El Draft, ese momento mágico en mitad de la off-season NFL para todos los aficionados. Como niños, cada uno de nosotros escribimos nuestra particular carta a los Reyes Magos con los deseos que tenemos para nuestro equipo. En Titans teníamos una lista clara, pero ya sabéis que los Reyes Magos no siempre traen lo que deseas.
En primer lugar, habíamos pedido un LT. Los últimos años nos habíamos portado mal y los Reyes Magos nos trajeron carbón. Y del duro. Nuestro antiguo GM, Jon Robinson, nos había traído fracasos estrepitosos. Un carbón que nos costó algún diente… a nosotros y a nuestros QB, de los más golpeados en la NFL. Por eso, papá Ran Carthon (GM) se puso a la cola para comprar un LT. En nuestra Carta habíamos pedido a Joe Alt, T de Notre Dame. Pero cuando Carthon llegó, ya estaba agotado. Es por eso que nos trae otro, un JC Latham (OT, Alabama), que, al abrirlo, no nos gusta. Sin embargo el abuelo Bill Callahan (OL Coach) está encantando. Como buen abuelo, nos pide que nos sentemos en el suelo para que nos explique por qué es un buen T y cómo usarle.
Latham es un T con un físico privilegiado. Enorme, con tremenda fuerza. El abuelo Callahan le llama bulldozer humano. Reímos, pero es verdad. En jugadas de carrera es un auténtico monstruo. Bloqueando para el pase tiene más problemas debido a su pobre lateralidad y a que sufre con counter-moves. Pero el abuelo Callahan nos tranquiliza. Dice que son problemas entrenables y que él sabe cómo manejarlo. Nos quedamos algo más contentos.
Siguiente regalo, había varias posibilidades en la lista, estás ansioso por ver cuál ha escogido papá Carthon para Titans. Al abrirlo, te encuentras con un T’Vondre Sweat (DT, Texas) que divide a la familia de inmediato. Unos piensan que regalar un party animal, con una DUI unas semanas antes del Draft y con dudas sobre su peso no es buena idea. Otros piensan que todos cometen errores, que está arrepentido y tiene un potencial brutal, en especial al lado de Simmons. Un auténtico come-espacio en el interior de la DL que puede liberar a Simmons. Además, tiene el potencial para sumar como pass rusher si alguna OL se atreve a dejarle en 1vs1. A pesar de los refunfuños de parte de la familia, nosotros estamos contentos con nuestro regalo.
No tienes un tercer regalo de papá Carthon, porque el año anterior pediste un Will Levis y para ello tuviste que gastar más dinero (ronda del Draft) de lo previsto y para este año, por mucho que te duela, había que apretarse el cinturón.
Llegan los siguientes regalos. En el Draft, como con los Reyes Magos, las rondas bajas son los regalos de familiares (scouts o entrenadores posicionales) que, no siempre son los mejores, pero pueden sorprender. La ilusión no te la quita nadie.
Y a nosotros, fans de Titans, nuestros “tíos” nos regalaron un Cedric Gray (LB, North Carolina). Saltamos de alegría, no sólo porque el regalo nos gustaba, sino porque era una gran necesidad. Kenneth Walker había llegado vía Agencia Libre, pero necesitábamos alguien con mejor cabeza y entendimiento del juego para estar a su lado. Gray no sólo es un LB inteligente, sino que además tiene rango para estar cerca siempre del balón, es capaz de caer en cobertura y es un gran placador. No será el regalo más ilusionante del mundo (su techo parece no ser muy alto), pero sin duda es un regalo que te puede durar años y no te va a decepcionar.
Lleno de alegría, abrimos con expectación nuestro quinto regalo. No ponía nombre en el envoltorio, pero en cuanto vimos qué era, miramos a nuestro tío Dennard Wilson (DC). Nos había regalado un Jarvis Brownlee Jr (CB, Louisville). Aunque la secundaria de Titans parecía lista con la llegada de Chido Awuzie en FA y de L’Jarius Sneed vía trade, que se sumaban a Roger McCreary, nunca puedes tener suficientes CB. Brownlee es un CB agresivo y físico, exactamente lo que Wilson quiere para su secundaria. Un jugador man-to-man que pueda entrar desde ya en formaciones dime o servir de CB de emergencia por fuera. Sufre en profundo y quizás su agresividad juega a veces en su contra, pero pensamos en el front-7 con Simmons, Landry, Key y nuestro recién regalado T’Vondre Sweat y, probablemente, no tenga necesidad de tener que correr en profundo.
Visto el nivel, nuestra emoción está por las nubes. No puedes esperar a ver el siguiente el regalo de tu tía. Y cuando lo abres, te quedas algo frío. Jha’Quan Jackson (WR/ST, Tulane), no es tu favorito, pero cuando la primera emoción se disipa, te das cuenta de que es un buen regalo. Lo necesitas, sí, pero te hubiera gustado otra cosa por parte de tu tía. Como WR parece limitado al slot y no ha sido muy usado, por lo que te quedan dudas si encontrará un hueco ahí. Pero como KR podría ser un arma interesante con la nueva regla del Kick-Off. Buena aceleración y cambios de dirección que le convierten en alguien capaz, al menos, de dar la sensación constante de peligro.
Al fondo, escondidos casi al pie del árbol, vemos dos pequeños paquetes más. Envueltos de manera un poco tosca, los fans de Titans alargamos la mano para cogerlos. Esas séptimas rondas que, ávidos de encontrar alguna joya escondida, abrimos más con esperanza que con ilusión. El primero de los regalos nos deja algo desconcertados. Se trata de un James Williams, híbrido S/LB, de Miami (FL). Miramos confundidos a nuestro alrededor y papá Carthon nos explica: es un S parador de carrera. Grande, potente y explosivo. Pero ya está. En cobertura sufre una enormidad debido a sus lentas lecturas. Quizás por su tamaño pueda servir como Big Nickel, cubriendo a un TE, pero nos quedan dudas. Su aporte en ST no parece suficiente para convencernos.
Dejamos de lado el regalo, esperando que, quizás con el paso del tiempo y los entrenamientos, le encontremos un mejor uso. Las manos de los fans se abalanzan al último regalo. Al abrirlo, se trata de Jaylen Harrell, Edge, Michigan. Otro de Michigan. La mitad de la NFL ha tenido en su Draft algún jugador de los campeones de NCAA. Pero Harrell no nos convence. Vale que lideró a los Wolverines en sacks y TFL en 2023, pero no parece tener el físico o la técnica para ser un edge rusher a tiempo completo. En situaciones determinadas podría funcionar, pero es un rol muy específico. Como placador es bueno, pero sufre con los bloqueos. Nos entra algo de bajón a los fans. No es del todo mal pick, pero seguro que podríamos haber encontrado un mejor regalo.
Y con esos regalos, más alguna tarjeta regalo (UDFA) de última hora, los fans de Titans nos vamos contentos con nuestro particular día de Reyes.