Jerod Mayo, suspenso en Filosofía

Los New England Patriots anunciaron el despido de Jerod Mayo, que tras un muy mal año fracasó en la búsqueda de la identidad tanto de su equipo como la suya como entrenador

Los New England Patriots anunciaron el despido de su entrenador jefe, Jerod Mayo. La peor temporada del equipo en más de treinta años, el deficiente producto en el campo, la inconsistente imagen en ruedas de prensa y un vestuario fuera de control han terminado por ser suficiente para que Robert Kraft diese un paso atrás al respecto de su apuesta personal y se decidiese por volver a empezar de cero.

La búsqueda de la identidad es una de las grandes cuestiones abordadas por la filosofía a lo largo de la historia humana. Volviendo a mis años de instituto y lo aprendido en clase de filosofía, recuerdo particularmente a Kant y la pregunta “¿qué es el hombre?”, que pretendía aglutinar todo lo relacionado con el conocimiento, la obra y la moral. Es decir, la identidad del hombre como un todo. Desde ese enfoque, Kant planteaba tres preguntas que Jerod Mayo no ha sabido contestar en estos doce meses al frente de los New England Patriots.

 

¿Qué puedo saber?

Jerod Mayo fue nombrado como entrenador jefe de los New England Patriots con un gran interrogante en su haber: la falta de experiencia. Con apenas unos años como entrenador de linebackers, el salto a entrenador jefe se antojaba ambicioso.

Al respecto del tipo de entrenador que quería ser, Jerod Mayo se inclinaba por el perfil de entrenador “CEO” que supervisa toda la operación y delega en sus coordinadores y su staff con total confianza para dejarles hacer su trabajo. Extraña entonces la elección de DeMarcus Covington como coordinador defensivo, rookie en la posición. Del mismo modo, Alex Van Pelt llevaría las riendas del ataque en su primer año como playcaller ofensivo.

 

El cuerpo técnico de los New England Patriots se caracterizó principalmente por la falta de experiencia (Imagen: PatsPulpit)

 

La mala gestión de la franquicia en la sucesión de Belichick, proceso del que Jerod Mayo nunca pudo ser partícipe, le impidió empaparse de conocimiento acerca de la gestión de la operación, del personal, del vestuario y del fluir de un partido. La falta de experiencia parecía ser el primer rasgo identificativo y característico del staff de New England.

 

 

¿Qué debo hacer?

Cuando arranca una temporada, especialmente con un entrenador en su primer año, resulta interesante observar la manera en la que se construyen aspectos identificativos que definan el producto. Los New England Patriots de Jerod Mayo. Lo que este entrenador hace, dentro y fuera del campo, como líder de su equipo.

La tan notoria regresión de la defensa, visible desde las primeras semanas de competición, descarriló una temporada que parecía empezar con un equipo serio y competitivo que pelearía hasta el último minuto bajo el mantra de “take ‘em to the hill”. Sin embargo, la inconsistencia y la impotencia de la defensa a lo largo de la temporada terminaron por eclipsar aquella actuación de septiembre, que queda más como anécdota que otra cosa. Lo que terminó por imponerse es la imagen de Jerod Mayo, impasible en la banda, incapaz de aportar a su equipo algún extra en lo táctico o en lo emocional.

Fuera del terreno de juego la cosa no mejoró. De hecho, empeoró. A niveles de llevarse las manos a la cara. Las constantes salidas de tono de los jugadores en redes sociales y ante los medios llenaban de contenido las tertulias deportivas de la zona de New England, pero más notorios aún eran los patinazos de Mayo en las ruedas de prensa post-partido. Eran estas declaraciones las que se veía obligado a retirar en sus siguientes comparecencias, creando una tendencia bastante desagradable durante toda la temporada.

 

Las polémicas respuestas en sala de prensa impactaron de forma negativa en la imagen de la franquicia y causaron más de un problema a Jerod Mayo (Imagen: Washington Post)

 

Cuando los jugadores son blandos. Cuando dentro de las rayas blancas no se puede hacer nada por ellos. Cuando comparas tu gestión del reloj a la de Belichick en una Super Bowl. Cuando las culpas son de tu coordinador ofensivo. La falta de control tanto dentro como fuera del campo parecía ser otra tendencia identificativa y característica de Jerod Mayo.

 

¿Qué me está permitido esperar?

La primera temporada de un entrenador jefe de la NFL se evalúa más como un continuo que como un ente invariable. La principal expectativa de una franquicia al respecto de su nuevo personal técnico es la de identificar tendencias positivas a lo largo del año y tener la sensación de que el equipo que termina la temporada ha crecido con respecto al que la inició.

Sin embargo, la tendencia de los New England Patriots en 2024 se ha mantenido frustrantemente constante. Constante en la inconstancia, en la inconsistencia. En la incapacidad de mostrarse como un equipo serio y competitivo, que al final de la temporada es capaz de operar como una unidad y de demostrar que los cimientos que se han ido colocando pacientemente durante meses comienzan a solidificar. Que ojo con lo que puede ser este equipo el año que viene.

Con un bye en la semana 14 y cuatro partidos por disputar, ese stretch final se antojaba como una prueba de fuego para los Patriots de Jerod Mayo. Sin embargo, el primer encuentro tras la semana de descanso vio a unos New England Patriots tremendamente ineptos en Arizona. Un equipo incapaz de entrar en el guion competitivo del partido, que comete penalizaciones absurdas y que ni siquiera es capaz de ejecutar el snap sin cometer errores. Una derrota competitiva se convirtió en el techo, cuando ese debe ser el estándar exigible a un entrenador jefe novato en el último mes de temporada.

 

Jerod Mayo fue incapaz de dotar a su equipo de identidad o de encontrar la suya propia como entrenador jefe (Imagen: SportingNews)

 

Los brotes verdes que se atisbaban en el duelo ante los Bills en Buffalo en la semana 16 quedaron como un simple espejismo cuando una semana después los Chargers de Jim Harbaugh atropellaron a los Patriots en su primer partido en casa en prácticamente un mes. La afición, comprensiblemente hastiada, dedicó silbidos y cánticos negativos al equipo y especialmente a Mayo. El anticompetitivo duelo ante Bills que cerraba la temporada le otorgó el mismo sonido.

La incapacidad de establecer una cultura competitiva y una operación mínimamente sólida dentro del campo terminó por imponerse sobre la expectativa de que Jerod Mayo consiguiera terminar el año con una tendencia positiva. La inconsistencia ganaba fuerza como tendencia identificativa y característica de Jerod Mayo

 

 

La pregunta definitiva: ¿qué es el hombre?

Lo que todo lo anterior nos permite identificar es un entrenador con problemas en la gestión del vestuario, en la comunicación con los medios y en el control del producto que coloca cada semana en el campo. Esta incapacidad de gestionar la operación tanto dentro como fuera del terreno de juego, los malos resultados cosechados y la mala imagen generada alrededor del equipo han terminado por costarle a Jerod Mayo su trabajo como entrenador jefe.

Los New England Patriots tendrán que volver a empezar de cero en 2025 con nuevo cuerpo técnico, con la esperanza de enderezar el rumbo de la franquicia y dejar atrás el recuerdo de esta fatídica temporada.

 

 

Si os parece, podemos comentar en la cuenta de X @alvaromorcuq cualquier cosa relacionada la temporada de los New England Patriots, el equipo técnico, la offseason y los planes para 2025.