Bowles, ¿mal entrenador o cabeza de turco? (I)

Después de cuatro años en la gran manzana, la era Bowles tocó a su fin al finalizar la temporada 2018. El objetivo de este artículo va a ser analizar su trabajo durante las temporadas en las que ha sido HC de los New York Jets para poder comprender las razones de su despido. Para ello vamos a fijar unos baremos que valoren el trabajo de un entrenador de manera objetiva. En esta primera entrega analizaremos lo que ha dado de sí el ataque de los Jets a nivel estadístico.

Bases de análisis

El ataque no ha cuajado durante estos cuatro años, pero vamos a explicarlo basándonos en las siguientes estadísticas*:

  • Ranking de la liga en DVOA. Mide la eficiencia del ataque jugada a jugada respecto al valor medio de la liga, teniendo en cuenta tanto la defensa rival como la situación en la que se produce la jugada. (Down y posición de campo.)
  • QBR. Rating del QB medido de 0 a 100. Esta medida del rating ha sido creada por ESPN, y tiene en cuenta más situaciones que el rating tradicional.
  • WR DYAR rank. Este valor mide las yardas ganadas por receptores en comparación con el jugador medio de la liga. En este caso tomaremos el valor relativo en comparación con el resto de la liga en lugar del valor absoluto
  • RB success rate. Este valor mide la tasa de éxito de un corredor cada vez que toca el balón. El éxito de una jugada depende tanto del down como de la posición de campo.
  • OL. La eficiencia de la línea ofensiva se mide en dos apartados: protección de pase y bloqueo contra la carrera.

 

Los resultados

Como Bowles es un entrenador de carácter defensivo, se tendrá en cuenta quién ha sido el coordinador ofensivo en cada temporada, puesto que Bowles no ha parecido querer participar mucho de la construcción del ataque, aunque no ha sido tan flagrante como los últimos años de Rex Ryan, en los que el ataque parecía que le estorbaba.

 

El ataque de los jets no ha destacado especialmente en la era Bowles

 

La era de Chan Gailey o la montaña rusa de Fitzmagic.

En la temporada 2015 los Jets realizaron una gran inversión en la agencia libre, sobre todo en la parcela defensiva. En ataque se realizaron dos trades, uno con los Texans por el QB Ryan Fitzpatrick y otro con los Bears por el receptor Brandon Marshall. El resultado fue magnífico en la temporada 2015, ya que ambos rindieron a un muy buen nivel. Tanto Marshall como Decker fueron armas decisivas en gran parte de la temporada y permitieron que Fitzpatrick fuera Fitzmagic la mayor parte del tiempo.

A ello se sumó el gran trabajo de la línea ofensiva, donde destacaban Mangold y Ferguson. Fueron la tercera mejor línea de la liga en protección de pase y se notó. El punto débil del ataque era el juego terrestre, en le que la línea no podía abrir suficientes líneas para que Ivory atacara y tuviera éxito. Aunque al conseguir varias carreras largas rompiendo placajes a lo largo de la temporada, se ganó un puesto en la Pro Bowl, junto a Mangold y Marshall.

Fitztragic volvió a las andadas

Hasta que llegó la semana 17 de la temporada 2015, en la que los Jets viajaron a Buffalo en una situación de win&in para poder entrar en playoff. Y aquél día la magia se esfumó y comenzó la era Fitztragic. En 2016 la involución del ataque fue escandalosa. Las lesiones de Marshall y Decker provocaron que el ataque pasara de ser un ataque medio a ser el segundo peor ataque de la liga. La ofensiva fue sustentada a duras penas por Bilal Powell, que hizo una gran temporada, llegando a alcanzar un 56% de success rate. La línea ofensiva mejoró bastante en protección de pase, pero la retirada de Ferguson después de 10 años y las lesiones de un veterano como Mangold lastraron el ataque tanto que al final de temporada, los Jets decidieron despedir a Chan Gailey y fichar a John Morton en su lugar.

 

John Morton o cómo sacar algo de la nada

John Morton duró solo un año al frente de los Jets, y viendo el talento del que dispuso, que era cercano a cero, bastante hizo. El quarterback era McCown, con 38 años y pareció un pasador digno durante la mayor parte de la campaña. El mejor receptor fue un rookie undrafted como Anderson, y el mejor corredor era un Matt Forté al que le quedaba muy poca gasolina en le tanque. Además, la retirada de Mangold ponía fin a la gran línea ofensiva de los Jets durante diez años. La nula renovación de la línea la convirtió en la peor de la liga, quedando 27º protegiendo el pase y 29º en bloqueo para la carrera. La temporada acabó sin pena ni gloria, y sorprendentemente para todos, con 5 victorias, porque el roster, por lo menos en ataque daba para dos victorias como mucho.

www.newyorkjets.com – La esperanza se llama Sam

Jeremy Bates y el playbook ultraconservador

John Morton pagó los platos rotos de la mala planificación en ataque en 2017, y Bowles prefirió a un coordinador «algo» más conservador como Jeremy Bates. Pero seguramente se excedió en su conservadurismo. La fanbase de los Jets protestó mucho contra su playbook, ya que ponía las cosas especialmente difíciles al quarterback rookie Sam Darnold. Mucha carrera en primer y segundo down, dejando terceros downs muy largos que casi nunca se convertían.

Otra seña de identidad de su juego ha sido el abuso de screens, preferentemente a Enunwa. El juego de carrera fue bastante malo, ya que la línea no abría huecos, siendo la peor de la liga para la carrera. A esto se suma que el corredor principal, el fichado Crowell, solo hizo dos partidos realmente buenos, sobrepasando las 200 yardas contra los Broncos, pero fueron espejismos. Al final terminó la temporada, con un mediocre 36% de success rate.

La esperanza la ha puesto Sam Darnold, que después de un gran primer partido y una temporada de altos y bajos, ha terminado apuntando a un gran nivel.

Conclusiones y culpables (uno más que el otro)

Los Jets no han sido capaces de armar un bloque ofensivo decente. El primer año fue bueno, debido a que la línea ofensiva fue bastante buena, aunque muy veterana. En cuanto se retiraron sus pilares, los indicadores han caído en picado. Ni un solo jugador ofensivo de los Jets ha ido a la Pro Bowl en lo últimos 3 años, y el mejor año del ataque ha sido el vigésimoquinto. Hay dos culpables, pero uno más que otro. Uno es Bowles, por dejar al ataque un poco de lado, pero el mayor culpable es el General Manager, Maccagnan.

Sus drafts ofensivos han sido vergonzosos, drafteando a jugadores como Chad Hansen, ArDarius Stewart, Devin Smith, que no han aportado nada o casi nada. De los últimos cuatro drafts, solo se salvan Sam Darnold, y el tight end de cuarta ronda Chris Herndon. El resto, mediocres para ser generosos. Pero la palma se la lleva el tirar una segunda ronda en un jugador como Hackenberg, al que se está viendo no vale ni para la AAF.

En resumen, con las cuatro cañas de las que ha dispuesto el ataque de los Jets en la era Bowles, bastante rendimiento ha sacado. El culpable sigue en la gerencia, Bowles ya no. En la siguiente entrega trataremos la defensa y la disciplina.

@NYJetsspain

 

*Las estadísticas se han extraído de FOOTBALLOUTSIDERS, web muy recomendable para analizar con detalle muchas facetas del juego.

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