Todos los años hay casos así. Jugadores que, por sus características, físico o peculiar manera de ser (o procedencia) encajan como un guante en un determinado equipo. Durante el proceso pre draft, estas historias se magnifican hasta convertirse en relatos satélite o cuentos independientes. Si el equipo concreto escoge, o no, a ese jugador es lo de menos. Su existencia nos sirve para rellenar el insoportable agujero espacio temporal que va desde la Super Bowl hasta el draft. Porque estos son nombres al servicio de la maquinaria narrativa, soldados con fortuna, y si la cosa cuaja, procederemos a colgarnos del pectoral la insignia del yalodecíayo. Y si no, basta con mirar hacia otro lado mientras el frío viento borra esos nombres para siempre. De este modo, hoy os traigo a Shaun Dolac en el Draft, un linebacker de la Universidad de Buffalo que es todo eso y más.
Shaun Dolac en el Draft
West Seneca, Hamburgo y Orchard Park son los tres suburbios por excelencia al sur de la ciudad de Buffalo. En el primero nació y cursó sus años de instituto nuestro protagonista de hoy. En el tercero se alza el HighMark Stadium, casa de los Bills. Y al norte de todos ellos se levanta la Universidad en la que Shaun ha estado firmando unos números estratosféricos estos últimos años. Como la i ya estaba cogida, al equipo de football colegial lo llamaron Buffalo Bulls. Es una letra, pensarían, quién se va a enterar.
168 tackles, 87 en solitario y 5 intercepciones, una de ellas retornada para touchdown. Es la carta de presentación del chico en 2024: número 1 de la nación en tackles totales (también lideró la lista en 2022 en solo tackles con 97). All MAC first team, All American first team, MAC Defensive Player of the Year… Los títulos, los créditos, los premios se le acumulan al bueno de Dolac a golpe de placaje: 15 contra Western Michigan, 17 contra Ball State, 13 contra Kent State. Y así podríamos seguir párrafos y párrafos.
Empezó la carrera hacia la NFL como más que probable Undrafted. Después del pro day realizado en su universidad esta semana, las probabilidades de que salga escogido en una ronda medio-baja parecen haberse incrementado. Hizo números en los drills individuales que le habrían situado dentro del top 5 en la Combine a la que no fue invitado. Los entendidos destacan su capacidad atlética y su determinación. Y sus habilidades, claro. Desde su 1.85 y apenas 100 kilos, quizá algo escasos para la posición, Shaun derrocha pasión y versatilidad para convertir una necesidad física en una clara ventaja.
¿Futuro Bill?
Los que aprendimos a amar el oeste de Nueva York en las novelas de Dan Simmons sabemos lo duro y frío que puede ser el invierno. En la trilogía de Joe Kurtz (ex detective, ex convicto, melómano, duro y frío como su ciudad, certero y justo como un revólver) el clima es un personaje principal. Buffalo no es solo un decorado cualquiera: inhóspito y cínico, pero de una belleza resplandeciente. Aquí, hasta el amor es cruel y marchito cuando el hielo asoma e, incluso, la principal atracción de la ciudad, las Cataratas del Niagara, se congelan.
No es de extrañar, pues, que los Bills se hayan fijado en un chico de casa para sumar efectivos en una posición que hace años tienen pendiente de un hilo. Dolac es duro y frío como solo un hijo de Buffalo puede serlo. Se acopla con precisión a las necesidades del equipo y, para él, que ha pasado su vida entera en un puñado de kilómetros cuadrados, los Bills son la opción más lógica, la más querida. A veces hay que cavar hondo y picar lejos para alcanzar el corazón de la montaña. Otras, una gema brillante estaba apenas escondida a la vista, tan cerca que parece mentira, y el único problema es saber verla y poder cogerla a tiempo sin que nadie se te adelante.
Shaun Dolac en el Draft 2025 lo vale. Es como un personaje de Dan Simmons, sabe encajar y callar y espera al momento adecuado para soltar el golpe definitivo. Sale de cada batalla herido, sangrante, moribundo. Pero vivo. Vivo y frío como el oeste de Nueva York.
Pablo López | @Jucort365
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