Correr, correr y volver a correr.

Estoy prácticamente seguro de que todas las personas que estén leyendo este artículo habrán oído alguna vez en su vida el dicho de: «Todos los años la misma historia». Pues bien, ese dicho resume a la perfección lo que les pasa a los Baltimore Ravens cuando llega el mes de noviembre. Y es que, todos los años pasa igual con la franquicia córvida. Tras un desastroso mes de octubre, llega noviembre y los Ravens empiezan a jugar bien al football. Ojo, jugar bien al football no significa tener un ataque estelar y con big plays. Eso, si eres fan de los Baltimore Ravens sabes que no va con nosotros. Para el aficionado córvido, jugar bien al football se rige en dos principios inalterables: Un ataque basado en la carrera y una defensa infranqueable. 


Recuperación de su seña de identidad

Esas son las señas de identidad de una franquicia como los Baltimore Ravens y una división como la AFC North. Últimamente, se estaba perdiendo un poco esa esencia en la división en general y en los Baltimore Ravens en particular. Con la llegada de Marc Trestman se intentó instaurar un estilo de juego que no iba acorde a los que los Baltimore Ravens nos tenían acostumbrados. Era inviable sostener al equipo aguantando como máximo dos minutos en ataque y con un playcalling que se veía a la legua que no funcionaba.

Fuente: Russell Street Report

Pero dejando de lado el apartado ofensivo del equipo, nos vamos a centrar primero en la unidad defensiva, la más característica de los Baltimore Ravens. ¿Verdad que cuando eres un aficionado neutral de la NFL y piensas en los Baltimore Ravens lo primero que se te viene a la cabeza es la palabra defensa? Jugadores como Haloti Ngata, Ray Lewis, Ed Reed o el propio Terrell Suggs nos han acostumbrado a vivir durante años con una defensa envidiable y que poco a poco se estaba perdiendo por culpa, entre otras cosas, del anterior DC Dean Pees. 

Desde el front office se ha formado una unidad joven, con toques de veteranía como los de Suggs o Weddle. Y Martindale, el actual DC, ha apostado por un estilo de juego bastante diferente al que nos tenía acostumbrado Dean Pees. ¿Quién echa de menos la defensa prevent? ¡Espero que nadie!

Por supuesto esta defensa tiene bastante que mejorar, sobre todo a la hora de defender a los Tight Ends pero este año nos están dejando claro que con una defensa así podemos competir la mayoría de los partidos, siempre y cuando el ataque les de tiempo suficiente para descansar.

Lamar Jackson, efecto inmediato en el ataque córvido

¡Lamar Jackson no es QB, no sabe pasar! ¡Necesitamos un QB que pase! ¡Estoy harto de no tener un QB que pase! Rezan muchos aficionados de Baltimore. Es normal, Lamar Jackson tiene que mejorar bastante en su faceta aérea pero lo importante es que ha cambiado la mentalidad ofensiva del equipo y, sobre todo, ha hecho que John Harbaugh apueste de una vez por todas por el juego terrestre.

Un juego terrestre que ha sufrido muchísimo desde la marcha de Ray Rice. No hemos logrado encontrar continuidad en el backfield más de dos años. Forsett, Terrance West, Alex Collins… son RBs que han completado muy buenas temporadas en Baltimore pero y ya. Un sólo año y parece que su calidad se ha esfumado. Ahora estamos viendo como Gus Edwards está llevando las riendas de un backfield que, se ha visto beneficiado gracias a la entrada en juego de Lamar Jackson. ¿Durará Gus Edwards más de una temporada rindiendo a este nivel? ¿Conseguirá Kenneth Dixon mantenerse sano una temporada completa? Son demasiadas cuestiones para un backfield que debería estar más que asentado viendo los precedentes de esta franquicia.

Fuente: Ravens Wire

Y como digo, todo esto lo ha cambiado Lamar Jackson. Porque si, Lamar Jackson igual no sabe pasar el balón como hacen otros jóvenes QB de su generación (Véase Mayfield) pero lo que si que sabe es mover las cadenas. Y al final, el football se resume a eso. Ya lo decía Al Pacino en ‘Un domingo cualquiera’: ¡Pulgada a pulgada señores!

Lamar Jackson cambia a las defensas rivales. Su movilidad y, sobre todo rapidez a la hora de correr, hace que sea una amenaza constante para los linebackers rivales. Ya no les sirve estar en la caja encargándose de los gaps A y B, porque ahora Lamar Jackson en un momento te hace una read option y corre por el exterior. Eso supone que las defensas ante los Ravens se tengan que abrir más y los propios Ravens puedan explotar las carreras interiores.

¡Correr, correr y volver a correr!  Como diría el gran Luis Aragonés. Eso es lo que tienen que ser los Ravens. Es lo que hemos sido siempre y lo que nos ha dado el éxito que hemos tenido a lo largo de la historia.


Ha sido volver a jugar como los Ravens saben y ganar 3 partidos consecutivos y perder uno pero con muy buenas sensaciones en uno de los estadios más difíciles de la NFL. ¿En serio queremos volver a lo que hemos sido estos dos últimos años?

@Nayonssen

 

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