Efe Obada, una vida de película

Londres, 2002.

Efe Obada mira a su hermana y no sabe qué decirle. Está asustado, pero a sus 10 años, tiene que ser fuerte por los dos. Está helando, y sólo tienen unas chaquetas para protegerse del frío. Ambos nacieron en Nigeria y estaban viviendo en Holanda. Una señora les prometió que si iban con ella a Londres les cuidaría, pero al llegar los abandona en la calle. Van a un edificio, y el guarda de seguridad les cierra el paso. Le explican la situación y, por suerte, les deja dormir en el descansillo. Efe le promete a su hermana que todo va a salir bien. Le asegura que en el futuro recordarán esta situación como una anécdota.


Durante los siguientes años de su vida, Efe y su hermana pasan por distintas familias y centros de acogida. Poco a poco consiguen hacerse con un hueco en la ciudad.

Londres, 2014.

Efe ve un cartel que decía que los London Warriors, equipo de fútbol americano, están haciendo pruebas para fichar nuevos jugadores. Trabaja como reponedor en un supermercado de comida caribeña. Al terminar su turno, decide ir a probar con el equipo, aunque no conoce nada del deporte. Cree que es algo parecido al rugby. Ya en el primer entrenamiento siente algo especial, cada drill le resulta tremendamente familiar y satisfactorio, a pesar de que todo es nuevo. Mira a los entrenadores, que hablan entre ellos y le señalan. Le miran con cara de sorpresa. No sabe si los comentarios de los entrenadores son buenos o malos, pero él está pasándoselo de miedo.

Al terminar el entrenamiento le dicen que si quiere ya puede formar parte del equipo. Le preguntan si es verdad que no había jugado nunca (¡Claro que es verdad!) y le aseguran que tiene un don para el deporte. Casualidades de la vida, el coordinador defensivo del equipo había sido entrenador ayudante interino de los Dallas Cowboys. Tras unos partidos, queda tan impresionado que le consigue una prueba para mostrar sus aptitudes a los entrenadores de los Cowboys, que casualmente juegan en Londres contra los Jaguars. En Abril de 2015 los Dallas Cowboys le ofrecen uno de sus 90 puestos para el training camp. Con apenas un año de experiencia en el deporte, Efe Obada se va a Estados Unidos para perseguir su sueño.

Efe Obada entrenando con los Cowboys (Star Telegram)

Dallas, 2015.

Efe sigue intentando abrirse camino en el mundo del fútbol americano, pero está resultando muy difícil. Los Cowboys le dieron oportunidades, pero estaba demasiado verde: no llega al roster de 53 hombres. Tras pasar algunas semanas en el Practice Squad al final le cortaron. En 2016, firmó con los Chiefs, pero no llegó ni a comenzar el training camp con ellos. Ese mismo verano, los Falcons le dieron una oportunidad, pero de nuevo no llegó a los 53 hombres finales.

Al año siguiente, Efe termina en Charlotte por mera suerte: tras un sorteo, la NFL elige a la NFC Sur como la división que recibe un nuevo programa internacional. El programa consiste en que los 4 equipos de la división podrán contar cada uno con un jugador internacional para que entrene con ellos durante una temporada sin usar hueco del roster. Efe recala en los Panthers. Tras pasar la temporada 2017 en Charlotte con este programa, Efe llega al training camp de 2018 dispuesto a darlo todo por un hueco en el roster. Es el primero en llegar a entrenar cada día, escucha a los veteranos (tiene una relación especial con Julius Peppers) y se entrega en corazón y alma al equipo. El día de los cortes que dejan al equipo en 53 jugadores es un día importante, un día que en el pasado ha sido cruel con Efe. Pero este año es diferente. Mejor que os lo explique él mismo:

Charlotte, 23 de Septiembre de 2018.

Los primeros dos partidos los pasa como inactivo. El domingo 23 se despierta tranquilo, con una gran paz interior. Al llegar al vestuario ve una camiseta con su nombre y su dorsal y lo comprende: hoy es el día. Todas las cosas buenas y malas que le han pasado en su vida le han llevado a esta posición: hoy va a debutar en la NFL. Ron Rivera y Eric Washington, el coordinador defensivo, le dicen que no tiene que hacer nada especial, solo jugar de la misma manera que entrena. Cierra los ojos durante el himno americano. Por su mente pasan miles de cosas, de recuerdos que le han forjado.

Comienza el partido y la adrenalina se apodera de su cuerpo. En el segundo cuarto, llega hasta Andy Dalton y le golpea en la mano mientras intenta lanzar un pase. Es un strip sack que acaba recuperado la defensa del equipo. Toda la banda explota de alegría, todos los miembros de la plantilla y el staff tienen una sonrisa de oreja a oreja. Pero los árbitros revisan la jugada y cambian su decisión, es un pase incompleto.

No importa. Es su día y los árbitros no lo van a estropear. En el tercer cuarto, Bradberry pone su mano en un pase y el balón sale despedido hacia el cielo, y de allí cae a las manos de Efe, que consigue la intercepción. Ahora sí ha forzado una pérdida de balón. En el último cuarto, y con el partido aún por decidirse, Efe reconoce la jugada y la disposición de los atacantes de los Bengals. Se queda 1 vs 1 contra un TE, que no tiene ninguna opción, y consigue un sack. En la jugada posterior Dalton lanza una intercepción que decide el partido.

They don’t know me!”, grita Efe tras cada jugada. No saben de donde viene, no saben lo que ha sufrido y lo que ha trabajado para llegar a la liga. Tras el partido Ron Rivera le entrega el balón que premia al jugador del partido. La siguiente imagen habla por sí sola.

Efe Obada (Melissa Melvin-Rodriguez, panthers.com)

PACLO PASAYO

Han pasado 16 años desde aquella fría noche en Londres, y Efe no tiene que preocuparse de encontrar sitio para dormir. Más le vale al resto de la liga tomar nota, porque esta historia no ha hecho más que empezar.

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