Patrick Mahomes, la tormenta perfecta

No es la primera entrada que hemos hecho hablando de Patrick Lavon Mahomes II, ni será la última. Es natural, cuando tu franquicia ejecuta un movimiento tan importante, va a haber, por lo menos una lectura de previsiones, una de su entrada en funcionamiento y, como mínimo, una más de evaluación de su campaña.
Y a eso vamos.

Después de la enésima exhibición del quarterback tejano, y a estas alturas de la temporada, nos atrevemos ya a ponerle una nota. O como mínimo a hacer una evaluación. Porque no nos engañemos, pase lo que pase de aquí a febrero, los Kansas City Chiefs ya tienen lo que todo equipo busca. ¡Su quarterback franquicia! Y sobretodo, algo por lo que estar ilusionado.

Pero las cosas no salen nunca por si solas, casi siempre existe una conjunción de factores que confluyen en un resultado extraordinario. De no ser así, puede salir “solo” bien o mal.  Y esa alineación de los astros en la séptima conjunción astral, se ha dado en Missouri.

La historia la conocemos todos. Los Chiefs suben en el draft de 2017 a por el QB de Texas Tech, Patrick Mahomes.
El caso es que cualquier jugador depende en un porcentaje muy alto de la franquicia que lo draftea. Y Patrick Mahomes fue a caer en los Chiefs de Andy Reid.

Factores clave para el crecimiento de Mahomes

Andy reid, el primero de los factores

Y ahí tenemos la primera de las circunstancias claves para el joven jugador de la Universidad de Texas Tech. Andy Reid no es solo un gran entrenador. Reid es una persona muy inteligente y con una capacidad de gestión de los jugadores, impresionante. A nivel táctico, y sobretodo humano. Mahomes ha sido cuidado en todo momento por el entrañable entrenador de los Chiefs, quien se ha preocupado en todo momento de gestionar su entrada, los momentos, los timings, el playcall en función de la probabilidad de éxito y la cantidad de riesgo. Nada ha sido, ni es, al azar.

Alex Smith, segundo factor

Reid le puso detrás de Alex Smith para introducirlo en la franquicia.  Y ahí llegó el siguiente factor. El bueno de Smith avaló a Patrick, y no se me ocurre una persona mejor para tener delante. Alex Smith lo acogió, le llevó por la ciudad, le advirtió de los peligros, le enseñó el juego, las claves, las características de los compañeros… Y Andy Reid empezó a cambiar el playbook para adaptarlo al potente brazo del chaval, y para su magia.

Smith brilló como nunca esa temporada. Con el playbook de Mahomes, Smith se convirtió ese año, en el QB con más pases de touchdown de más de 30 yardas, en el QB con más yardas de ataque aéreo, y llevó al equipo a ganar su división. Todo esto, claro está, aprovechándose de las armas que tenía el equipo.

Fuente: SB Nation

Unos compañeros envidiables, tercer factor


Travis Kelce es, seguramente, el mejor TE de la liga ahora mismo. Tyreek Hill, el hombre más rápido de la liga, y el receptor que todo quarterback desearía en su equipo. Su capacidad de separación es tan grande, que a poco que la jugada dure más de 4 segundos, es fácil tenerlo solo, abierto y peligroso. Watkins, Hunt… Son tantas las armas de calidad, que Mahomes vive tranquilo sabiendo que tendrá siempre objetivos a tiro de su escopeta.

La presencia de tantas amenazas de renombre, se ha visto también, que abren el abanico espectacularmente. Robinson, Harris o Conely reciben mucho más, mejor y más solos gracias a la atención que han generado esos cuatro “monstruos”.  Así, Mahomes, en las 3 primeras jornadas había completado pases de touchdown a, nada más y nada menos que 9 receptores distintos.

Es fácil intentar pensar que hubiese ocurrido si Patrick Mahomes hubiese recalado en Bills, o Cardinals…
Tener este arsenal, ayuda y mucho.

Cuarto factor: Su entorno familiar

Un cuarto elemento que no hay que pasar por alto es su entorno. Patrick Mahomes es hijo de un jugador profesional de baseball. Sabe muy bien lo que significa ser un profesional del deporte. Y lo ha guiado excelentemente.
Su madre, a la que adora, también es una influencia enorme sobre el joven jugador. Patrick Mahomes se comprometió a no rodar ningún anuncio publicitario durante todo el año pasado. Solo quería estar centrado en aprender el juego e integrarse en la disciplina.  ¿Cuánto talento hemos visto tantas veces desaprovechado por sus malas cabezas? Por ejemplo, Kareem Hunt.

Quinto y último factor: Por supuesto, su talento

El quinto elemento para la tormenta perfecta es su talento. Su brazo, su desparpajo, su naturalidad como deportista.
Todo eso, que podría haber caído en saco roto en cualquier otro lugar, es lo que vemos cada domingo.
Su actitud en el pocket, sin miedo a ser golpeado, sus recursos, sus engaños al safety contrario con la mirada. Su cabeza alta en todo momento, por duro que sea, buscando siempre la mejor opción. Su espíritu combativo. Su valentía. Y a veces hasta un punto de locura, arriesgando y buscando la opción que más le puede ofrecer al equipo, por difícil que parezca de ejecutar.

Al verlo en el campo o en la banda, da la sensación que mientras todos hablamos grandilocuentemente de éste deporte, de la importancia de las cosas que estamos viviendo, él, solo disfruta y le quita hierro a todo. Es sólo un juego, parece decir. Un juego que quiere ganar a toda costa. Pero un juego.

Él está convencido que es un buen trabajador para la empresa. Y no lo va a dejar de ser aunque ese día lance 4 intercepciones. Así pues, no tiene ningún miedo en lanzarlas. Y con esa naturalidad coloca el pase donde debe, porque su brazo no se va a arrugar.

Falta verlo solo en playoff. Porque en grandes citas ya lo hemos visto. Y se ha comportado igual. Falta verlo en momentos duros. Que llegarán.  Pero todos tenemos la sensación, que Patrick Lavon Mahomes II nos va a hacer disfrutar mucho tiempo. Porque el talento bien encaminado, tendrá momentos de calma. Pero en una vida deportiva, pueden darse varias veces, las circunstancias idóneas para que se desate la tormenta perfecta.

@LuisPerezPla16

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