Hoy vengo a suplir a Nacho en estos artículos sobre el equipo de Maryland, los Baltimore Ravens. Por lo tanto os pido que responsabilicéis de la enorme diferencia de nivel que encontrareis entre este texto y los de Nacho a este último. Comentando con gente sobre qué podría escribir, la sugerencia más común fue que escribiese sobre la defensa y Ngakoue, el flamante trade que Eric da Costa ha vuelto a hacer antes de la deadline para seguir haciendo nuestra defensa aún más implacable.
Es cierto que se ve una continuidad en el plan de EDC, como la defensa de la forman un conjunto de jugadores veteranos y estrellas muy solventes excepto los linebackers rookies, y como confiamos el ataque a un grupo de jugadores muy jóvenes pero con mucho talento y potencial. Y ahí hay una buena historia
Este artículo también podría haber sido un elogio a Patrick Queen, nuestro primera ronda que se está convirtiendo en el líder de esta defensa y un serio candidato a Rookie Defensivo del Año; un jugador que provocó enorme división en las filas de los seguidores de los Ravens y que ahora todos se suben al autobús que los que creíamos en el conducimos (Un abrazo, Txus).
Pero a raíz de la derrota de uno de los equipos que iban 5-1 (los Chicago Bears a manos de Los Ángeles Rams), creo que hoy vamos a analizar los próximos siete partidos de los Ravens y como esta es la auténtica prueba de fuego de un equipo que aspira a llegar a la Super Bowl.
Acaba de pasar la semana de bye y los Ravens acaban de tener su semana de descanso. Al principio en el calendario les correspondía la semana 8, pero este se modifico para poder trasladar el partido entre Steelers y Titans a la semana 7. Actualmente en nuestro equipo favorito está con un récord de 5-1, habiendo sufrido su única derrota contra los Kansas City Chiefs. Sin embargo este récord es un poco engañoso. Exceptuando a los Browns a los que derrotamos en la primera jornada, el número de victorias combinadas del resto de equipos a los que no hemos hemos enfrentado son seis. Seis.
El mismo número de victorias que tienen por si solos los Pittsburgh Steelers, nuestro próximo rival en el calendario. Y esas cinco victorias no os creáis que han sido dejando unas grandísimas sensaciones. Nuestra defensa parece que ha vuelto, y con la inclusión de un gran pass rusher cómo Ngakoue podemos esperar grandes cosas de ellos. Pero nuestra está que ha jugado a acelerones. Exceptuando el primer partido, nos ha costado dominar y mantener drives de una manera consistente a lo largo del año. A pesar del récord de los partidos, en los que la anotación más baja ha sido de 27 puntos, muchos fans estamos preocupados por el play calling, la poca importancia que se está dando este año a los running backs y al juego de carrera en general, y la limitación de receptores a dos, Hollywood Brown y Mark Andrews.
Con estas dudas llegamos a la parte central del campeonato, la subida al puerto de montaña que nos va a mostrar si podemos ser aspirantes o solamente un equipo de playoff promedio. Empezando esta semana los próximos partidos de los Baltimore Ravens son: Contra Pittsburgh, contra Indianápolis, contra Nueva Inglaterra, contra Tennessee, contra Pittsburgh otra vez, contra Dallas y contra Cleveland. Después nos quedarían los tres partidos finales contra Jacksonville, Nueva York y Cincinnati. Teniendo en cuenta nuestro récord actual con cinco victorias en estos 10 partidos entraríamos en playoff. El problema no es nuestro récord y entrar. El problema es cómo y a quién vamos a ganar para demostrar si somos aspirantes o no.
El récord combinado de los equipos a los que nos enfrentamos las próximas 7 semanas es de 30-14, de los cuales 9 derrotas son exclusivas de Dallas y New England. Nos enfrentamos tres veces contra equipos de nuestra división con récord positivo. Todos los partidos salvo uno son dentro de nuestra conferencia. Y uno de los dos equipos con récord negativo lo dirige el mejor entrenador de todos los tiempos. Como he mencionado antes el problema no está en ganar 5 partidos. Parece probable que podamos ganar a Jacksonville, NY, Cincinnati y Dallas. Pero el resto de partidos van a ser una prueba de fuego.
Nuestro ataque se enfrentará dos veces a una de las mejores defensas de la Liga. Nuestra defensa se enfrentará a la bestia negra que nos eliminó de playoff el año pasado. Este es el momento de demostrar si nuestro ataque vuelve, si nuestro coordinador ofensivo se ha estado guardando jugadas o ha podido cambiar el plan esta semana de descanso. Este es el momento en el que Lamar Jackson puede demostrar (otra vez) que sí es un quarterback confiable. Porque para mí, sí de los próximos 10 partidos solo podemos ganar 5, esta temporada no podrá ser un éxito.
Y sin embargo yo creo en este equipo. Creo que Lamar Jackson va a seguir mejorando aún más de lo que ya he hecho. Creo que JK Dobbins y Gus Edwards van a conseguir relevar a Ingram. Creo que Duvernay va a lograr establecerse como receptor número 2. Y creo que nuestra defensa va a ser top 3 de la Liga cuando acabe el año. Pero esto lo tenemos que demostrar contra que ellos equipos qué aspiran a lo mismo que nosotros.
Nos esperan las 7 semanas más duras y emocionantes del año. A por ellas. Beat Pittsburgh