolina se rompió el ligamento anterior cruzado de su rodilla izquierda. En cuatro años en Fort Collins el QB, que dejó buenos destellos desde el primer momento que se enfundó los cuernos en la cabeza, sin embargo esa rodilla ha impedido que demuestre su calidad de forma regular, habiendo jugado únicamente 18 partidos (ni siquiera completos) en los tres años que estuvo activo en el equipo.

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A finales de 2019 pidió el transfer hacia South Carolina Gamecocks, volviendo a su hogar.

La enésima decepción: la defensa

Si has visto las defensas de Colorado State los últimos años no deberías ni tener esperanzas en una mejoría en este apartado, sobre todo teniendo las bajas que hubo en el apartado de LBs de cara a la temporada 2019. Y sin embargo siempre existe esa esperanza de que por fin sea el año, de que se dé con la tecla y los Rams consigan una defensa dominante, no una que permita yardas «a cascoporro», principalmente cuando se debe parar la carrera.

De Ellison Hubbard, que fue Junior en este año 2019, se esperaba mucho más, no dio el paso adelante que se le presuponía. Los transfers  que llegaron graduados como Tron Folsom y Jalen Bates fueron una gran decepción

Uno de los jugadores que mejor papel desempeñó fue el DL Senior Jan-Phillip Bombek, el alemán nacido en Hamburgo, quien realizó, dentro de su labor rotacional una buena campaña.

 

Dos puntos de esperanza

Dante Wright

Uno de los mejores jugadores Freshman del país, nombrado en el equipo de Freshman de ESPN entre otras distinciones debido a su gran labor tanto como WR como, en diversas ocasiones, actuando de RB, lo que le ha llevado a conseguir más de 1000 yardas totales, junto a 6 TDs. Además la gran velocidad que tiene le ha hecho partícipe de los Equipos Especiales como retornador, un rol en el que tiene margen de mejora y que si lo desarrolla bien puede llevarle a ser una gran amenaza para los equipos rivales. Esta velocidad y elusividad en campo abierto le han llevado a conseguir varias recepciones de un número elevado de yardas, como su primera recepción que fue un pase de 39 yardas para TD en el partido contra Colorado.

Además esto no es cosa de un solo partido (si bien es cierto que sus mejores partidos vinieron con Collin Hill como QB) tuvo dos partidos consecutivos con una recepción de 75 o más yardas y TD.

Desde la irrupción de Rashard Higgins (el WR con una mejor temporada en los Rams) en 2013 ningún WR True Freshman había iniciado los doce partidos de su primera temporada en el equipo.

Warren Jackson Jr.

Si Colorado State se ha caracterizado en algo bajo el mandato de Coach Bobo ha sido sin lugar a dudas por el gran desempeño que han tenido sus WR, con un WR superando las 1000 yardas de recepción desde 2014 de forma consecutiva (Rashard Higgins, Michael Gallup, Preston Williams y Warren Jackson).

Además de ser un jugador grande, con sus 6’6″ de altura, Warren Jackson tiene también buena velocidad (un TD de 87 yardas contra New México lo puede demostrar), es un arma muy importante a tener en cuenta cuando se acerca el balón a la Red Zone, cuando el campo se estrecha su gran altura y envergadura le facilita conseguir buenas recepciones. Además junto a Trey McBride se convirtió en la válvula de seguridad del QB cuando se trataba de jugadas arriesgadas, se necesitaba conseguir el primer down o un chispazo que metiese el miedo en el cuerpo al rival.

 

La sorpresa: Trey McBride

Que levante la mano el que piense que Trey McBride iba a realizar una buena campaña con los Colorado State Rams en este año 2019.

Si alguien quiere verle en su máximo rendimiento que lo vea en su partido ante Boise State, el último de la temporada, donde superó las 100 yardas y anotó un TD, siendo de vital importancia para que los Rams estuviesen cerca de vencer el partido.

Además de un buen bloqueador en esta temporada McBride se destapó como un TE ágil capaz de conseguir yardas tras la recepción (aunque no muchas, es cierto) pero sobre todo mostró unas manos muy seguras, lo que puede llevarle a ser una pieza importante en el nuevo esquema que implantará Addazio en CSU.

 

Consecuencias

Esto llevó a la organización a hacer cambios debido al mal desempeño que tuvo el equipo, por lo que se decidió prescindir de todo el staff de entrenadores de la Universidad.

Mike Bobo se fue como OC a South Carolina, donde se reunirá con Collin Hill.

El nuevo HC, Steve Addazio, es de corte defensivo, con un gameplan basado en la carrera y la defensa por lo que la gran producción de los WR de Rams en estos pasados años puede que sea historia.

 

Pedro Tofé para @csuramsspain

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