Black Demons consolida su reinado en el football nacional

Tarde agradable en Badalona, unas 800 personas en la grada del Municipal, aficionados de Dracs, Pagesos, Reds,… y del fútbol americano en general.
Mucho colorido, ambiente festivo, bullicio en la grada y hasta fuegos artificiales en la Spanish Bowl XXXI. Mucho ha llovido desde aquel 1995 en el que Panteras de Madrid venció a Barcelona Boxers en la primera edición, pero el tackle nacional sigue reivindicando con fuerza que se puede vivir un buen espectáculo de football con jugadores y equipos de aquí. Ausencia de autoridades en las gradas; no obstante, los presidentes de la Federación Española, Madrileña y Catalana de Fútbol Americano no quisieron perderse la cita, así como la prensa local.

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Badalona Dracs consiguió romper la hegemonía mesetaria y, tras tres finales consecutivas protagonizadas por equipos madrileños, consiguió una plaza en la final por primera vez desde el 2021, año en el que consiguieron su último título. No obstante, Black Demons volvió a demostrar en el astroturf betulense que sigue siendo el mejor equipo del tackle nacional y que, tras tres títulos consecutivos, podemos hablar, sin tapujos, de “dinastía”. Y, como detalle, los roceños solo han perdido un partido de LNFA (Liga Nacional de Fútbol Americano) en los últimos tres años. Una dinastía, por méritos propios, como lo fueron Dracs o Pioners en su momento.

Dios salve a Black Demons.

Vayamos al partido

El partido empezó como empiezan las finales. Nada de improvisación, concentración, ideas claras y los deberes hechos. Ambos eran conscientes de los puntos fuertes de su oponente y de lo que debían hacer. Aún así, en un primer cuarto que se hizo eterno, no tardaron en empezar las hostilidades. Tom Gabarró (este chaval está llamado a hacer cosas muy grandes) interceptó un pase profundo de Theo Landers dando la posesión a Dracs. Tercer drive de los badaloneses y Keshawn Williams consiguió romper las líneas y recorrer casi ochenta yardas para poner los primeros puntos en el marcador. 7-0 para Badalona.

Foto: Jordi Ullate / @MyOwnViewBCN

Black Demons decidió correr por dentro con Gonzalo Haro y por fuera con Alejandro García. Por su parte, hicieron que Theo Landers corriera también y así, corriendo y corriendo, empezaron a mover cadenas por primera vez en el partido para, finalmente, anotar con un pase milimétrico de su quarterback canadiense a Alejandro García que recibió el balón en la end zone muy presionado por Éric Gracia. Los jugadores locales reclamaron que la recepción fue fuera del campo y, para ser sinceros, habría hecho falta el “ojo de halcón” y más de una toma, frame a frame, para dilucidar si el receptor tuvo posesión completa dentro o fuera del campo. Al final, detalles.

 

El error de Calata

Entramos en el segundo cuarto y Badalona se atascaba en ataque. Poco a poco, la impresionante línea defensiva de Black Demons iba imponiéndose gracias al trabajo de Nacho Diz, Nicolás Padelaborde e Ignacio Montes, entre otros. Badalona ya se había jugado un punt fake en el drive anterior y decidió volver a jugarse un cuarto down para dar el mensaje contundente de que Dracs iba a por el partido. A la postre, un error.

Black Demons aprovechó su buena situación de campo para seguir corriendo y percutiendo la endeble línea defensiva de Dracs que, tras la lesión de Eric Figueroa, se vino abajo. Quizás, el técnico local debió haber pensado en alguna solución de urgencia como hacer doblar a algún liniero ofensivo, Joel Ruíz o Arthur Santos, pero Calata convirtió a Bruno García en un improvisado defensive end y fue una mala solución. Ahí, empezó el clínic de la offensive line roceña, en especial, destacamos el trabajo preciso de Hugo García y la creatividad de su coach, Jesús Fernández Potas.

 

La línea ofensiva de Demons impone su dominio

Black Demons consiguió anotar con una carrera de Theo Landers y darle la vuelta al marcador para, en su siguiente drive, volver a las trincheras e imponer su juego terrestre. Dracs estaba Knock Out. El front seven de Dracs era incapaz de parar la sangría salvo en aisladas ocasiones en las que Harrison Moran pudo atravesar la línea roceña. Black Demons decidió jugarse un 4&1 con una formación muy pesada y cargada al lado derecho y Theo Landers aprovechó el empuje de sus “gorditos” para anotar. 7-21.

Foto: Jordi Ullate / @MyOwnViewBCN

En el inicio de la segunda mitad, las cosas siguieron igual. No obstante, Dracs consiguió ponerle las cosas más difíciles a la ofensiva visitante que tuvo que jugarse varios terceros y hasta cuartos downs pero que, aun así, volvió a anotar por medio de Theo Landers que fue rebotando, cual bola de pinball, hasta llegar a la zona de anotación. 7-28.

 

Demasiados drops

La ofensiva de Demons notó la ausencia de Emilio Ibáñez, que marchó lesionado, ya que el tight end era casi un segundo tackle en muchas jugadas y eso paró las máquinas roceñas. Además, el ataque de Dracs iba siendo más fluido. Los badaloneses intentaron soluciones creativas a su incapacidad para correr y Pol Singleton lanzó buenos pases a sus receptores habituales, pero con poco éxito. Las otrora manos seguras de Eloi Soler no lo fueron tanto y los defensive backs visitantes no le dieron un metro a David Martínez. No obstante, Dracs consiguió volver a la red zone y anotar otra vez por medio de Keshawn Williams y dejar el electrónico en 14-28 con 5:23 en el reloj. Había partido.

 

Theo Landers, MVP

Dracs recuperó el ovoide y volvió a intentarlo, pero un malentendido entre Pol Singleton y Keshawn Williams dejó el balón en el suelo y el fumble lo recuperó Black Demons. Game over.

Los de Calata no se rindieron y apuraron el partido a base de tiempos muertos pero el final era inevitable. Menos de dos minutos, pero Black Demons consiguió volver a anotar por mediación del de siempre: Theo Landers. Era su cuarto touchdown de la noche y el banquillo roceño se avanzó a las celebraciones y exigió un galardón para su mariscal, al grito de: «-¡¡¡em-vi-pi, em-vi-pi, em-vi-pi!!!»

Jordi Ullate / @MyOwnViewBCN

Theo Landers evidenció aquello de que los buenos jugadores ganan partidos, pero las líneas campeonatos. De hecho, no tengo claro quién o qué ganó el partido, pero hay una cosa meridiana: Theo Landers no solo es el MVP de la final sino, posiblemente, el MVP de la temporada. Dieciséis pases de touchdown y diez en temporada regular así lo avalan. El canadiense es un quarterback double threat pero además, posiblemente, el más equilibrado e inteligente de la Liga.

El partido acabó aun peor para los Dracs con una postrera intercepción de Álvaro Cansinos, pero todo estaba visto para sentencia. Victoria de Las Rozas.

Black Demons por un contundente 36-14 que realmente refleja lo que pasó en el verde y que representa la tercera liga consecutiva de los roceños; sin olvidar que, este año, también fueron campeones de Copa. Doblete de Liga y Copa en las últimas tres temporadas. ¿Alguien conseguirá derrotarlos?

Billie Donarly

Foto de portada: Jordi Ullate / @MyOwnViewBCN

Jordi Ullate / @MyOwnViewBCN