Llevamos 10 semanas de competición y el equipo todavía no ha cosechado su primera victoria de la temporada. Está siendo un año muy complicado en el Ford Field y el equipo es una buena muestra de ello. Con muchas lesiones en posiciones claves, la llegada del nuevo staff y la falta de talento que hay en la plantilla está haciendo que el equipo juegue de forma muy irregular lo que llevamos de temporada. A pesar de la sensación de que cada partido es una montaña rusa, se pueden apreciar una serie de cambios respecto a la etapa anterior. Vamos a hablar un poco de esta evolución y si es posible que se vea luz al final del túnel.
Cambios defensivos claves
Con la llegada del nuevo defensive coordinator Aaron Glenn esta postseason, el equipo ha cambiado su forma de jugar de forma evidente. Si bien el esquema principal sigue siendo una formación 3-4 base hay una serie de cambios que se apreciaron desde la pretemporada.
La principal a mi parecer es el uso del blitz. Mientras que en la época de Matt Patricia era un recurso muy limitado e incluso inexistente, este año eso ha cambiado y somos mucho más agresivos en buscar el Qb rival. Aaron Glenn busca crear presión constante utilizando sobre todo el exterior del pocket, para ello ha reconvertido a Trey Flowers y Romeo Okwara de DE a OLB. En muchas jugadas a pesar de parecer que hay 4 jugadores de línea, estos se disponen con una formación de 2 DT y 5 LB.
Enlazado con está búsqueda de presión observo que se utiliza a los LB si la presión va a incidir en el centro del pocket y el uso de Tracy Walker o AJ Parker para realizar el blitz desde la secundaria. Como hemos comentado antes, con Patricia se era mucho más conservador y durante su mandato no se vio ninguna de estas cosas.
Respecto a la secundaria, el cambio principal es el paso de la cobertura al hombre a una más enfocada a la defensa zonal. Con Patricia la cobertura al hombre era una máxima y con ello exponía mucho a la secundaria. Desde la llegada de Glenn está mucho más equilibrado el uso de los dos tipos de cobertura. Esto ha conseguido que los defensives backs estén mucho menos vendidos y disminuir la falta de talento que tienen.
También es cierto que el cuerpo de linebackers no es de los mejores en la lectura del Qb durante las jugadas de pase. La gran noticia a este respecto es la elección del rookie Derrick Barnes, que en cada snap que está en el campo se observa que tiene una facilidad natural para leer los ojos del quarterback y estar donde se le necesita.

Cambios ofensivos claves
En este apartado tenemos que tener en cuenta que se fue Matt Stafford y llegó Jared Goff. Como son 2 jugadores totalmente distintos en sus aptitudes, entiendo que los cambios que diremos a continuación pueden deberse a la adaptación del playbook a Goff.
El cambio más importante es el uso de los RB en el juego aéreo. Mientras que con Patricia su uso era casi exclusivo para realizar carreras, con Anthony Lynn su peso en la estrategia es mucho mayor. Así ahora vemos como Swift está ejecutando muchas rutas a la zona flat o swing route dando a Goff pases rápidos al exterior. De hecho, en lo que llevamos de temporada Swift es uno de los jugadores con más yardas de pase del equipo.
Como consecuencia de esta mayor implicación. este año se observa que las jugadas de screen tienen una posición privilegiada en el playbook. Se utilizan en todas sus variantes y hemos visto que se diseñan en sus tres posibilidades, para el RB, TE o WR.
Otro cambio importante es una mayor presencia de jugadas de engaño, principalmente play actions. Con ello Anthony Lynn intenta utilizar el peso que le da a la carrera para que Goff pueda encontrar receptores libres y así conseguir pases rápidos.
Por otro lado, los pases profundos buscando ganar muchas yardas han disminuido bastante y ahora es un recurso poco utilizado. Como hemos comentado esto es posible que sea consecuencia de la falta de potencia de Goff y de que se necesita un mayor tiempo en el pocket para poder ejecutarlas.

Conclusiones
Está siendo un año muy duro y todo indica que el récord puede ser un 0-17. No hay que perder de vista que el equipo está en reconstrucción y necesita tiempo para coger automatismos. Estos cambios nos habla de la flexibilidad del nuevo staff para adaptarse a lo que tiene, cosa que no ocurría con Matt Patricia. Lo más preocupante es la falta de fiabilidad de la plantilla, que combina partidos buenos con otros desastrosos.
Queda mucho trabajo por delante, Dan Campbell necesita y es casi obligatorio dárselo para que pueda probar si valía. En los próximos años con elecciones de draft altas, el equipo deberá ir evolucionando y mejorando llegando al tope de su calidad en 2-3 años.
Trust the process y ONE PRIDE.