Somos los Saints, y ya me gustaría que el título de este artículo tuviese que ver con otra cosa, que no fuese un escándalo de tal magnitud. Y es que a perro flaco todos son pulgas y por si no teníamos bastante con la situación deportiva y económica de la franquicia, ahora salta semejante noticia. Iglesia Iglesia Iglesia Iglesia Iglesia Iglesia Iglesia Iglesia Iglesia Iglesia Iglesia Iglesia
Todos estábamos centrados en que parece que Kellen Moore va a ser nuestro próximo entrenador. O que queremos mandar a Carr lejos del Superdome como sea. Pero, de golpe y porrazo, nos encontramos con la noticia. Presuntamente, varios directivos de los Saints habrían ayudado a tapar casos de abusos sexuales por parte de clérigos de la iglesia de Nueva Orleans.
Los hechos
Corría el año 2018, cuando los miembros de la iglesia de Nueva Orleans se preparaban para asumir las consecuencias de publicar una lista de sacerdotes católicos pederastas. El presidente de los Saints, y otros altos cargos del equipo, se convirtieron en sus grandes aliados. Les ayudaron a tapar todo el escándalo afín que no llegase a la opinión pública. Hasta que se filtraron varios mails.
Se sabe de sobra que el señor Benson estaba muy unido al arzobispo de Nueva Orleans. Éste incluso fue la persona que le presentó a su futura esposa, Gayle. Tras la muerte de Tom, Gayle siguió con la amistad del arzobispo. Además de seguir ayudando con donaciones a la iglesia, como siempre había hecho su marido. Tal es la estrecha relación que el arzobispo Aymond ha llegado a usar el jet privado de la familia. Volando incluso para dar misas antes de los partidos.

Cuando las acusaciones de abuso salieron a la luz, Bensel, el portavoz de los Saints con la prensa, intentó maquillar la historia. Lo hizo trabajando con sus contactos en los medios locales. Se llegaron a publicar artículos elogiando al arzobispo. También pidió que sus comunicaciones fueran confidenciales. Presionó para que no pudieran hacerlas públicas, ni compartirlas con nadie. Incluso se llego a presentar una queja a un editor para que retirara un artículo. En éste incitaba a las víctimas de los abusos a ponerse en contacto con el periódico.
El alcance del abuso permaneció oculto en 2018. Ese año en el que los Saints llegaron a la final de conferencia. Un año en el que la iglesia se preparaba para una embestida mediática. Bensel llevó a cabo una agresiva campaña de relaciones públicas. Pedía favores. Preparó conversaciones. Se apoyó en contactos importantes para apoyar a la iglesia.
Además advirtió en su momento que no había que centrarse en el arzobispo, porque eso no era beneficioso para nadie.
Negación
En 2020 la dueña de los Saints, Gayle Benson, negó la implicación de alguien que tuviese que ver con la franquicia. Negó que nadie en la organización hiciera recomendaciones. Menos que tuviera responsabilidad alguna en poner o quitar a nadie de la lista de abusos. Los Saints, reiteraron esta negación en su declaración del sábado 1 de febrero del presente año. Siempre dejando claro, una vez más, que ningún directivo o trabajador tuvieran nada que ver con el asunto.
Cosa que parece poco probable, más bien todo lo contrario, viendo el contenido de los mails. ¿Qué hay en esos correos?
Por ejemplo, el presidente del equipo, Dennis Lauscha, redactó más de una docena de preguntas. Estas eran para que el arzobispo Gregory Aymond tuviera preparadas las respuestas mientras se enfrentaba a los reporteros.
El fiscal del distrito, Leon Cannizzaro, que ya en 2020 dijo que los Saints no tenían nada que ver con el tema. No obstante dijo que no sabía por qué el portavoz de los Saints, Bensel, había dicho que tuvo una llamada con la gente de la iglesia.
Los correos electrónicos, enviados desde cuentas de los Saints, no especifican qué clérigos fueron eliminados de la lista o por qué. Sin embargo, plantean nuevas preguntas sobre el papel de los Saints en un escándalo que ha asumido apuestas legales y financiera, mucho más grandes desde que el equipo se vio involucrado y violando la política de conducta de la NFL.

Consecuencias
El comisionado de la liga, Roger Goodell, dijo a los periodistas que estaban en la presentación de la Super Bowl, que cree que tanto Benson, como los demás implicados, seguro que solo buscaban ayudar y ser transparentes. Esto parece indicar que no se planea alguna sanción económica para la franquicia. Ni otro tipo de sanciones comoquitar alguna selección del draft. Ya sabemos que a la hora de sancionar según qué cosas, la liga es más laica.
Ya vimos cómo se trató el tema Deshautn Watson o veremos que se hace con Justin Tucker. Tampoco se suele hacer mucho en los casos de malos tratos o vejaciones a cheerleaders, o cuando se trata de temas de drogas y alcohol. Así que, no es de extrañar, que esto pase de largo como tantas otras cosas en este mundo.
Los fans
La opinión de los fans de los Saints en el mundo está bastante clara: ASCO. Así en mayúsculas para que quede claro.
Por qué ya de por sí la franquicia y los ánimos están en horas bajas. No está la cosa como para tener que cargar con el San Benito de que apoyamos a curas en sus abusos a menores.
Por qué está quedando más que claro la poca profesionalidad de la dueña y sus «secuaces». Han sido capaces de tapar algo así que está por encima de todo, más alla de la ya comentada mala gestión deportiva.
Hay fans que incluso se están planteando no seguir más al equipo a no ser que se lleve a cabo una venta. Algunos ni siquiera con la venta volverían a apoyar a la franquicia. Una venta que podría hacer que las cosas volvieran algo a su cauce. No obstente, no olvidemos como funciona este negocio, podría acabar con la franquicia en cualquier otro lugar de Estados Unidos.
Esperemos que no sea así y que solamente se vayan a la calle los que sobran en este maravilloso equipo. De esta manera, nos dejen (volver a) seguir disfrutando de este impresionante deporte, lejos de escándalos y malas prácticas lejos de los emparrillados. Con la Iglesia hemos topado.
Who Dat!!
David Rodríguez | @davidsaints32