El primer quarterback de la historia

Me gusta imaginarme una franquicia NFL en febrero. Quarterback.
Si, para nosotros los aficionados, todos estos meses se asemejan a un joven despidiéndose en el aeropuerto de su amor veraniego. Para los tipos importantes de algo tan complejo como una franquicia NFL, la offseason supone algo más parecido a un laberinto del terror en halloween. Sabes que lo pasarás mal, pero te gusta, y entras. Y querrás repetir.

Imaginando

Me gusta imaginarme una gigantesca mesa de madera en algún despacho. Vacía. Cuatro hombres, esos pesos pesados que mueven los hilos desde la sombra, de no solo un club deportivo si no de las ilusiones de miles de aficionados. Y de otros tantos miles de millones de dólares, que no están físicamente encima de ese noble trozo de nogal, pero si sobrevuelan las cabezas de todos esos privilegiados que ahí se sentarán.
Pero es que la NFL no es solo deporte. Y no es solo un negocio. Es uno de los más grandes negocios que existen en todo el mundo. Formar parte de él, no solo te da parte del pastel, es que te hace entrar en una fiesta con tus mejores trapos, a bordo del mejor coche y con la autoestima tan alta que seguramente no volverás a entrar jamás en una fiesta sin la pose de triunfador.

¿Qué ha hecho la liga?

Lo que la historia nos ha enseñado es que esos dirigentes eligen un rumbo y van hasta las últimas consecuencias con él.
Ahí podemos encontrar la reconstrucción al uso, como la de estos 49ers que hace 5 años jugaban una Super Bowl y después de desmontarlo todo ahora luchan por estar en la pomada.
Y encontramos los que quieren ser referentes, moviendo apenas un par de piezas para mantener el bloque por años (Steelers o Packers).
Y los que se conforman con ser medianeros esperando que un golpe de suerte en un draft les haga subir ese escalón… (Bengals, Bills) Incluso podemos ver los que hipotecan su futuro tirando la casa por la ventana por ganar si o si éste año. (Como los Broncos de hace cuatro años, o Rams ahora).

¿Y en casa como esta la cosa?

En la mesa de los Chiefs se reunieron hace dos años y se tomaron decisiones. Valientes, pero que sólo sabremos si son acertadas con el paso del tiempo.
En Kansas se inició una reconstrucción, facturando a muchas de las estrellas del equipo y del staff. Algunas de ellas traumáticas. Pero no ha temblado el pulso.
El caso es que en éste momento, justo cuando la criba ha sido más grande, justo en la fase Cero de un inicio, nos presentaremos en septiembre con un ataque formado por Travis Kelce, Tyreek Hill, Kareem Hunt, Sammy Watkins y Patrick Mahomes.
Vamos, lo que sería una buena colección de fuegos artificiales que nada tiene que ver con una fase cero de un equipo reconstruyéndose. Vaya, que no es el primer año del desierto de browns, 49ers o Jets.
La defensa está aún en cuadro, y por supuesto, como buen inicio de proyecto hay muchas cosas por hacer. Pero hay algo aún más incierto.
Y es que al mando de todo ese explosivo hemos puesto a Mahomes.
Jamie Squire/Getty Images

Hay quarterback

Como cualquier QB que no ha jugado en la NFL presenta una mezcla de ilusión y desconfianza por desconocimiento. Tiene un buen brazo, ha estado un año detrás de Alex Smith aprendiendo. Lo poco que se le ha visto es muy esperanzador, le han rodeado de material suficiente, Reid es un buen HC para aprender…
Pero a todo esto hay que añadirle un detalle que parece insignificante. ¡Pero que me temo que no lo será!
Los Kansas City Chiefs, una franquicia histórica. Una de las que fundó la liga. Una que jamas ha hecho debutar un quarterback elegido en el draft.
Patrick Mahomes será el primer quarterback de la historia de los Chiefs que se ponga a los mandos del equipo procedente del draft. Será la primera vez que buscamos un quarterback franquicia. Y habiendo subido en el draft para conseguirlo, será la apuesta más grande de futuro que jamás se ha hecho en Missouri.
Así que no sabemos cómo reaccionará un público tan caliente como el de Arrowhead. No sabemos como puede afectar la presión de haberle dado armas tan explosivas al chaval. No sabemos ni siquiera si la gente está esperando una temporada victoriosa o si son conscientes de esta reconstrucción camuflada.
Pero lo que sí es seguro, es que en septiembre va a debutar el primer quarterback de la historia de los chiefs al que quieren convertir en ídolo.
Y ahí, la fortuna, una bola que alguien desvía y cae en manos de un contrario, o un pase de 40 yardas en el último segundo le dará el estirón necesario o la presión asfixiante que lo ahogue.
Kyle Rivas/Getty Images

Le dieron una solución

Un día, en esa majestuosa mesa de madera del despacho, cuatro hombres y una mujer, se sentaron y tomaron una decisión. Y como aficionado visceral, me alegro del rumbo que han decidido. Esto no es matemáticas, tan difícil es acertar, que cada año solo acierta uno…
Pero después de tener un problemón con el CAP, después de estar estancados en la Ronda de wild card, después de…
Resulta que llegaremos a septiembre con un ataque que me pone cachondo. Enfundado en la camiseta de un tal Patrick Mahomes. Deseando que se convierta en el primer quarterback de la historia de los Chiefs, y de la mia. Soñando que puedo tener mi propio Aaron Rodgers a quien idolatrar.
Y si lo que intenta una franquicia es ilusionar a los fans, ésta gente lo ha conseguido! Y en un momento muy complicado.

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