Barcelona Dragons: Un equipo para el recuerdo

Hace mucho tiempo, en una ciudad no muy lejana, había un equipo que cambió la historia del football en España. Ese equipo se hacía llamar Barcelona Dragons. Cada vez que disputaba un partido en la ciudad condal las gradas del Estadio Olímpico de Montjuic estaban a rebosar. Pero… ¿quiénes eran estos Barcelona Dragons y dónde jugaban?


Los inicios de la WLAF

Durante los años 90, la NFL necesitaba seguir expandiéndose. Para ello, creó la World League of American football que comenzó en 1991. La idea, a priori, era magnífica. Nada mejor que una liga global para seguir expandiéndose por distintos mercados, principalmente el europeo. Había franquicias de USA, Canadá, Reino Unido, Alemania y España.

Además esta liga se jugaba en primavera, justo cuando la temporada de NFL finalizaba. Esto provocaba que las audiencias televisivas pudiesen seguir generando dinero en otra época del año. No sólo eso, si no que permitía a jugadores «libres», con un pie y medio fuera de la NFL, demostrar que aún eran válidos para competir en la mejor liga del mundo.

 

Dando forma a una nueva liga

Esta liga estaba formada por 10 equipos que disputaban 10 partidos de temporada regular. Al terminar ésta, se disputarían los Playoffs y la gran final, conocida como la World Bowl. Dicha final se disputó en 1991 en Londres y en 1992 en Montreal. Estos 10 equipos se dividían en 3 divisiones geográficas. A saber, la americana oeste, la americana este y la europea. Tras estas dos temporadas hubo un pequeño parón para luego aparecer la NFL Europa, de la cual hablaremos más adelante.

Las reglas de esta nueva competición mundial eran muy parecidas a las de la NFL pero había algunas pequeñas variaciones. Por ejemplo, en los field goals. Dependiendo de la distancia el equipo anotador podía obtener 3, 4 o hasta 5 puntos. Como curiosidad, la conversión de dos puntos que actualmente tenemos en la NFL desde 1994 fue probada antes en esta liga.

 

La creación de la NFL Europe

Tras ese pequeño parón entre 1993 y 1994, la WLAF volvería con un formato diferente en 1998. Un formato que iba a dar pie a la que se conocería como NFL Europe. Con este cambio radical en la WLAF, desaparecieron todas las franquicias del continente americano y únicamente se iban a quedar la europeas. La liga estuvo a un gran nivel durante muchos años, llegando a existir hasta 2007. Finalmente por motivos económicos y deportivos la NFL decidió acabar con el experimento europeo.

Franquicias iniciales en NFL Europe. (Imagen de Free Vector)

A lo largo de todos estos años por la NFL Europe han pasado jugadores de gran talento. Un claro ejemplo es el QB recientemente inducido al Salón de la Fama, Kurt Warner. Otros ejemplos son el actual veterano linebacker de los Pittsburgh Steelers, James Harrison o incluso el kicker Adam Vinatieri.

 

Barcelona Dragons, equipo de finales

El caso es que en nuestro país había un equipo que maravilló al mundo durante los primeros años, los Barcelona Dragons. Éstos formaron parte tanto de la WLAF como de la NFL Europe.

Su primer partido fue frente a los New York Knights en el Estadio Olímpico de Barcelona. Aquel partido terminón con una victoria favorable para el equipo local 19-7. Y es que ese encuentro ya dejó entrever lo que iba a suponer esa temporada para los Barcelona Dragons. El equipo español iba a disputar en Wembley la primera World Bowl de la historia frente al equipo local, los London Monarchs.

El partido se decantó para los ingleses con un abultado 21-0. Pero esta no iba a ser la única vez que los Dragons iban a llegar a la World Bowl. De hecho, en 1997 se proclamaron campeones de la misma de la mano de Jon Kitna, un QB que había llegado procedente del practice squad de los Seattle Seahawks. Esta vez la final se disputó en la ciudad condal y los Dragons vencieron a la franquicia Rhein Fire de Düsseldorf, 38-24. Lo presenciaron más de 30.000 espectadores en Montjuïc. Las otras dos finales más que disputaron las perdieron en 1999 frente a Frankfurt Galaxy (38-24) y en 2001 frente a Berlin Thunder (24-17).

Recorte de prensa de nuestro compañero Luis

 

Un equipo de un sólo hombre

Así es. Si hay un nombre que destacó en todos los años de la corta historia de los Barcelona Dragons fue el de Jack Bicknell Sr. Fue el único hombre que se sentó en el banquillo de los Dragons durante todos los partidos como entrenador. Su útima temporada fue en 2003, cuando la franquicia terminó por desaparecer.

Fuente: Amazon

Pero no sólo Bicknell fue una de las estrellas del equipo. Como hemos dicho antes, grandes jugadores pasaron por la disciplina española. Jon Kitna, que más tarde se convertiría en el QB titular de los Bengals. O Jay Gruden, actual entrenador de Washington Redskins. También formó parte de los Dragons el RB Lawrence Phillips. Fue seleccionado con el pick 6 de primera ronda del draft de 1996 por los Rams y que acabó suicidándose en la cárcel. Y así un sin fin de jugadores que hacían las delicias de los espectadores semana sí y semana también.

Entre todos estos jugadores había un nombre que llamaba la atención para el espectador español. No era otro que el de Jesús Angoy, un ex futbolista del FC Barcelona y yerno de Johan Cruff. Jesús era un kicker de gran nivel. Tal fue su éxito que hasta los Denver Broncos se interesaron por sus servicios protagonizando una curiosa anécdota. Tras viajar hasta Denver para firmar por la franquicia de la NFL, en plena rueda de prensa, dejó plantado al equipo porque quería volverse de vuelta con su familia a Barcelona.


El Gran Rafael Cervera (Entrevista)

Otro de los grandes artífices del éxito de los Barcelona Dragons fue Rafael Cervera. Cervera fue director general del equipo durante muchos años. Hemos tenido la oportunidad y el placer de hablar con él para conocer más de cerca a estos Dragons.

 

¿Cómo surgió el proyecto de Barcelona Dragons? ¿Por qué Barcelona? ¿Había otras ciudades en España que también estaban optando por una franquicia en esta nueva liga?

Podríamos decir que a Barcelona le tocó de rebote. La NFL soñaba con “internacionalizar” su producto. De esta manera, en 1986 se inició la serie American Bowl, que consistía en partidos amistoso, de pretemporada, fuera de los Estados Unidos. El primero, en Wembley entre los legendarios Chicago Bears de Jim McMahon y Walter Payton, y los Dallas Cowboys fue un exitazo, lleno absoluto… A partir de aquí la NFL comenzó a pensar en crear una liga en que hubiera partidos que se disputaran fuera del continente americano. De esta manera, se lanzó a finales de 1990 la World League of American Football, cuya primera temporada se disputó en la primavera de 1991.

La idea era dotar de equipos a ciudades norteamericanas que no tenían participación en la NFL (San Antonio, Sacramento, Birmingham, Orlando, Montreal…) y tener también equipos europeos. Al final, la primera liga la formaron 10 equipos: siete y tres, situándose los tres en el Viejo Continente en Londres (capital de Europa para los americanos), Frankfurt (ciudad en la que su ubicaba la base militar estadounidense más grande de Europa) y Barcelona, por la repercusión que había ganado como sede de los Juegos Olímpicos de 1992.

 

¿Cómo era un día de partido de los Barcelona Dragons? ¿Cuánta gente de media solía acudir a los partidos?

Buenos, un día de partido siempre es frenético. Los preparativos, no solo del partido en sí sino del entretenimiento también, muchas veces comienzan el día anterior por la noche. Pintar el campo, ensayos de grupos de música, cheerleaders… Todo sigue un guion perfectamente establecido. Por ejemplo, 90 minutos antes del kickoff se reúnen dos árbitros con el entrenador principal de cada equipo para preguntar si el quarterback, kicker y punter son zurdos o diestros, si tiene preparada alguna jugada de engaño para que no pille a los árbitros por sorpresa… Todo el entretenimiento también forma parte del guión. Se sabe cuántos tiempos muertos de televisión habrá por parte y se distribuye en ellos la participación de las cheerleaders, de lanzamientos de camisetas al público, promociones…

En cuanto al público, los dos primeros años promediamos alrededor de 30.000 espectadores por partido, alcanzando los 50.000 en el duelo contra Ohio de 1992. Después, cuando la liga cerró dos años y se convirtió solo en europea el número bajó drásticamente, quedando en la mitad (15.000 más o menos) por partido.

 

A día de hoy los Barcelona Dragons siguen siendo un mito en la historia del deporte español. ¿Cómo influía en la sociedad de aquel entonces este equipo? ¿Era sostenible tener un equipo de esta categoría en Barcelona?

Creo que el fenómeno de los Dragons y del gusto por todo lo americano fue espectacular a inicios de los años 90. Sobre todo cuando Televisión Española acercó al público la NBA a través del programa Cerca de las Estrellas y la gente comenzó a consumir hamburguesas, tejanos…. Los Dragons representaban un gran espectáculo y el conocimiento de marca en toda Cataluña era casi del 100%. Donde fallamos fue en la conversión de esa gente que subía por ver el espectáculo en aficionados del fútbol americano.

Quizá nos dejamos llevar demasiado por promover la fiesta y promocionamos poco el deporte. Nos faltó crear desde un inicio ligas de colegios, acercar el fútbol americano a través de la televisión… El coste de un equipo de este calibre, con casi 50 personas viajando por Europa durante la temporada (por el mundo en 1991 y 1992) no es viable, si no añades otros elementos a la ecuación. Principalmente televisión, pero también patrocinadores. Al final de los Dragons, contando los derechos de televisión de NFL, facturábamos poco más de un millón de euros y gastábamos tres, con lo que los números no salían.

 

Como he contado en el artículo, los Barcelona Dragons solamente tuvieron un entrenador durante toda su historia. No era otro que Jack Bicknell Sr. ¿Cómo era trabajar con un entrenador tan laureado en el fútbol colegial? ¿De dónde viene que la gente le llamase ‘Cowboy’? ¿Sigues manteniendo contacto con él?

Jack Bicknell no sólo es un gran entrenador de fútbol americano («era» porque está retirado), sino una magnífica persona. Un modelo de cómo debe ser un esposo, un padre de familia… Bicknell tuvo grandes y suculentas ofertas cuando entrenaba a Boston College, pero las rechazó para mantener una estabilidad familiar. Él ganó a gente como Jimmy Johnson (cuando entrenaba a Miami), que después conquistó la Super Bowl con los Dallas Cowboys.

Su periplo en Boston College fue mítico, pues tuvo como quarterback a uno de los jugadores más espectaculares que he visto en mi vida, Doug Flutie. Yo era fan de Boston College por haber trabajado varios veranos en Cape Cod, la zona veraniega cercana a Boston, así que tener a Bicknell de entrenador en Barcelona fue una sorpresa enormemente agradable. Le llamaban “Cowboy”, simplemente, porque le gusta montar a caballo y leer novelas estilo Western.

 

Otra de las personas más reconocidas y que también pasó por los Dragons fue el QB Jon Kitna. Antes de aterrizar en la ciudad condal era jugador del Practice Squad de Seattle Seahawks. ¿Cómo fue la experiencia de negociar con una franquicia de la NFL?

Es curioso, pero Jon Kitna llegó a Barcelona como suplente de un quarterback que había sido más famoso en su etapa universitaria, Stoney Case. Quien de hecho fue campeón en High School en Texas con los Permian Panthers, instituto que inspiró la serie Friday Night Lights. Kitna, por su parte, jugó en una universidad de segunda división del estado de Washington y llegó a la NFL, de la mano de los Seahawks, gracias a que Dennis Erickson le realizó una prueba por petición de un familiar suyo.

Kitna se hizo con el puesto en la pretemporada y fue, sin lugar a dudas, el mejor quarterback de la historia de los Dragons. Un joven con una enorme ética de trabajo y espíritu de superación, que acabó triunfando en la NFL. Jugó con Seattle, Cincinnati, Detroit y Dallas. De Kitna también hay que destacar su enorme espíritu de liderazgo y su religiosidad. Ambos aspectos unieron de forma increíble aquel equipo que nos dio nuestra única World Bowl.

En cuanto a negociar, nada. Yo, en aquella etapa era jefe de prensa de los Dragons, pero aún en mi época de general manager yo no me encargaba de la parte deportiva. Esa faceta la lideraba en nuestra liga el head coach, en nuestro caso Bicknell. La NFL cedía una serie de jugadores en base al sistema de juego de cada equipo de la NFL Europa (nombre que recibió la liga desde 1995). De esta manera Kitna fue cedido a Barcelona, como Kurt Warner, al año siguiente, llegó a Amsterdam.

 

Una de las anécdotas más curiosas fue la que protagonizó el kicker español Jesús Angoy. Cuando lo tenía todo prácticamente hecho para ser nuevo jugador de Denver Broncos y en el último momento el jugador se arrepintió. ¿Cómo os tomasteis esto? ¿Os lo esperabais?

Si Kitna nos llevó a ganar la World Bowl, Jesús Angoy fue el jugador referencia de nuestra franquicia. Curiosamente, el primer año de Angoy también fue 1997. Siguiendo el éxito que tuvo en 1996 en Dusseldorf  la inclusión del exfutbolista Manny Burgsmuller como kicker, el presidente de nuestra liga, Oliver Luck (padre de Andrew Luck), promovió el hecho de que todos los equipos buscaran un exfutbolista (o exjugador de rugby en el caso de los Claymores escoceses) para compartir la labor de kicker con el chutador que cediera a cada conjunto la NFL.

Vimos diversas posibilidades y Angoy destacó por encima de todos los demás. Por su potencial y por una enorme predisposición. De esta forma, fue a Georgia (yo lo acompañé) a realizar un curso para adaptar su estilo de golpeo al fútbol americano. La irrupción de Angoy fue un éxito de tal calibre, que lo tuvimos como único chutador, “sobraba” el kicker que cediera la NFL. Un ejemplo de su gran nivel es que lideró la liga en touchbacks en 1999 por delante de David Akers. El mismo que triunfó en la NFL con los Philadelphia Eagles.

El fichaje por los Broncos no lo viví de cerca, pues entre 1998-2000 estuve trabajando en la NBA. Pero creo que el enfoque de la gente en los Dragons en aquel momento fue erróneo. Me explico. Angoy no tenía sitio en los Broncos, pues Denver contaba con Jason Elam, probablemente el mejor kicker de la NFL en el momento. Si hubiera ido al training camp acompañado por alguien que dominara perfectamente el idioma y conociera los entresijos de la NFL podía haber sido traspasado a otro equipo. Sin embargo, realizó ese viaje solo, vio que en Denver no había salida y lo dejó.

 

Dejando de lado el momento en el que os proclamáis campeones de la World Bowl ¿Con qué otro momento te quedarías? ¿Qué partido fue el más especial para ti?

Creo que hubo dos partidos enormemente emotivos: el primero de la historia del club y el que ganamos a Amsterdam, también en 1997, dándonos derecho de jugar la World Bowl en casa. El primero fue memorable. Era un domingo de marzo. Llovió a cántaros y, aun así, casi 20.000 espectadores subieron a Montjuic. Ganamos a los New York Knights, 19-7. El ambiente posterior en el vestuario y los jugadores cantando –emulando al público- “ole, ole, ole, we are the Dragons” es algo que todavía me hace emocionarme.

La victoria contra Amsterdam en 1997, 28-21, con un Kitna inconmensurable nos garantizó jugar la final en casa como líderes de la primera vuelta del torneo. Había muchas dudas, nos querían quitar la final porque decían que no vendría público suficiente. Al final nos dejaron organizarla y más de 30.000 personas nos vieron derrotar a los Rhein Fire, 38-24, en Montjuic, el 22 de junio.

 

Había muchos aficionados que se desplazaban para ir a ver los partidos. De hecho, el otro día hablando con un colaborador de Spanish Bowl me contó que se fue en autobús hasta Wembley a ver un partido entre Monarchs y Dragons. 27 horas de autobús por aquel entonces… ¿Existía algún tipo de subvención para este tipo de viajes para los aficionados o lo tenían que pagar íntegramente de sus bolsillos?

No, no había ningún tipo de subvención. La fidelidad y la militancia de los aficionados al fútbol americano, y especialmente a los Dragons, es y era impresionante. Estamos hablando de un sentido de pertenencia muy difícil de desarrollar. Probablemente es que la temporada de fútbol americano es muy corta y además se juega en Estados Unidos, con lo que la gente aprovecha cualquier resquicio o momento para disfrutar en vivo de este increíble deporte.

 

Vamos a centrarnos en las NFL International Series que se llegaron a disputar en España en verano a modo de partido amistoso. ¿Ves posible el regreso de algún partido de esta índole a nuestro país?

No, no lo creo. Está claro que la gente quiere el mejor producto y eso es lo que ofrece un partido de temporada regular de la NFL, donde los equipos se juegan el todo por el todo con sus mejores jugadores. Pretemporada, ligas de desarrollo… no veo un mercado a nivel internacional para algo así, como ya quedó demostrado a finales de los años noventa.

 

Actualmente se están llegando a jugar 4 partidos en Londres. Se ha confirmado que el año que viene se jugarán también 4 partidos entre Wembley y el nuevo estadio del Tottenham. Twickenham está un poco en el aire por lo que es posible que nos encontremos hasta con 6 partidos el año que viene en Londres. ¿Qué opinas de esta expansión? También se habla con fuerza de un partido en Alemania.

El éxito de la serie internacional en Londres ha desbordado cualquier previsión. Un hombre clave en todo esto es Alistair Kirkwood, un genio escocés que dirige la oficina de la NFL en el Reino Unido y que supo llevar adelante su visión. Los partidos en Londres producen unos resultados muy positivos para la NFL. En cada partido se llenan los estadios y la gente los reciben con gran pasión.

No sé cuántos tendremos el año que viene, pero como mínimo creo que repetiremos los cuatro de esta temporada, como dices dos en Wembley y dos en el nuevo estadio del Tottenham. En cuanto a Twickenham creo que es una posibilidad seguir allí, pues los partidos disputados en este recinto han sido también muy exitosos. En Alemania, por supuesto hay posibilidades. El interés en este país es muy grande y me parece que la cobertura de televisión ha mejorado significativamente en los últimos años.

 

Y una pregunta que no tiene nada que ver con los Dragons pero que me apetecía mucho hacértela. ¿Cómo fue la experiencia de narrar las Bowls las navidades pasadas en GOL TV? ¿Repetirás?

Pues, la verdad, fue una experiencia alucinante. Además, fue un verdadero placer compartir cabina con una persona que admiro mucho y que sabe más del apartado técnico de este deporte que nadie en nuestro país, como Juan Jiménez. La liga universitaria tiene algo muy especial. Es muy intensa. Los jugadores se dejan la piel y eso se transmite a través de la pequeña pantalla. Por supuesto que me gustaría repetir. No sé si GOL Televisión comprará los derechos, eso no depende de mí, pero me encantaría volver a hacerlo.

 

Y para acabar ¿Ves posible la creación de una nueva NFL Europa?

No, dependiendo de la NFL. Creo que la NFL se centrará en traer su mejor producto, que son sus partidos oficiales. Ahora, que varios empresarios se junten y busquen combinar jugadores europeos con americanos para crear una liga profesional, ¿por qué no? Jugadores hay. Muchos acaban la universidad y no pueden seguir porque no tienen nivel para NFL, pero en Europa, Asia u otro lugar podrían destacar. Además, las ligas americanas son privadas. No hay federaciones que monopolicen la organización del deporte, con lo que cualquiera podría montar una liga. Siempre y cuando estuviera dispuesto a realizar una inversión a medio o largo plazo.

Por desgracia, tanto el futuro de los Barcelona Dragons como el de la NFL Europa estaba destinado al fracaso. Las dificultades económicas impedían seguir compitiendo a gran nivel. Esto supuso que en 2003, y tras tener el registro más bajo de público en toda la temporada, el comisionado de la liga decidiese llevarse la franquicia a Alemania.


Espero que este artículo y esta entrevista os haya podido explicar un poquito de la historia de NFL en nuestro país. Me gustaría dar las gracias por la ayuda prestada en primer lugar a @RafaCervera22 que accedió a ser entrevistado y a mis compañeros @AitorChargers y @LuisPerezPla16 por ayudarme y contarme sus experiencias.

@Nayonssen

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