Nadie entiende a los Bengals, ni siquiera sus propios jugadores

A día de hoy los Bengals no sólo han perdido a sus dos mejores offensive linemen, Kevin Zeitler y Andrew Whitworth, sin apenas mover un dedo para evitarlo, tampoco hicieron ningún esfuerzo por retener a su mejor jugador ofensivo en la recta final del campeonato la temporada pasada, Rex Burkhead. No contentos con ello, la dirección se ha escondido detrás de un absurdo autoimpuesto presupuesto y ha recurrido a su tan familiar práctica de fichar gente que ya conoce, como Andre Smith, por muy mediocres que sean. Sin embargo esta vez las voces críticas son importantes.

Carlos Dunlap, Giovani Bernard o Marquis Flowers dejaron caer en Twitter recientemente su reacción ante los primeros días de mercado, en los que los Bengals han pasado de candidatos a los Playoffs a equipo en aparente reconstrucción.

Para los que no estén muy familiarizados con el modus operandi de los Bengals en el mercado, es probable que piensen que el equipo está siendo simplemente prudente, no queriendo tirar por la ventana por un left tackle de 35 años, un guard que para algunos no es élite en su posición, y por su tercer running back. Al fin y al cabo Cincinnati es un mercado pequeño y la franquicia quiere seguir apostando por su filosofía de draftear y desarrollar, ¿verdad?. No se le puede pagar a todo el mundo 10$ millones. ERROR.

Los que llevamos ya un tiempo soportando las prácticas de Mike Brown y Marvin Lewis, propietario y entrenador jefe respectivamente, si bien les estamos agradecidos por los cinco partidos de Wild Card en seis años y seis en los últimos ocho, hemos perdido la última gota de paciencia que teníamos con el paso de estos últimos días. Con una escuadra diseñada para ganar ahora, donde sus mejores jugadores están en plenitud, como Andy Dalton, A.J. Green, Geno Atkins o el propio Dunlap, están todos rondando los 29 años, el objetivo debería ser ganar AHORA.

Como se les ve el plumero, y no sólo a los responsables del club, sino a la prensa del Enquirer y la redactora asignada de ESPN, la respuesta de la franquicia ha sido apostar doble o nada a su enredada y agarrada política financiera. Si la línea ofensiva es ahora una preocupación – según Marvin, antes de abrirse el mercado NO lo era, y los jóvenes que vienen por detrás son todos incógnitas – y el que no lo es, como Russell Bodine, es un regalo para el otro equipo, dejan caer que tienen algo más de dinero para gastar. Total, no sólo se han ido esos tres jugadores arriba mencionados, otros como Domata Peko, Karlos Dansby y Margus Hunt – GRACIAS A DIOS, también han hecho las maletas. De esta forma los Bengals pueden fichar jugadores sin que eso afecte a sus preciosas elecciones compensatorias para el draft 2018. Según Geoff Hobson, de Bengals.com, esperan recibir una tercera por Zeitler y una quinta por Whitworth.

Ahora bien, el tipo de agente libre que los fans deberían esperar es precisamente el que llevan trayendo desde 2011. Veterano, que sea CONOCIDO y que no sea muy bueno, no vaya a ser que luego le tengan que renovar. Así es como llegamos a que Andre Smith, que salió por la puerta de atrás del Paul Brown Stadium en 2016 haya vuelto tras pasarse lesionado el 80% de la temporada pasada después de firmar por Vikings. Y como Bengals no aprende, le ha pagado un 50% de lo que le dio Minnesota el año pasado, cuando era un agente libre sano y una primavera más joven. Así, a pelo, tras advertir de que les quedaban 2-3 millones de dólares para gastar.

Nosotros tampoco vemos el plan, Carlos. O sí, y es que los Bengals no están dispuestos a poner toda la carne en el asador por una vez, agarrándose a las elecciones de draft compensatorias que les permiten disponer de jugadores baratos a medio plazo y también evitar tener que invertir dinero en alguien que no conocen. Esa obsesión por lo familiar es lo que ha hecho que desde 2011 Cincinnati haya buscado el mismo perfil de agente libre para ir tapando los agujeros que su propia racanería iba abriendo. Los Taylor Mays – aunque no llegar a jugar en 2016, Marshall Newhouse, James Harrison, A.J. Hawk, Karlos Dansby o incluso Brandon LaFell son sólo algunos de los ejemplos. Andre Smith es otro, y sigue el mismo camino que Michael Johnson, que también se fue una vez para volver enseguida al año siguiente tras fracasar en su otro destino.

Los Bengals han sido buenos cuando han drafteado bien. En las últimas temporadas los resultados han dejado muchísimo que desear, y con su rechazo absoluto por el mercado y el desdén con que tratan a sus propios buenos agentes libres – a Zeitler le dijeron que si no encontraba lo que buscaba que podía volver…, necesitan acertar todos los años en el draft. Así se explica, en parte, la frustrante temporada 2016. Como tampoco quieren tener que preocuparse la vida financieramente a largo plazo, el margen de maniobra es aún más reducido. ¿Es un problema de dinero o es que están contentos en la mediocridad del 7-9 y 9-7? ¿O ambos?

Lo que está claro es que es muy difícil que los Bengals se hundan más en las próximas semanas hasta que llegue el draft, y en ese momento habrá que pedirle a los dioses del football que den a Lewis una clarividencia que nadie confía que tenga ya.

Un comentario sobre “Nadie entiende a los Bengals, ni siquiera sus propios jugadores

  1. Me sabe mal porque Bengals es una de mis franquicias preferidas. Pero huele a inicio de reconstrucción. Lo malo es que si de verdad quieres apostar por la vía de proyecto nuevo, no se entiende que se haya renovado a un Lewis cuyo ciclo parecía acabado. Aunque con mejores mimbres, la situación de Bengals se está empezando a parecer a la de Colts.

    Saludos a todos los foreros y felicidades por el estupendo trabajo que hacéis en esta página. Me encanta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *