Está en nuestro ADN

Año 1991. Con las Olimpiadas de Barcelona a la vuelta de la esquina y 18 años de edad, adquiero en un quiosco de Plentzia (Bizkaia), un ejemplar de la revista “Pro Football Magazine” (previa de la temporada 91/92). La única revista de NFL que se vendía allí por aquel entonces.

Todavía recuerdo su portada. Era a color, absolutamente deslumbrante. A pesar de no hacer ninguna referencia a la franquicia que yo seguía, los San Diego Chargers, me cegó la visión y me taladró el cerebro la imagen de un majestuoso Jim Kelly, desplazándose hacia la derecha con suprema elegancia mientras protegía el balón con sus 2 manos de cualquier potencial ladrón del Santo Grial del Football, al tiempo que oteaba el horizonte cual francotirador buscando su objetivo con precisión de cirujano.

Fuente: es.pinterest.com
(Portada de “Pro Football” magazine. Previa 1992 season. Jim Kelly en la portada).

No puedo más. Ansioso, abro la revista. Todas las hojas están en blanco y negro. No puedo parar de leer cosas maravillosas de Jim Kelly, un QB innovador que manejaba con maestría la ofensiva “K-Gun” (la actual “no huddle”), muy poco utilizada en la NFL por aquellos tiempos.Continúo leyendo otros artículos fantásticos. No veo ninguno de los Chargers. Sigo leyendo. Esta vez toca disfrutar con las previas de todos los equipos. Leo cosas maravillosas de los Redskins, Cowboys, Bills, Dolphins, 49ers, Oilers, Eagles, etc… Hasta que le llega el turno a la previa de los San Diego Chargers, que aquel año tuvieron un record de 6-10, igualando Dan Henning su peor temporada como Head Coach de los últimos 15 años.  Una previa triste, desangelada y tediosa, que además transmitía la sensación de haber sido escrita simplemente por obligación.  Lo curioso de todo aquello fue que, contra más cosas maravillosas leía de Buffalo, Washington, Miami, Dallas, Philadelphia, de los Lions de Barry Sanders, de  San Francisco, de Houston, etc… Más orgulloso me sentía de ser fan de los Chargers y lo más fantástico de todo es que no sólo me ocurría a mí, ya que había una auténtica legión de fans de los Chargers que tenían ese mismo sentimiento.

¿Cómo podía ser posible aquello que sentía?

La explicación la encontramos en nuestro propio ADN. Es una cuestión genética. Existe un cromosoma, llamado “cromosoma Charger”, que hace alejarnos del camino fácil, del equipo grande, del que trata de hacer siempre las cosas de un modo racional, del que acapara más portadas que nadie y de aquel que colecciona anillos de campeón. El mismo cromosoma que hace que, a pesar de no haber ganado nunca una Superbowl y no dar motivos racionales para ser un ferviente seguidor de la franquicia, hace que todos los domingos, a pesar de los pesares, animemos a nuestros Chargers y los acompañemos con locura, manteniendo nuestra ilusión intacta como desde el primer día. Podremos criticar a la familia Spanos. Incluso el año pasado, se creó una plataforma de seguidores para solicitar formalmente a Alex Spanos que vendiera la franquicia, pero aún así y con todo, cuando llegue el domingo, el “cromosoma charger” hará su trabajo y provocará que, a pesar de ser un equipo que casi siempre va en contra de toda racionalidad posible, le animemos la “comunidad Charger” al completo todos los domingos con la ilusión del primer día completamente intacta.

Porque es lo que somos. Bolts. Una familia unida por un sentimiento que se ha instalado en nuestro ADN y que hace que ni la mayor de las irracionalidades pueda con nuestra propia genética. Es admiración absoluta, un sentimiento, una actitud y una filosofía de vida que supera las reglas de lo terrenal y lo racional. Una forma de ser y de vivir el Football.No se trata de nada racional, sino de algo que forma parte de la propia naturaleza de los seguidores de los Chargers. Más aún, de los fans que, como yo, vivimos en otro continente, donde, en la década de los 80/90, la NFL importaba tanto como un accidente de bicicleta en Pekín.En algunos medios de comunicación, en muy contadas ocasiones, se hablaba de un tal Joe Montana, o incluso de Dan Marino. Pero… ¿¿¿De los Chargers??? ¡No way!

Aun así, cuanto más seguía a los Chargers, cuantas más incomprensibles medidas tomaba la familia Spanos, más y más orgulloso me sentía de mi equipo. ¿Por qué? Pues porque está en nuestro ADN. Porque forma parte de nuestra esencia.

Y es que una franquicia, fundada por el abuelo de Paris Hilton, el hombre que anuncio al mundo entero en 1966 que la NFL (de cuya presidencia era miembro destacado) había creado un trofeo llamado: “SUPERBOWL”, (que nunca han ganado los Chargers, por cierto)  es perfecta para todo aquel que posea el “cromosoma Charge”. Porque está en nuestro ADN.

Fuente: wikipedia.org
(Barron Hilton. Primer propietario de los Chargers).

También forma parte de nuestra esencia que Barron Hilton comprara la franquicia en 1960 por 25,000$, éste la vendiera 6 años más tarde a Eugene Klein y Sam Schulman por 10 millones de dólares (record absoluto hasta la fecha de cantidad pagada por una franquicia en cualquier deporte profesional), y sin embargo, éstos vendieran 24 años más tarde el 60% a Alex Spanos por 48.3 millones de dólares. Una franquicia que en el año 2016 ha sido valorada por la revista Forbes en 2,080 millones de dólares.

No caben explicaciones racionales. Simplemente está en nuestro ADN.

Año 2004. San Diego Chargers posee, nada más y nada menos que el #1 overall pick en el Draft. En ese momento, el QB de los Chargers era un tal Drew Brees, elegido por los Chargers en segunda ronda del Draft 2001. Pero, por mor del “cromosoma Charger”, porque somos así y porque nos va la marcha, el objetivo número uno, principal y absoluto de Alex Spanos aquel año era reemplazar a Drew Brees por Eli Manning, el hermano pequeño de Payton y sucesor de una de las dinastías de jugadores más influyentes en la historia de la NFL. A pesar de que Eli, había manifestado públicamente, que no deseaba jugar en San Diego bajo ningún concepto, sino con los New York Giants.

En ese mismo Draft, se presentaba un tal Ben Roethlisberger. Pero Alex Spanos sólo tenía ojos para Eli Maning. ¿¿¿Ben Roethlisberger??? ¿¿¿De Miami-OHIO??? ¿¿¿Quién es ése??? ¿¿¿Con quién ha empatado??? Es lo que pensaba Spanos. Antes del Draft, la situación se volvió muy intensa, hasta el punto de que Eli y su familia trataron de bloquear todo lo posible el #1 overall pick de Chargers. Ante este escenario, Alex Spanos, en vez de elegir a Eli y mantenerlo en el roster, le guste o no al pequeño Manning, o de escoger a Ben Roethlisberger, hicieron un trade con los Giants, que habían escogido a Philip Rivers en el #4 overall pick, más unas rondas del siguiente Draft. Ben Roethlisberger fue elegido por Steelers con el #11 overall pick.

Tras el Draft, en 2005, Drew Brees fue el QB titular de Chargers, con un 14-2, un título de la AFC y PRO-Bowler. En el 2005, agente libre, vuelve a fichar por Chargers. Con un record de 9-7, rechaza una oferta de renovación y ficha por los Saints.

Eli Manning y Ben Roethlisberger, ambos, poseen en la actualidad 2 anillos de la Superbowl.

Drew Brees, uno.

Pillip Rivers, ninguno.

Pero la cuestión es que en Chargers somos así: ¿Para qué dar confianza a Drew Brees y mantenerle como playmaker, o fichar a Eli Manning o Big Ben? No podía haber sido de otra manera. El guion estaba escrito de antemano. Porque está en nuestro ADN.

Fuente: reddit.com
(Eli en el Draft 2004, durante y después. La cara es el espejo del alma).

Desde aquella misma noche del Draft, la ciudad entera de San Diego, se volvió “hater” absoluta de Eli Manning. Entonces, ¿Por qué,  a pesar de que la familia Spanos hizo de ese Draft uno de los más comentados en la historia de la NFL, los aficionados de Chargers nos volcamos todavía más si cabe con nuestro equipo al completo, nombrando poco menos que hijo predilecto de San Diego a Phillip Rivers (junto con Dan Fouts, el mejor QB de la historia de los Chargers)? Pues porque también está en nuestro ADN. Porque ésa es nuestra esencia. El “cromosoma Charger”.

Fuente: http://www.chargers.com
(Dan Fouts y Rivers)

En el año 2007, en contra de la opinión de los aficionados, la familia Spanos decidió despedir a Marty Schottenheimer. Tras fichar a Nov Turner, y con un record de 1-3 a principio de la temporada, todo el público jaleó al unísono en el Qualcomm Stadium: “Marty! Marty!, Marty!”. Pero aun así, seguimos defendiendo la franquicia contra viento y marea. Somos así. Está en nuestro ADN.

Fuente: www.10news.com
(Marty Schottenheimer)

En el 2013, los Chargers fichan a un nuevo General Manager: Tom Telesco, y a un nuevo Head Coach: Mike McCoy. 3 años de sufrimiento con el nuevo Head Coach, que acaban con la renovación de McCoy en el 2016 en contra del clamor popular de la afición, para acabar despidiéndole en enero de 2017. Aun así, la afición jamás dio la espalda al equipo y la comunidad Bolt pidió a gritos que se mantuviera a Telesco como GM, porque creemos que realmente es muy buen GM y sabe manejar la “War Room” del Draft con cierta maestría (Melvin Gordon, Joey Bosa…), con el handicap que supone lidiar a diario con la familia Spanos. ¿Por qué? Pues porque está nuestro ADN. Porque somos Bolts.

Fuente: http://www.chargers.com
Telesco y Mike McCoy

Somos diferentes. Somos duros. Somos cargadores. ¡Somos Bolts!. Lo nuestro es acción-reacción. Aunque reaccionemos tarde. A veces muy tarde. Otras, tardísimo. Y en ocasiones, ¡Tan tarde, que sólo despedimos al preparador físico una vez que se lesionó prácticamente el equipo entero! (Tan sólo faltaron por lesionarse: el utillero, el que reparte los folletos de los partidos, el aguador, el que riega el campo y alguno más por ahí…). Y eso que somos Bolts. Duros cargadores. Titanio puro.

Pero sabemos que, pase lo que pase, nuestro cromosoma siempre estará ahí, para que seamos solidarios y compasivos con nuestros rivales. De tal modo que, cuando teníamos unos cuantos partidos ganados por la mano en la temporada 2016, nos dejamos remontar fácilmente, no para que nos ganen, sino para regalar la victoria al rival. Así disfrutamos ambos equipos. Nosotros jugamos bien casi todo el partido, y ellos ganan. ¡Eso es solidaridad, amigos! Y también está en nuestro ADN.

El 5 de enero de 2017 comenzó la ronda de entrevistas de candidatos a Head Coach de los Chargers. El segundo de los candidatos es entrevistado el 7 de enero y hace que todos los aficionados de los Bolts nos pongamos de pie y gritemos al alimón: ¡¡¡FICHADLO!!! ¡¡¡FICHADLO!!! ¡¡¡NO MIRÉIS MÁS!!! ¡¡¡DADLE LO QUE SEA, PERO POR DIOS, FICHADLO YA!!!

¿Por qué  esa reacción nuestra? ¡Pues porque se trataba del mismísimo Matt Patricia, nada más y nada menos (3 Superbowls le avalan)!. Y encima, ese clamor popular por parte de la afición se produjo antes de la histórica Superbowl en la que el genio defensivo de los Patriots resultó clave para que la defensa de los Falcons estuviera 40 minutos en el campo fatigándose, no tuviera prácticamente respiro y trabajara más de la cuenta, con el consiguiente desgaste físico. El resultado: La mayor remontada de la historia de la Superbowl, quinto anillo de los Patriots de Brady y Belicick, y tercer anillo de Matt Patricia.

Fuente: http://nesn.com
Anthony Lynn y el StubHub Center

Pero claro, nosotros somos los Chargers. Tenemos nuestra propia filosofía ¿Para qué fichar al triplemente laureado y genio defensivo Matt Patricia como Head Coach, con Joey Bosa entre otros en el roster, cuando podemos fichar a Anthony Lynn? No existe explicación racional. Es inútil buscarla. Simplemente no la tiene. Somos Chargers. Está en nuestro ADN. Forma parte de nuestra esencia. No nos gusta el camino fácil.

Fuente: http://newsok.com
Matt Patricia con su tercera Superbowl. Trofeo que nunca han conseguido los Chargers.

Próxima temporada 2017/2018. Vuelta de la franquicia a L.A. Pero esta vez, como somos los Chargers, también lo hacemos a nuestro modo: ¿Por qué jugar en un estadio de Football, cuando podemos jugar en uno de soccer, con capacidad máxima de 33.000 espectadores? ¿La explicación? Muy sencilla: ¡Pues porque no se puede jugar a Football en una pista de padel, que si no…! Así somos en Chargers. Está en nuestro ADN.

Y es que somos así. ¡Nos gusta el ambiente íntimo, acogedor y la luminosidad del campo! ¡Y ya está! No hay que darle más vueltas. Está en nuestro ADN.

Los Ángeles es el destino perfecto para nosotros. No nos importa que haya casi más equipos de Football que habitantes, ni que la franquicia favorita sean los Rams, ni que los Raiders (nuestros archienemigos de toda la vida) también se lleven gran parte del aficionado angelino, mientras el resto se divide entre: Los Ángeles Dodgers, Los Ángeles Angels, los Ángeles Kings y los Ángeles Lakers. ¡Da igual! ¡Nosotros vamos a jugar allí la temporada que viene, y a buen seguro que llenamos el estadio de Soccer de los Ángeles Galaxy!  De nuevo, elegimos escoger el camino difícil, porque el fácil es para los débiles.

Está en nuestro AND. Es nuestra esencia. Lo que nos define y nos diferencia de los demás.

Así que, cual Tony D’Amato (Al Pacino) en “Any Given Sunday”, como aficionados de los Bolts, todos los domingos plantearemos esta cuestión a nuestro equipo:

“Un domingo cualquiera, se puede ganar o se puede perder, pero la pregunta es: ¿Podrás hacerlo como un Charger?”

La respuesta está en nuestro ADN.

Fuente: http://sivertimes.com
(Al Pacino interpretando a “Tony D’Amato” en la película “Any Given Sunday”).

Aitor Merino (@AitorChargers)

 

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