Grandes Esperanzas

Philip Pirrip, más conocido como Pip, es un huérfano aprendiz de herrero que un día recibe una enigmática visita. Un abogado, de nombre Mr.Jaggers,  le comunica que un misterioso benefactor, que desea permanecer en el anonimato, le hace entrega de una gran fortuna para que pueda ir a Londres a formarse como caballero. Ha llegado la hora de abandonar lo que parecía ser un “hogar” para él. Separarse de su hermana y su cuñado Joe y cumplir sus sueños de grandeza. Con esta perspectiva en mente viaja a Londres con la ilusión de encontrar un brillante porvenir. Estas líneas esbozan, al igual que las pinceladas iniciales de un lienzo, la magnífica historia que nos cuenta Charles Dickens en su fabulosa novela “Grandes Esperanzas”. Título literario que ilustra a la perfección la situación actual que atraviesan los Miami Dolphins.

 

 

MIAMI DOLPHINS 

La afición de Miami, al igual que el protagonista de la novela de Dickens, ha vivido los últimos veinte años “huérfana” de ídolos deportivos en la posición de quarterback. Anhelando la llegada de un “benefactor” que devuelva la alegría deportiva a la franquicia. Lleva más de veinte años viendo pasar sobre el césped del Hard Rock Stadium a un total de veintiún quarterbacks depositando “grandes esperanzas” en ellos. Ilusionados con la posibilidad de que alguno consiguiera asemejarse un poco a Dan Marino. La espera parece haber terminado. Tua Tagovailoa ha aterrizado en Florida proveniente de Alabama para intentar devolver la ilusión a una franquicia que vive añorando tiempos pasados. El jugador de origen hawaiano, al igual que el protagonista de la novela de Dickens, ha abandonado la comodidad del hogar familiar para iniciar un viaje en busca de la felicidad y el éxito deportivo.

Los Dolphins han anunciado que el prometedor quarterback, elegido en el número cinco del último draft, será el encargado de dirigir la ofensiva de Miami en el partido frente a los Rams. Será el primer partido como titular del hawaiano en la NFL. Ryan Fitzpatrick deberá ceder el testigo al joven jugador que ha estado bajo su tutela durante el tramo inicial de la temporada. 

 

TUA TAGOVAILOA: EL ELEGIDO 

Cuando Tua salte al campo el próximo domingo lo hará después de haber vivido y experimentado en primera persona la cara más amarga del deporte. Hace un año veíamos a Tagovailoa abandonar el campo con su rostro bañado en lágrimas después de sufrir una fractura luxación de cadera que ponía en peligro su futuro deportivo. Lágrimas que reflejaban en su rostro el miedo de sueños rotos y esperanzas derruidas.

Los seguidores de Miami vivían por aquel entonces enfrentados debido a la situación deportiva de la franquicia. Una parte de la afición enarbolaba la bandera del Tank for Tua. El resto sufría ante la vergüenza deportiva que vivía el equipo. Fitzpatrick comenzaba a ganarse el corazón de los aficionados con su entrega y su entusiasmo mientras Josh Rosen demostraba convertirse en la enésima esperanza rota para la hinchada de los Dolphins.

Nunca hemos de avergonzarnos de nuestras lágrimas, porque son la lluvia que limpia el cegador polvo de la tierra que recubre nuestros corazones endurecidos” nos recuerda Dickens en la novela . Seguro que el corazón de Tua se ha endurecido después de su lesión. Aquellas lágrimas han supuesto un duro aprendizaje. La recuperación, de la que se dudaba en un principio, se ha completado. El esfuerzo de médicos y del propio jugador, movido por una profecía infantil que le hizo su abuelo fallecido, ha tenido recompensa. 

 

Tua, el elegido / 24horaspuebla.com

 

Los Dolphins después de una difícil temporada seleccionaban a Tagovailoa con el número cinco del pasado draft. Apostaban por el talento del hawaiano a pesar de la incertidumbre que generaba su maltrecha cadera en medio de la pandemia de coronavirus que impedía una evaluación médica por parte del staff de Miami. Meses después parecen dispuestos a demostrar que fue la decisión acertada.

El anuncio oficial y la gestión de la noticia por parte del conjunto de Florida tiene los mismos ingredientes de drama, traición, y corazones rotos que la magnífica obra de Dickens.

 

 

INTERROGANTES Y EFECTOS COLATERALES 

No faltan en esta historia, al igual que en las obras del escritor británico, los interrogantes sin respuesta. ¿Ha sido únicamente una decisión meramente deportiva?¿Ha tenido Flores presión del propietario de la franquicia para adelantar la titularidad de Tua?. Preguntas que el propio Brian ha intentado zanjar con un escueto: “es la mejor decisión para el equipo, sentimos que ahora está preparado para dar un paso adelante”. Estas palabras no han conseguido, sin embargo, que cese la rumorología sobre la iniciativa que ha tomado la franquicia.

Sorprende también el momento elegido por Miami para otorgar a Tua la batuta del equipo. Parecía que se estaba actuando con prudencia y precaución en la transición del jugador desde la NCAA a la NFL. Ahora que el proyecto de Flores empieza a levantar el vuelo y los Dolphins han comenzado a ser competitivos, no intuíamos necesario cambiar mucho la dinámica del grupo. La confirmación pilló desprevenidos a la mayoría de aficionados del conjunto de Florida. Hay multitud de puntos de vista y opiniones al respecto. La versión “oficial” vuelve a ser exclusivamente deportiva, comprobar si Tua puede ser la respuesta que los Dolphins llevan tanto tiempo buscando. Las teorías más disparatadas sin embargo, hablan de examinar a Tagovailoa lo que queda de temporada pensando en la posibilidad remota que supondría elegir a Trevor Lawrence u otro quarterback en el próximo draft si fracasara el hawaiano. Extraigan sus propias conclusiones porque nadie parece tener la respuesta correcta. Únicamente el paso del tiempo podrá arrojar luz y calmará nuestras actuales incertidumbres.

 

 

La traición es otro misterioso componente de esta historia. Deslealtad manifestada en forma de filtración a los medios de comunicación. La noticia saltaba a la prensa antes de que Flores pudiera comunicar su decisión al conjunto del vestuario. Una brecha en la intimidad de la plantilla que ha enojado al entrenador de ascendencia hondureña.

Para completar el conjunto de ingredientes literarios que componen esta “peculiar novela”,  aquí también encontramos personajes que sufren los rigores del desamor. Ryan Fiztpatrick declaró visiblemente emocionado que la noticia sobre la titularidad de su compañero le “rompió el corazón”. El jugador con la barba más mediática de la competición afirmó que sentía que estos delfines eran “su equipo”. Ryan conocía y aceptaba  perfectamente su función como mentor de la promesa hawaiana pero la precipitación de acontecimientos parece haberle dejado tocado. Conociendo al jugador podemos intuir que, una vez pasado el shock inicial, no va a tener problemas para ayudar a sus sustituto desde la banda y seguir ejerciendo como una voz autorizada del vestuario de los Dolphins.

 

 

EXPECTATIVAS Y ANTECEDENTES 

La expectación es máxima entre los aficionados de Miami por el debut del hawaiano. Ansían comprobar que la espera ha merecido la pena. Desean que las “grandes esperanzas” depositadas en el nuevo número uno del equipo se vean cumplidas.

La ilusión, no obstante, suele hacernos pecar de impacientes. Tendemos a desear que el éxito deslumbrante llegue a las primeras de cambio. La presión añadida que supone comprobar el excelente nivel exhibido por Burrow y Herbert en este inicio de campeonato no ayuda a rebajar las expectativas.

Quizá debemos atemperar nuestras emociones. Echar la vista atrás puede ayudarnos para hacernos una idea más realista sobre lo que podremos vivir el próximo domingo. Repasar lo que hicieron los antecesores de Tagovailoa en el cargo en su primera titularidad puede darnos una visión más racional de la situación.

Únicamente cuatro quarterbacks han saltado al césped de un estadio de fútbol americano tras ser elegidos en primera ronda por los Miami Dolphins. Tua Tagovailoa va a convertirse en el quinto miembro de este selecto grupo. Estos elegidos representan una pequeña muestra del abanico de posibilidades que pueden producirse el próximo uno de noviembre en el Hard Rock Stadium.

Rick Norton, pick número  2 del draft de 1966, procedente de la universidad de Kentucky obtuvo su primera titularidad frente a los New York Jets durante la segunda  semana de su temporada de novato, consiguiendo 97 yardas, 1 pase de touchdown y una interceptación. Norton es la personificación del miedo actual de la afición aquamarina. Una equivocación de la franquicia que tuvo que ser subsanada el año siguiente con una nueva elección de un mariscal de campo en primera ronda.

Bob Griese, pick número 4 del draft de 1967, jugador proveniente de la universidad de Purdue tuvo un encuentro muy discreto en su primera aparición como titular. Frente a los Chiefs en la semana cuatro del campeonato obtuvo 101 yardas de pase, en una liga donde predominaba claramente el juego terrestre, pero sufrió dos interceptaciones. Griese puede servirnos como modelo de jugador que  supo sobrevivir a un mal partido inaugural para acabar convertido en leyenda de la franquicia merced a sus dos anillos de campeón con temporada perfecta incluida.

Dan Marino, pick número 27 del draft de 1983 se convirtió en leyenda desde su primera titularidad. El ex jugador de la universidad de Pittsburgh deslumbró en el partido frente a los Bills disputado el nueve de octubre de aquel año. Marino supo sobreponerse a dos tempranas pérdidas de balón para acabar con 322 yardas y tres pases de touchdown. Los Dolphins perdieron aquel partido en la prórroga pero asistieron al despertar de un mito de la franquicia. El deseo de toda la afición es que el  próximo domingo seamos testigos del nacimiento de otra estrella. Marino es la representación histórica del actual anhelo que perseguimos para Tagovailoa.

 

Dan Marino, la leyenda / miaminewtimes.com

 

Ryan Tannehill, pick número 8 del draft de 2012, consiguió hacerse con la titularidad desde la primera semana de su temporada rookie. El antiguo receptor de la universidad de Texas A&M debutó frente a Houston obteniendo 219 yardas y sufriendo tres interceptaciones. Vimos su crecimiento y mejoría durante las siguientes campañas hasta que las lesiones empezaron a lastrar su trayectoria en Miami. Su periplo en Florida terminó y tras recalar en Nashville ha sabido aprovechar la oportunidad para revitalizar su carrera deportiva.

 

“EL ÉXITO NO ES MÍO, EL FRACASO TAMPOCO”.

No sabemos qué nos espera en el primer partido de Tua como quarterback titular de los Miami Dolphins. Nadie conoce a ciencia cierta qué va a ocurrir durante los sesenta minutos que dure el esperado  encuentro. Los antecedentes históricos deberían servirnos como ejemplo para prepararnos para todas las opciones posibles. 

Sería conveniente sentarse frente al televisor alejando de nuestra mente, por un lado, los delirios de grandeza, y por otro, los fantasmas del fracaso que puede despertar en nosotros la imagen del Tua el próximo fin de semana.

Dejar la mente en blanco, acomodarnos en el sofá y antes del comienzo del partido mirar a los ojos del hawaiano y recordar las palabras de Pip en la novela del genio británico: “El éxito no es mío; el  fracaso tampoco, y los dos juntos me han hecho tal como soy.”

 

 

Hugo Manero

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