Rams-Chiefs: Tiroteo en el Oeste

Son las 6:05 de la mañana. No he dormido ni dos horas esta noche. El partido ha terminado y aún estoy frotándome los ojos con lo que he visto. ¡QUÉ PARTIDO!

La NFL no quiso que este partido se jugase en México. Mejor no hablo de esto, porque el césped del Coliseum, hogar de adoptivo de Rams hasta que se construya Inglewood, estaba igual o peor que el del Azteca…

Quiero hablaros de sensaciones. Del sube-y-baja constante. De ese no puedo ir ni a mear en el descanso porque si me voy me pierdo algo. Sí, en el descanso. Daba igual en qué momento del partido estuvieses, podía pasar cualquier cosa.

Y vaya que si pasaron cosas.

En un partido que termina 54-51 pensaréis que no hay defensas seguro. Nada más lejos de la realidad. Las defensas ya no son lo que eran. Ya no vas a ver partidos de 12-6 en los cuales una defensa maniata a un ataque. Eso es historia. Ahora las defensas conceden yardas e incluso anotaciones. Y, aunque puedas creer que eso está mal, que en parte lo está, es parte del juego.

¿Y cómo es que una defensa que concede anotaciones y mucha cantidad de yardas puede hacer un buen partido? Sencillo, obligando al rival a cometer turnovers. Y en esto los Rams y los Chiefs se han destacado bastante en las últimas jornadas.

Y para muestra, el partido de esta noche. 4 turnovers ha cometido Chiefs. Los cuatro recuperados por Rams puesto que han sido 2 fumbles y 3 intercepciones. Casi nada. Los Chiefs por su parte han conseguid dos fumbles de Goff, uno retornado directamente para TD y el otro dos jugadas de ataque después.

Ahora las defensas son oportunistas. Las reglas, la evolución de los ataques… han hecho que sea muy difícil no ya frenar por completo un ataque, sino ralentizarlo siquiera.

Pero bueno, que aquí estamos para hablar de un tiroteo.

Dos de los tres pistoleros más temidos actualmente en la NFL se enfrentaban. Jared Goff y Pat Mahomes. Sean McVay y Andy Reid. Los Angeles Rams y Kansas City Chiefs.

El devenir de la temporada hacía presagiar una orgía de puntos nunca antes vista. Los pronósticos se cumplieron y de qué manera.

105 puntos anotaron ambos equipos. Tercera máxima anotación histórica. Por primera vez en la historia un equipo que anotaba más de 50 puntos perdía el partido. El récord estaba en 216 victorias y 0 derrotas hasta este partido.

¿Qué se puede decir de los QB? Sin lugar a dudas han dado un espectáculo increíble. Mahomes con casi 500 yardas y 6 touchdowns aunque también 5 turnovers, dos de ellos cuando la pelota quema y tenían un drive para ganar el partido. Jared Goff con unos números más discretos, sin llegar a 400 yardas pero sí con 4 touchdowns de pase, uno de carrera y dos turnovers (dos fumbles).

Casi todos los turnovers que consiguió la defensa fueron capitalizados con puntos, ya fuese consiguiendo las anotaciones la propia defensa o dejando al ataque en una buena posición para conseguir anotar.

Lo más increíble del partido es que entre Todd Gurley y Kareem Hunt han sumado al finalizar este partido 199 yardas totales y 1 TD ente ambos. Y es que seamos sinceros, entre dos pistoleros del salvaje oeste con sus mágnum del 44 listos para la acción… ¿se van a poner a lanzarse piedras? No. Los pistoleros desenfundaron sus armas y con la ayuda de sus compinches nos dieron un partido para el recuerdo.

Nos dieron una orgía footballística.

En un partido con constantes cambios de marcador y cuya máxima distancia fueron 13 puntos (por parte de Rams, justo al comienzo del partido) se pudo ver prácticamente de todo.

Lo más sangrante de este duelo, además de que le quitasen a nuestros colegas mexicanos el partido, ha sido la labor de los árbitros. Holdings clamorosos no pitados, faltas personales absurdas, un false start de Havenstein ¡CLAMOROSO! que es increíble que no pitasen en la jugada del TD terrestre de Goff…

Pero si hay que destacar algo de este partido ha sido el duelo de pistoleros. Mahomes disparó de forma certera más veces, teniendo algún que otro error de bulto, pero fue el QB californiano, Jared Goff, el que gracias a su buena puntería al final del partido, cuando la cosa estaba más caliente y peligrosa, quien tuvo la inestimable ayuda de su escudero Aaron Donald y los asistentes de este pudo llevarse el gato al agua.

Los estrategas en este duelo no tuvieron su mejor partido, sobre todo en lo que a Sean McVay se refiere. Tal vez pueda achacársele a problemas de la edad, derivados de su juventud, que pueda arreglar con el paso del tiempo y de las diferentes contiendas, cuando vaya consiguiendo mayor experiencia.

De este partido ambos pistoleros salen heridos y aunque ahora tendrán una semana para reponer fuerzas, puede que las heridas infligidas entre ellos terminen pasándoles factura más tarde en el año, cuando los duelos se recrudezcan y necesiten estar al 100% para conseguir el ansiado anillo.

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