EL ESPEJO RETROVISOR: LAS BASES
A veces vivimos tan deprisa que perdemos la perspectiva. Es normal estar viviendo un momento histórico y apenas ser consciente de ello. Pero hay que poner en valor la trayectoria de los Eagles mientras Jeffrey Lurie ha sido su dueño. Lurie es un dueño con uno de los perfiles más bajos de toda la NFL, pese a ser un productor cinematográfico de éxito. El dueño está en la sala la noche del draft, es parte de las decisiones como grandes firmas de agentes libres, pero escucha, sabe delegar, y nunca desautoriza una decisión de uno de sus responsables. pensamientos
Lurie sí ha demostrado una cosa: sabe contratar entrenadores. Desde 1994, Ray Rhodes, Andy Reid, Chip Kelly y Doug Pederson dejan un balance en general muy positivo (17 apariciones en playoff en 28 años, 7 finales de conferencia y tres viajes a la Super Bowl, con un campeonato en 2017 y con la incógnita de qué va a ocurrir este año). Desde el año 2000, son el equipo con más victorias contra equipos con récord ganador después de los Patriots; han ganado 16 partidos de playoffs; y su porcentaje de victorias es de 58.9%, sexto mejor de la NFL en este siglo.
No es como Jerry Jones de los Cowboys o Robert Kraft de los Patriots, hombres de negocios hechos a sí mismos que gobiernan sus feudos futbolísticos solo para complacerse a sí mismos. Él cree que tiene que comportarse (y hacer que su equipo lo haga) de cierta manera. Es un estilo de liderazgo que se puso en marcha hace mucho tiempo, cuando era un niño; ese es el objetivo de compartir la imagen de sus amados Celtics, de elogiar su trabajo en equipo. También es por eso que, en comparación con los señores del football, no grita, susurra.
EL ARQUITECTO: HOWIE ROSEMAN
Los Eagles terminaron la temporada 2021-2022 con un balance de 9-8, clasificando en la última posición para playoffs, y siendo aplastados por los Bucs de Brady. Pese a ello, el sabor de boca fue bueno, pensando en que sólo un año antes se habían declarado oficialmente en reconstrucción, terminando la temporada de forma desastrosa (4-11-1). 2020 fue un annus horribilis, con Doug Pederson saliendo por la puerta trasera y Carson Wentz, el QB al que habíamos firmado un contrato multimillonario, por la delantera, con un último partido vergonzoso ante Washington. pensamientos pensamientos pensamientos pensamientos pensamientos pensamientos pensamientos pensamientos
El año 2022 marca la que ha sido en mi opinión la mejor offseason de los Eagles en su historia. En el draft se elige a Jordan Davis en el número 13, dejando pasar a Kyle Hamilton. El pick 18 se intercambia con Tennessee para contratar al receptor A.J. Brown. Se incorporan Haason Reddick (visto su rendimiento un auténtico robo en la agencia libre) y James Bradberry, y se deja marchar a Rodney McLeod, Alex Singleton y Steven Nelson. Del draft también se incorporan dos jugadores de prometedor futuro a medio plazo, Cam Jurgens y Nakobe Dean.
Ya comenzada la temporada, se contrata de Chauncey Gardner-Johnson (a cambio de una quinta ronda y la peor sexta), un jugador en el molde de Malcolm Jenkins, que ha liderado la NFL en interceptaciones, pese a perderse por lesión cinco partidos. Para cubrir las deficiencias de la defensa contra la carrera y aumentar la profundidad de la línea defensiva, a mitad de temporada Roseman trae a Linval Joseph, Ndomakang Suh y Robert Quinn. Desde entonces los Eagles son terceros en DVOA en defensa contra la carrera y top ten de la liga en este apartado.
Los Eagles han terminado la temporada regular con un balance de 14-3, y aun así tendrán seis elecciones en el draft, dos de ellas en la primera ronda. Los otros equipos con dos elecciones en primera ronda son Texans, Lions y Seahawks. Por lo tanto, no es cierto, como ha afirmado Jerry Jones, que los Eagles hayan “vaciado el cubo” para este año, al estilo de lo que hicieron los Rams. Y más si se observa en este cuadro comparativo de cómo de los once titulares de Eagles en ataque todos vienen del draft, excepto AJ Brown:
Muchas veces no vemos la exposición en su conjunto, y nos quedamos mirando el último cuadro. Yo he sido el primero en acusar a Roseman de no saber elegir en el draft, por los casos de Reagor o Arcega. Y ahora, viendo la foto de arriba, Howie me mira fijamente a los ojos y me dice, como el personaje de Kevin Costner en Draft Day: “let me do my job”. pensamientos pensamientos pensamientos pensamientos
Si los Eagles ganan el domingo, habrán conseguido dos SB en cinco años, con dos entrenadores y dos QB distintos. En 1976 Raiders lo hizo con John Madden and Stabler y en 1981 con Tom Flores y Jim Plunkett, y los Patriots en 1996 con Bill Parcells and Drew Bledsoe y en 2001 con Bill Belichick y Tom Brady. Pero en ambos casos no ganaron los dos partidos. Los Eagles pueden hacer algo que nadie ha hecho antes.
Howie Roseman ha sido el mejor ejecutivo de la NFL este año. No lo digo yo (que también), sino lo dice Pro Football Writers of América.
EL MAQUINISTA: NICK SIRIANNI.
Nick Sirianni ha demostrado algunas cosas en dos temporadas con los Eagles. Que es un estudioso del juego no cabe duda, y un coach de corte ofensivo, que sabe trabajar con QB y WR. Pero hay una serie de intangibles que le hacen especialmente valioso, y en mi opinión, son el secreto de su éxito.
En primer lugar, es muy inteligente, digamos smart: es espabilado, listo, atento a los detalles, humilde. Sabe reconocer cuando comete un error, y no le duelen prendas rectificar. Cuando llegó al equipo venía con una idea en la cabeza, pero tras siete partidos en los que el récord era de 2-5 se dio cuenta de que su sistema no funcionaba. Y como sólo tenía limones, pues se concentró en hacer la mejor limonada de carrera, y terminó 7-3 y clasificado para playoffs.
En segundo lugar, es adaptable. Tampa le hizo ser consciente de la forma más dolorosa de que con el limón no bastaba para ganar. Y convirtió a su ofensiva en un shape shifter: un día podías hacerle 400 yardas de carrera a Packers, y la jornada siguiente casi 400 yardas de pase a Titans. Su ofensiva es un ser cambiante, capaz de transformarse en lo que más daño haga a la defensa rival. Y todo ello partiendo de las RPO, las read option y zone read, que son las armas más aprovechables por un QB como Jalen Hurts.
La defensa, por otro lado, es un simbionte entre la línea defensiva y la secundaria, se retroalimentan mutuamente. Cuando sin apenas blitz te quedas a cuatro sacks del récord de todos los tiempos de los Bears del 85, es que tienes la mejor secundaria de la liga, y la mejor de la historia de la franquicia. Y por otro lado, cuando tienes a cuatro jugadores por encima de 10 sacks y en tu último partido presionas al QB rival un 61%, las probabilidades de que ese quarterback cometa errores aumentan de forma exponencial.
En tercer lugar, es un entrenador que cuida mucho los detalles: pérdidas de balón, penalizaciones, todo es buena ejecución, es un equipo bien entrenado, que sabe lo que tiene que hacer casi por instinto. Eso se vió en la no recepción de Devonta Smith en la final de conferencia contra 49ers. El equipo funciona como un motor bien afinado.
Por último, ha dotado al equipo de una identidad desde el principio, y que encaja como un guante con la tradición de la franquicia: todo comienza y termina con las trincheras. La mejor línea de ataque de la historia de la franquicia es clave en el juego terrestre y por extensión en el de pase; y la línea defensiva más profunda de la historia de la franquicia (hablamos de mejor que la de la 46 defense, con Reggie White, Jerome Brown, Clyde Simmons) hacen que como vimos en la final de conferencia los Eagles te dominen físicamente y hasta abusen por momentos.
Me dicen que Jeff Stoutland acaba de extender su contrato, rechazando ofertas de otras franquicias como coordinador ofensivo. A ver quién va a renunciar a tener una universidad a su nombre. Viva la «Jeff Stoutland University».
PASANDO BAJO EL RADAR: EL CALENDARIO Y OTRAS HIERBAS
Rafa Cervera se preguntaba la razón por la cual los Eagles habían pasado durante el año bajo el radar. Para muestra algunos datos: Sirianni en dos años ha mejorado por cinco victorias en cada una de ellas el record de la franquicia, lo que es algo histórico; su récord es de 25-11. Hasson Reddick es segundo en sacks, primero en fumbles forzados, en fumbles recuperados y tiene 50 presiones al QB y 10 placajes para pérdida. Brandon Graham se rompió el tendón de Aquiles con 33 años, estuvo un año lesionado, volvió con 34 años y batió su record personal con 11 sacks, ayudando a batir el record de la franquicia.
Ninguno de los tres ha sido ni siquiera considerado para el premio de entrenador del año, mejor jugador defensivo o comeback player of the year. Yo no lo comprendo. pensamientos pensamientos pensamientos pensamientos pensamientos pensamientos
Otras cuestión que llevo escuchando todo el año es la fortaleza del calendario. Que si ha ayudado tener un calendario fácil, que no hemos jugado contra nadie. Es relativo, incluso engañoso, y me explico. Los récords de un año a otro varían bastante, la fortaleza se calcula con los resultados del año ANTERIOR. Hasta que la temporada no termina no podemos saber si ha sido realmente débil o fuerte. Sólo doy algunos datos:
- Mejores records en la historia de la NFL contra equipos ganadores: Vikings 9-1 (1969), Patriots 9-1 (2007), Eagles 9-1 (2022).
- La NFC Este ha sido la división más ganadora de la NFL este año, con 43 victorias totales.
- Desde el año 2000, los Eagles tienen el mejor record contra equipos ganadores, después de Patriots.
- En las tres últimas temporadas, sólo Tampa en la NFC y Chiefs y Bills en la AFC han jugado playoffs todos los años, de un total de 21 equipos.
- Esta temporada Eagles tienen el mejor record en temporada regular después de Chiefs (6-2) contra equipos que se han clasificado para los playoffs (5-1).
La última: Jalen Hurts mejoró mucho este año. Pero mucho. La diferencia con el resto de su vida deportiva es abismal. Llegué a pensar que este verano hizo como Robert Johnson y firmó un pacto con el diablo en el cruce de caminos a cambio de jugar como un QB top. Pero enseguida se menospreció su evolución con esa etiqueta tan bonita de “quarterback de sistema”.
Lo que la gente no se da cuenta, y se vió claramente en los partidos en que Minshew jugó, es que no es que sea un QB de sistema, es que el sistema es él: todo el equipo está montado a su alrededor. Todas las sutilezas del ataque giran alrededor de las cosas que puede hacer y que los demás no pueden. Toda la imprevisibilidad del ataque, las capas, los matices, están diseñados para que sea él el ejecutor. Por eso su mejora individual es directamente proporcional a la mejora de 9 a 14 victorias del equipo. Es como apretar el botón del turbo. Y ahora está apretado.