La Casa de los Bengals (previa 2019)

–     ¡Señor Presidente, ha ocurrido una emergencia nacional!

–     Te tengo dicho que no me interrumpas cuando estoy twitteando, Porompompero.

–     Unos delincuentes ocultos bajo máscaras de Salvador Dalí y monos de color naranja y negro han irrumpido en la Reserva Federal. Amenazan con destruir nuestras reservas de oro si no accedemos a sus demandas. Como Secretario de Estado, es mi obligación informarle. Y le recuerdo que mi nombre es Mike Pompeo, no Porompompero.

–     Y yo soy el Presidente de los Estados Unidos y te llamo como me da la gana. Yo no le veo tanta importancia. Mi esposa tiene más oro en su joyero. De todas formas, ¿qué es lo que piden?

–     Según nos informa el FBI, son fanáticos acérrimos de los Cincinnati Bengals. Se llaman entre ellos con seudónimos de leyendas de ese equipo. Exigen que los medios hablen por una vez bien de ellos. Si no aparecen en menos de una hora artículos favorables a Andy Dalton en las principales webs deportivas: NFL Network, ESPN, CBS, Spanish Bowl… comenzarán a ejecutar rehenes.

–     Ya sabía yo que la puñetera NFL acabaría causándonos problemas. Debí haberla disuelto en mi primer año de mandato. Dile a los directores de esos medios que hagan lo que piden. Total, en este mundo de fake-news, nadie se lo va a tomar en serio.

–     Ya lo he hecho, pero se niegan. Prefieren cerrar sus cadenas antes que ceder a semejante chantaje. Aunque yo creo que la realidad es que no tienen nada bueno que decir sobre Dalton.

 

Ataque 2019 – Quarterbacks

A pesar de su displicencia inicial, finalmente el presidente Trump presionó para lograr esos artículos halagüeños al pelirrojo quarterback bengalí. En ellos, sobre todo se recordaba su excelente campaña 2015 previa a la lesión, y hacían hincapié en lo beneficioso que resultaría para su juego contar, por primera vez en su carrera, con un nuevo head-coach como Zac Taylor de evidente vocación ofensiva. A lo largo de los años, ha ido puliendo deficiencias, como el pase en movimiento, aunque sigue llevando mal la presión cuando colapsa el pocket. Eso sí, todos apuntaban lo transcendental que es para él esta temporada. De no dar un importante salto cualitativo en su juego, para 2020 será sin duda sustituido por un QB rookie.

 

Sobre los suplentes, tanto Driskel como el novato Finley son tan insustanciales, que se negaron siguiera a citarles en sus artículos.

 

Imagen promocional de unas charlas del matrimonio Dalton en su Fundación. ¿Premonitorio de atasco ofensivo? (foto: Fundación Andy Dalton)

 

Corredores

Pasada la tensión de los primeros momentos, comenzaron a rodear el edifico de la Reserva Federal las principales fuerzas de orden público: SWAT, Guardia Nacional, cuerpo de Marines, e incluso el temible e impredecible Comité Sancionador de la NFL. En un nuevo comunicado transmitido por la voz distorsionada del supuesto líder de los asaltantes, autodenominado “el maestro”, los asaltantes exigían ahora que los medios escritos glosaran los méritos de la unidad de corredores.

 

En esta oportunidad resultó más sencillo convencerles de seguir el juego a los secuestradores. El grupo de runningbacks de los Bengals es una de sus principales fortalezas. Apenas tardaron una hora en imprimir ediciones especiales las principales publicaciones deportivas: Sports Illustrated, USA Today, Guía de Spanish Bowl… Incluso la revista “Homo Erectus” publicó en portada una foto de Joe Mixon con el torso desnudo.

 

A pesar de una línea ofensiva más que deficiente, y perderse un par de partidos por lesión, Mixon fue en 2018 el runningback con más yardas de carrera en la AFC. Su visión de juego, aceleración, y amenaza de big-play cada vez que contacta con el oval, le convierten en la piedra angular del nuevo proyecto ofensivo del recién estrenado head-coach Taylor. Junto a él, el siempre fiable Bernard, excelente RB para los terceros downs. Eléctrico en sus movimientos, buenas manos, capacidad de protección… un complemento indispensable.

 

Para reafirmar el compromiso con el juego terrestre, el neófito coordinador ofensivo Callahan sumó dos nuevas piezas en el draft. Williams y Anderson cubrirán las espaldas a Bernard y Mixon respectivamente. Siguen adoleciendo de un corredor Norte-Sur para las yardas complicadas, pero para no molestar a los atracadores, censuraron esta parte.

Joe Mixon será el eje del ataque bengalí (foto instagram @Joe_MainMixon)

Receptores

Sin embargo, las fuerzas del orden, al mando de la implacable inspectora Alice Saw, optaron por una táctica bien distinta. Para minar la moral de los ladrones, los megáfonos de los coches-policía empezaron a transmitir informes sobre la grave lesión del WR Green. El nerviosismo empezó a apoderarse de la banda. El jefe del grupo de los asaltantes llamó por un teléfono encriptado al “maestro”.

 

  • No te inquietes Muñoz, es tan sólo una torcedura de tobillo –trató de tranquilizarle el “maestro”-. Se perderá un par de partidos, puede que tres, pero nuestros médicos aseguran que volverá pronto y al 100%.
  • ¿Nuestros médicos? ¿Esos mismos que cada predicción de recuperación quedan dos meses cortos? ¡No me hagas reír, “maestro”! ¿Ya has olvidado el año pasado? Green es nuestra mayor estrella, el motor del ataque. Sin él, la temporada se irá al garete. Todo esto que estamos haciendo aquí no servirá para nada.
  • Tranquilo, confía en mí. Ya sabíamos que recurrirían a estas técnicas para desmotivarnos. Está todo previsto. Pon en marcha el “plan Collinsworth”.

 

El plan “Collinsworth” consistía en que un habilidoso hacker, a quien llamaban Esiason, piratease las emisiones de los principales medios audiovisuales. Entrando desde un lateral, una nueva señal sustituía la difusión de HBO Sports, Gamepass, e incluso de Spanish Bowl Radio. En ella, se narraba la fantástica campaña de Boyd. Cómo había asumido la responsabilidad de ser el WR1 sobrepasando las 1000 yardas de recepción. Pero también incidía en la esperanza de que un nuevo staff técnico aprovechase las virtudes del velocísimo Ross. Todo ello basado en unos esquemas ofensivos más abiertos e imaginativos.

 

Igualmente, celebraban la recuperación de Eifert. Junto al renovado Uzomah y el novato Sample, conformarán una unidad, con tareas de recepción y bloqueo compartidas, donde serán habituales formaciones de doble tight-end.

La durabilidad de Green está empezando a ser un problema (foto: Frank Victores / AP)

Línea ofensiva

  • ¡Maldición! –masculló la inspectora Saw-. Parecen preparados para todo. Debemos adelantarnos a sus pasos. Seguro que a continuación querrán ensalzar su línea ofensiva. Rápido –ordenó a sus subordinados-, haced que todos los medios informativos hablen mal de ella.

 

Las indicaciones de la despiadada inspectora fueron recibidas de buen grado por todas las cadenas, hartas de tanto sabotaje. Además, la línea ofensiva de los Bengals es tan deficiente, que no les supuso mucho esfuerzo criticarla. Tras un nefasto 2018, no solamente no la reforzaron, sino que renovaron a Hart, el peor RT de la liga. El único auxilio llegó en primera ronda del draft con Williams, pero se perderá la temporada por una desgraciada lesión.

 

Debiendo mantener los offensivetackles del año pasado, la esperada renovación del interior de la OL tampoco apunta a ser efectiva. La inesperada retirada por enfermedad de Boling, el mejor liniero de la unidad, complica aún más la situación. Los guards Miller y Jerry son dos veteranos mediocres, y el novato Jordan parece todavía muy verde. El center Price no sale de una lesión cuando cae en otra.

 

Si los nuevos técnicos pretenden establecer la carrera como base de su estrategia de juego, les resultará muy complicado conseguirlo con tan inconsistente línea ofensiva. Si Dalton necesita un pocket despejado para no forzar lanzamientos, tendrá que hacerlos muy rápidos.

Con Williams (izquierda) lesionado para todo el año, Redmond (derecha) suspendido 4 partidos, y Boling retirado, la línea ofensiva de Bengals, que ya apuntaba a mediocre, pierde 3 titulares antes de que el oval eche a volar (foto: www.bengals.com).

Mientras visionaba estas informaciones, el “maestro”, encolerizado, ordenó activar el “plan Krumrie”. Deben enterarse que vamos en serio, gritó a Muñoz antes de colgar.

 

Defensa 2019 – Línea defensiva

  • ¡Eh, Ochocinco, encárgate de los prisioneros! Vamos a poner en marcha el “plan Krumrie”.
  • Joder, Montoya, no me toques la… moral. ¿No puede hacerlo Anderson?
  • ¿Prefieres discutirlo tú mismo con Muñoz?
  • No, déjalo, ya voy yo.

 

Enfadado, no por tener que encargarse de ejecutar el plan, que en el fondo le encantaba, sino porque siempre le caían a él todos los marrones, Ochocinco se dirigió al redil donde encerraron a los rehenes haciendo girar su arma con el dedo índice en el gatillo.

 

  • A ver –gritó para llamar su atención– ¿Hay aquí algún aficionado de los Steelers?

 

Los rostros de los cautivos se giraron hacia un hombre asustado y sudoroso, que negaba con la cabeza.

 

  • No, no, –tartamudeaba el infeliz secuestrado-. Yo nunca he sido seguidor acerero. Soy Arthur Little, el director de la entidad, y los empleados me miran así porque me tienen manía.

 

  • Vaya, vaya, pero si tienes un pin de Pittsburgh en la solapa de la chaqueta, ha, ha, ha, ha –rió ruidosamente Ochocinco mientras apoyaba el cañón de su revolver contra la frente del desdichado director-. Acompáñame, Arthur Little, tienes que hacer algo por nosotros.

 

El “plan Krumrie”

Sorpresivamente, la puerta de la Reserva Federal se abrió. Atado de pies y manos, y encañonado por los secuestradores, un acobardado Arthur Little se dirigió a la audiencia allí concurrida.

 

  • Quiero comunicaros que la línea defensiva de los Bengals es de las mejores de la NFL –sollozaba el director obligado a enaltecer a su enconado rival-. Atkins es uno de los defensivetackles más infravalorados de la competición. Su capacidad para le presión interior es imparable. Además, a su lado le acompañarán dos jóvenes nosetackles, Billings y Wren, pesados pero rápidos, excelentes contra la carrera.

 

Apremiado por los asaltantes armados a continuar, una mancha de orín empezó a crecer en su pernera.

 

  • Además, para el pass-rush exterior cuentan con un fenómeno como Dunlap, el defensive-end revelación Hubbard, y el ilusionante Lawson, ya recuperado de su lesión. La rotación la completan jóvenes y veteranos de probada solvencia. Esta unidad será el pilar de la defensa bengalí, y…
  • Vamos, Arthur Little, termina con lo que hemos hablado antes.
  • Y le van a hacer 10 sacks a Big Ben –anunció entre lágrimas mientras la máscara de Dalí apenas amortiguaba las sonoras carcajadas de Ochocinco-.
Si Lawson se mantiene sano, será el arma secreta del pass-rush bengalí (foto: USA Today)

Linebackers

  • ¡Esto es intolerable! –bramaba el superior de la inspectora Saw-. Esta tortura inhumana de prisioneros va en contra de los Derechos Humanos, de la Convención de Ginebra, e incluso de la Conferencia sobre el Medio Ambiente por el mal ídem que está generando. Quiero que acabe con el atraco, ¡ya!

 

La inspectora Saw escupió su chupa-chups y ordenó tomar represalias. La primera fue cortar toda comunicación con los asaltantes y dejarles sin suministro eléctrico. La segunda fue aún más cruel. Amenazó a los asaltantes con que si no deponían inmediatamente su actitud, convencería al presidente Trump de que por medio de una Orden Ejecutiva retomase Marvin Lewis el puesto de entrenador.

 

Sin saberlo, la propia inspectora estaba activando el “plan Burfict”. Los atracadores, privados de comunicación con el “maestro”, aceleraron sus planes de huida. Desde las ventanas más próximas a la calle, empezaron a arrojar panfletos donde se magnificaban las virtudes de la unidad de linebackers.

 

Los curiosos podían leer en ellos la esperada mejoría de dicha unidad con la recuperación del MLB Preston Brown, la llegada del rookie Pratt, y la consolidación de los jóvenes Vigil y Evans para los puestos de OLB. El MLB de 2º año Jefferson y el novato Davis aportarán profundidad a una renovada unidad, ya sin las distracciones del sobreexcitado Burfict.

 

Para contrarrestar el efecto propagandístico, las autoridades advirtieron a los congregados de que en realidad era una unidad poco sólida. Corta de calidad, velocidad, y habilidades en cobertura de tight-ends. Tan escasamente fiable, que la intención de Anarumo, el nuevo coordinador defensivo, era mantener mucho sobre el campo formaciones 4-2-5. Cuantos menos linebackers, mejor.

El único refuerzo de la peor unidad defensivo llegó con Germaine Pratt en 3ª ronda del draft. La misma que los decepcionantes Vigil, Jefferson y Dawson. ¿Qué podría salir mal? (foto: Sam Greene)

Sin embargo, de poco sirvieron estas advertencias. Cada vez en mayor número, una ruidosa muchedumbre se agolpaba contra las barreras de seguridad, jaleando a los atracadores.

 

Secundaria

Liberados por fin de la opresión mediática que condenaba a su equipo al ostracismo, centenares de entusiastas aficionados bengalíes se concentraron en las inmediaciones del asaltado edificio de la Reserva Federal. Vitoreando a los atracadores como héroes, los cánticos de “Who Dey” se entremezclaban con los de la “Bella Ciao”. Las fuerzas del orden apenas podían contener la marea humana.

 

Infiltrado en la multitud, otro miembro de la banda, cuyo nombre en clave era Riley, arengaba a los reunidos. Su misión consistía en aleccionarles para pregonar las bondades del cuerpo de defensive-backs. La destreza en el marcaje del cornerback Jackson era magnificada para minimizar la incompetencia de Kirkpatrick. Insistían en la profundidad de la unidad: Dennard, Webb, Harris, Phillips… un nutrido grupo de cornerbacks, cada uno con unas cualidades concretas, ya sean adaptables al exterior, el slot, o los equipos especiales.

 

Los puestos de safety también estaban bien cubiertos. El veterano Williams como “strong” y la estrella emergente Bates en el “free” formaban una pareja bien complementada. El primero cerca del box y el segundo patrullando solitario en profundo, la principal inquietud proviene de sus sustitutos. Fejedelem y Wilson respectivamente realizan una buena función dando relevos, pero se antoja problemático si tuvieran que ejercer de titulares.

El free-safety Bates apunta a ser pieza clave en la defensa single-high que presentarán este año los Bengals. ¿Que no sabéis qué significa? Ya estáis tardando en adquirir el Diccionario de Daniel Urbano (foto NFL Photos vía AP)

Equipos especiales – 2019

Con los ánimos cada vez más exaltados, la inspectora Saw y su destacamento se veían superados por los acontecimientos. Sabían que el tiempo se les agotaba. Sólo faltaban los equipos especiales, y el resultado de su análisis no contentaría a los manifestantes.

 

El punter Huber es uno de los más fiables de la liga, y el long-snapper Harris ha sido incluso probowler. Sin embargo, y aunque el voluntarioso retornador Erickson pone de su parte, los equipos de cobertura son bastante normales. El entrenador de la unidad, Simmons, es de los escasos supervivientes de la era Lewis, pero su desempeño cada año ha ido a menos. El kicker Bullock tampoco ofrece una garantía total, y su rango de distancias no es muy largo. No, definitivamente, la situación exigía intervenir ya.

 

  • ¡Vamos a entrar! –ordenó Saw mientras se ajustaba un casco de asalto-.

 

Epílogo

El resultado de la actuación de los antidisturbios fue totalmente impredecible. Su entrada a la Reserva Federal estuvo contenida por la turba bengalí. Mientras, en función del “plan Woods”, una fuerte explosión detonaba las puertas del edificio. Envueltos en humo y polvo, los secuestrados salieron en tropel. Juntos en el portal de acceso policía, manifestantes y prisioneros, el caos era total. Sospechando que los atracadores, ya sin sus distintivos monos naranja y negro, se habían confundido entre los liberados y los alborotadores, la inspectora ordenó detener a todos ellos. El proceso duró horas, y requirió refuerzos de la Guardia Nacional.

 

Muy lejos de allí, los atracadores, que habían huido con el botín excavando un túnel aún no descubierto por la policía, celebraban el éxito de la misión. Puesto en pie en medio de su banda, el “maestro” hizo un brindis.

 

  • Queridos camaradas bengalíes, os felicito por vuestro trabajo. Levanto mi copa porque todo este oro requisado a los opresores todopoderosos, que no hacían sino subyugarnos, revertirá en las mejoras que todos deseamos para nuestro equipo. Mañana mismo, y de forma anónima, se lo haremos llegar al propietario Mike Brown, para que haga los fichajes que tanto anhelamos y convertirnos de una vez en un conjunto competitivo. ¡Who Dey, hermanos!
  • ¡Who Dey! –replicaron todos al unísono-.

 

Sin embargo, los planes no siempre acaban como se planean. Ante la visión de tan inmensa cantidad de dinero, el débil corazón del anciano propietario colapsó. Todo el esfuerzo de los sufridos libertadores quedó en nada, ya que nadie en el club aparte de él, supo jamás de la existencia de tamaña fortuna. Así es la franquicia de los Bengals, una frágil «casa de papel», eternamente abonada a la desgracia.

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