Hacer el “balance” o resumen de lo que fue la temporada del equipo que tanta felicidad y tristeza le causa a uno nunca es fácil. Y si tomamos en cuenta que el equipo al que le jure mi fidelidad son los Indianápolis Colts, es menos fácil. Su récord, termino siendo perdedor esta campaña y nuevamente no logró clasificar a postemporada. La última vez que el equipo llegó a Playoffs, fue en 2020 de la mano del quarterback Philip Rivers. Por ello, entenderán que no es sencillo ser objetiva y escribir maravillas. Pero bueno, aquí vamos de nuevo.
Esperanza de 60 yardas
La temporada de los Potros dio inicio el 8 de septiembre de 2024. El rival a vencer (de la división AFC Sur) los Houston Texans. Había demasiada expectativa de la Colts Nation alrededor de ese juego por diferentes factores: El regreso al equipo y a la titularidad de nuestro quarterback Anthony Richardson. Quien, recordemos, solo pudo jugar 4 partidos en la temporada 2023 debido a una lesión (y posterior operación) en el hombro. Y en segunda, la “revancha” del ultimo encuentro de la campaña anterior donde los Colts estaban jugándose la oportunidad de pasar a Wildcard y ese mal pase del quarterback Gardner Minshew para el running back Tyler Goodson que terminó dándole el boleto al ya mencionado rival. Para nuestro pesar, el equipo de Indianápolis es en único equipo de toda la NFL que lleva más de 10 temporadas sin ganar su juego inaugural. La última vez que empezaron la temporada con una victoria fue en 2013 contra los Raiders, en ese entonces aun de Oakland, con marcador de 21 a 17.
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Las ilusiones, como cada año, estaban al tope en ese primer juego. Si bien como fanática sabia que esta era una temporada de prueba y error sin muchas aspiraciones siempre hay esa esperanza de que el equipo puede lograr mas de lo esperado y dar la sorpresa. Como la que nos llevamos todos los aficionados cuando, en el primer cuarto del encuentro, Richardson lanzo un pase de 60 yardas para encontrar al receptor de tercer año Alec Pierce logrando el primer touchdown de la campaña.
El pase y anotación de los Potros fue tan extraordinario que apareció en todos los highlights de la semana 1. La NFL replicó en sus redes sociales, desde varios ángulos, la toma de la trayectoria de ese pase. Aunque el partido termino 29 a 27 a favor de los Texanos y no se logro la tan ansiada victoria, el equipo nos hizo pensar (o al menos a esta pobre alma soñadora) que había posibilidades de una campaña exitosa.
¿Cansancio físico o mental?
Llegando casi a la mitad del calendario, Anthony Richardson estuvo bajo los reflectores y el escrutinio público debido a un suceso que, personalmente, no había visto o escuchado en el poco tiempo que tengo de ver football. El proveniente de los Gators de Florida pedía salir del campo mientras se desarrollaba una importante tercera oportunidad. Los de Indy buscaban remontar el marcador en el encuentro ante los Texans correspondiente a la semana 8. ¿La razón?. Según palabras del propio joven de 22 años y el Coach Shane Steichen “Estaba cansado”.
Por supuesto que la acción tuvo consecuencias. Richardson fue enviado a la banca y el veterano Joe Flacco, que llegó al equipo en la agencia libre durante la offseason, fue nombrado el titular durante los siguientes dos encuentros. Considerando que ya había tenido acción durante la temporada en tres partidos de los cuales en uno logro promediar un total de 359 yardas y ayudo al equipo a ganar 2 de 3 los fanáticos pensamos que sería una gran apuesta… No lo fue. Se perdieron los dos partidos y terminaron por regresar a Anthony a la titularidad en la semana 11 para el partido contra los NY Jets. Un dato curioso sobre el retorno del portador del jersey #5 de los Colts ante Jets es que, en ese duelo tuvo sus mejores números en toda la temporada. Consiguió 272 yardas, 1 TD por pase y 2 TD corriendo. Parece que mandarlo a “calentar la banca” le quitó el cansancio.
Los fantasmas de las eliminaciones pasadas
Para diciembre, época en que todos (o la mayoría) buscamos un “Milagro de Navidad”, el equipo de la herradura era el numero 2 de la AFC Sur. Con récord perdedor de 6-7 y aunque acechaban los fantasmas, el sueño o milagro de postemporada se veía lejano. Pero matemáticamente posible. Después de la derrota ante los Denver Broncos en la semana 15 se necesitaba de ciertas combinaciones y, por supuesto, ganar los tres duelos restantes para darle a la Colts Nation la alegría de playoffs. ¿Cómo afronto el equipo de Indianápolis tan importante misión? Salió a dar el peor partido posible contra el rival mas inesperado que, dicho sea de paso y aunque suene extraño, ganaba más perdiendo. Los NY Giants.
El equipo de la gran manzana salió a dar el mejor partido de la temporada y exhibió de forma humillante a una inoperante defensiva de los Potros. Permitieron 4 pases de anotación más un TD por carrera de Drew Lock. Ni la gran actuación del running back Jonathan Taylor quien tuvo 32 acarreos, 125 yardas y 2 TD, el touchdown del receptor Michael Pittman o el de Alec Pierce fueron suficientes para que los Colts se salvaran de la derrota. El partido terminó con un marcador de 45 a 33. Adiós sueño de postemporada.
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¿Balance general? Un desastre. Indianápolis terminó con récord perdedor con marca de 8-9. ¿Cosas rescatables? Anthony Richardson es un quarterback con condiciones atléticas muy buenas al que todavía se puede moldear para ser el mariscal de campo franquicia que el equipo necesita. En el roster hay mucho talento, quizá no el más renombrado o sobresaliente. Jugadores ofensivos como Taylor, Pittman, Pierce o Josh Downs o bien defensivos como el linebacker Zaire Frankiln, el defensive end Laiatu Latu, el veterano DeForest Buckner o el cornerback Kenny Moore son piezas que tienen mucho talento aun por aportar. No es un equipo perfecto, hay muchos ajustes que hacer, pero como siempre me aferraré al cariño por los Colts. También tendré fe en que Indy hará una buena offseason para buscar ese tan ansiado pase a playoffs y quizá un poquito más.
Animo Colts Nation.
#ForTheShoe